Capitulo 17

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Tini no podía creer lo que Jorge había hecho. Ella no lo pensó dos veces y salió corriendo al escenario. Todas las personas presentes solo lloraban y aplaudían a ese hermoso acto de amor que ese chico le presentó a la graduada.

Ella lo abrazó y le dió un tierno beso.

-¡Te amo más que nada! ¡ERES EL MEJOR DE TODOS!

-Lo sé-dice con cara de galan.

-Estúpido (ríen)

El director agarra el micrófono y secandose las lágrimas dice:

-Es impresionante el amor que le tiene este joven, Martina. Por favor, nuevamente un fuerte aplauso para esta pareja.

Mientras aplaudían, ellos solo se miraban y abrazados se sonreían.

-¡Espero que disfruten y que lo aprendido lo pongan en práctica! Buena suerte.

Todos los graduados se levantan muy alegres y tiran sus birretes al aire.

-Tú eres mi mayor orgullo- Jorge agarra el birrete de Tini y se lo pone.

-Gracias por estar siempre- y se besan.

Al salir, todos comenzaron a aplaudir a la pareja de la noche. Los chicos salieron corriendo a abrazar a Tini.

-¡Estabas tan hermosa! Tu sonrisa, todo. Te amo mejor amiga- y la abraza saltando.

-¡Vamos a tomarnos la foto grupal!

Todos corrieron al rincón de fotos y disfrutaron de ese momento. Jorge y Tini también se tomaron su foto.

-¡Vamos a casa a festejar!

Todos subieron al auto y pusieron música a todo volumen.

Todos corrieron a la casa dejando a Tini de última.

Al abrir la puerta, se enciende la luz y toda la casa está super mega decorada con mucho color y fotos de Tini en todo lugar. Una pista de baile que ellos mismos habían armado, una pequeña barra para tomar, un lugar mega hermoso.

-¿Qué es todo esto chicos?- dice tini con lágrimas en los ojos.

-Sólo es un pequeño detalle para la que se merece todo. Fue todo idea de Cecilia

-¿EN SERIO? ¡GRACIAS!-Y Tini abraza fuertemente a su suegra.

-No saben cuanto los amo y les agradezco por estar.

-¿Un brindis?

Todos agarran sus copas. Y la señora Cecilia toma la palabra.

-Desde que llegaste a nuestras vidas nos haz ayudado a ser mejores personas. Y no hablo sólo de Jorge, también de mi. Ver que esta princesa llegó a mi casa pensando en ser la niñera de un "bebé" y resultó ser la maestra de vida para mi hijo. Haz sido alguien fundamental en nuestras vidas Tini. Y deseo que cada día sigas creciendo, esforzándote por crecer en todos los ámbitos de tu vida. Quiero que sepas que eres como mi hija, y... espero pronto mis nietos.

TODOS ABRIERON SUS OJOS COMO PLATOS y rieron fuerte.

-Muchas gracias Ceci, es la mejor.

-Brindemos por ti- le guiña el ojo y brindan.

Ruggero pone la música y todos comenzaron a bailar.

Ceci y los papás de Lodovica fueron a su cabaña ya que son viejos y de verdad querían descansar, dejaron a los chicos solos.

Las chicas se cambiaron para estar más cómodas pero sin perder lo elegante. Se colocaron un vestido sencillo y unos tacos.

La música estaba muy buena y los chicos no paraban de beber y bailar.

Hubo un momento en que Tini se sentó y observó detenidamente el momento. Eran todo lo que ella siempre deseó. Su título en mano, su vestido deseado, y con las verdaderas personas que quería. No podría estar más feliz.

Algo la sacó de sus pensamientos...

-¿Quieres subir un momento conmigo?- le susurró Blanco al oído.

Ella solo lo miró y sonrío pícaramente. La agarró de la mano y subieron.

-Esos ya no vuelven más- grita Ruggero

-¡Cállate! –y Cande lo golpeó.

