-Nada nada mi amor, todo está bien- agarrandole la mano a Jorge para irnos a la cabaña.
-No, yo me quedaré unos momentos aquí. Tengo que hablar con Anthony princesa, ¿nos dejas a solas?- Al principio pensé que era una mala idea dejarlos solos. Pero él me miró con esos ojos sinceros, y le creí.
-Esta bien amor. Iré a buscar agua en la cabña de Ceci- y me despedí con un corto beso.
Sentí la mirada de los dos seguirme hasta que cerré la puerta.
-Ahora, tú y yo tenemos que hablar.
-¿Qué quieres Blanco?
-Te dejaré las cosas muy en claro. No quiero que la mires, ni le hables, ni la toques. ¿Quedamos claros?
-Eso será imposible. Vivimos prácticamente en la misma casa. ¿Tienes miedo Blanco?
-No, y menos de ti. Sólo que ahora que eres novio de Lodovica le haces mal a Martina.
-¿Porqué lo dices?
-Yo fui novio de ella hace muchos años, y odia demasiado a Tini. Y hará lo imposible por verla sufrir. No quiero aún dudar de que no te quiere y que sólo está contigo porque eres alguien importante para TINI y porque quiere verla sufrir. Es mi deber protegerla, y si eso implica alejarte de ella, lo haré.
-¿Osea que no son celos?
-En parte si, pero luego es eso. ¿Quedamos claros?
-Si, pero también tengo mis condiciones.
-Dilas.
-Uno, si me la consigo por casualidad debo por lo menos saludarla. Dos, si necesita un favor si puedo se lo haré. Y tres, si está Lodo NI LA TOQUES.
Jorge rió- No te preocupes por eso, ya ella es sólo mi amiga.
-¿Hecho?
-¡Hecho!- se dieron la mano y sólo se voltearon.
Por dentro Jorge...
-Me conviene tenerlo de mi lado, pero que ni toque a Martina.
Anthony por dentro...
-¡Que loco está este Man! No crea que le dejaré el camino libre con Martina.
Luego de un rato todos hicieron un rico asado ¡Que hermosa bienvenida! Estaban sentados en el patio junto a la pileta. Después los mayores se fueron a dormir y los chicos se quedaron en la cabaña de Jorge, incluyendo a Anthony y Lodo. Por ahora todo iba bien con respecto a lo que hablaron Jorge y Anthony... Hasta que...
¡Pufff!
Se ha ido la luz.
Tini ya le tiene miedo a esos bajones, ya que después de eso han pasado muchas cosas tenebrosas. Y más en esa casa.
-¡Mi amor! ¿Donde estas?- todos comenzaron a buscar sus teléfonos.
-¡Acá estoy sirenita!- ruggero abrazando fuerte a Martina
-¡Yo no soy cande!
-¡Acá estoy amooor!
Ruggero salió corriendo y sin querer no vió un mural y se golpeó durísimo.
-¡AMOR! ¿no conoces mi voz?

ESTÁS LEYENDO
"Corazón Ciego" Jortini (ADAPTADA)
RandomNo te contaré nada, ¿quieres saberlo? Lee la novela. No te arrepentiras.