La fiesta siguió... pero sin la invitada estrella, ya que ella estaba resolviendo un asunto más importante.

Al entrar al cuarto, Jorge cerró con seguro.

Tini al voltear nota que el cuarto está completamente oscuro y solo es alumbrado por las velas que rodeaban la cama, la cual estaba llena de rosas.

Ella coloca sus manos en su cabeza, dando a entender que no creía lo que veía.

Él delicadamente la agarra por la cintura y le dice al oído:

-¿Me pase de cursi? ¿Qué crees?

Lo mira fijamente y le dice:

-Eres lo mejor que me pasó en la vida.- y se acerca lentamente para besarlo.

(Narra Tini)

El beso de Jorge sabia cálido y profundo; sentía el calor y la humedad en mi interior acrecentando la pasión que estábamos expresando. Deseaba hacerle el amor como nunca. Sí, estaba segura que lo amaba y así haya pasado todo lo anterior, él es lo que yo necesito en mi vida. Me despegué de sus labios y los lleve hasta su cuello, dejando suaves besos sobre su piel. Mientras Jorge bajaba con suavidad el cierre de mi vestido. Pude sentir su miembro erecto contra mis piernas, y eso me excitó aún más.

-Te amo tanto- susurró a mi oído- ¿estás lista para ser mía y solo mía?

-Lo estoy. Te amo con toda mi alma- respondí con seguridad.

Ante esta confesión, Jorge se apresuró a bajar el cierre de mi vestido, dejándome en ropa interior. Me separé de él y lo miré con dulzura, mientras que sus ojos observaban detenidamente lo que estaba viendo. Él estaba esperando a que le quitará la ropa y eso hice.

Comencé a desprenderle la camisa botón a botón, para luego quitarla completamente. Besé su torso descubierto, mientras mi mano derecha se posaba sobre su masculinidad para luego bajar el cierre de su pantalón. Lo volví a tocar, y tomé su extensión entre mis manos tras bajarle sus bóxers.

-Pruébalo- me instó. Y ya no tuve vergüenza. Introduje su miembro en mi boca y comencé a hacer maravillas con ella, las que lo dejaron como loco.

-Mmm... me encanta- gimió-, pero no quiero terminar así, vamos a la cama.

Me incorporé, él me levanto entre sus brazos y me llevó hasta la cama, depositándome suavemente sobre ella. Comenzó a besar mi cuello y fue quitando mi ropa interior hasta dejarme completamente desnuda y lista para demostrarle que siempre seré suya.

Me excitó cuando llevó su rostro hasta mi intimidad, y comenzó a besarla lentamente. No sabía que podía mojarme aún más todavía. Luego insertó su dedo con suavidad, como recordando su territorio.

-¿Te duele?-preguntó

-No amor- y reí. Ya lo habíamos hecho hace muchísimo tiempo, y era la primera vez después de 4 años que lo hacía con él- quiero que sigas.

Jorge se posicionó entre mis piernas ahora abiertas, y me besó los labios suavemente.

-Dime si quieres que me detenga- con una sonrisa pícara

-Dudo mucho que quiera eso-sonreí

Cuando introdujo su masculinidad en mi interior, recordé cuando lo conocí. Ese chico serio, arrogante, odioso y sin ánimos de nada en la vida, hoy es mi amor. Solté un leve gemido y le dije que continuara. Esto se sentía excelente.

Jorge se movía en mi interior con más intensidad al notar que cada vez estaba más excitada. De tanto en tanto acariciaba mis pechos, lo cual hacía que mi sensación de placer fuera incrementando, al punto de llegar a la cumbre.

-¡Más!- gemí, sabiendo que estaba a punto de experimentar el orgasmo.

Jorge me hizo caso, y pronto los dos nos derramamos en un delirio de placer.

"Corazón Ciego" Jortini (ADAPTADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora