Compartiendo calzoncillos. (Bieber Gay)

3. Comparando tamaños

Justin salió del baño. Sólo llevaba una toalla blanca de sus caderas hasta las rodillas. La toalla era de un caro algodón blanco. Su pecho tatuado y pelo aún seguían mojados. 

Miró a Ryan.

Ryan nose había dado cuenta de que su ídolo estaba mirando cómo estaba haciendose una paja oliendo los boxers del famoso.

Justin tosió descaradamente, y consiguió llamar la atención de su fan que este paró su actividad de inmediato.

Le habían pegado el susto de su vida. Era como esas veces que se quedaba dormido en una cama una vez había sonado ya el despertador y su madre le despertaba con un alto y fuerte grito.

Su corazón estaba a punto de salirse. Se puso rojo como un tomate y se guardó, como pudo, el aún erecto pene en sus pantalones.

-¿Te estabas masturbando?-Preguntó un Justin sorprendido. Nunca le había pasado eso.

<<Obvio>>-Pensó Ryan, pero mantuvo una actitud serena y únicamente lo pensó.

Justin abrió un poco más los ojos a la vez que levantaba las cejas. Estaba claro que buscaba una respuesta por parte de su fan.

Ryan bajó la mirada en señal de disculpa y oyó un resoplido de Bieber con una connotación de enfado. Ryan tenía que reaccionar, y tenía que hacerlo rápido.

-Lo..lo...lo sientO-Pudo por fin articular.

Justin le miraba nervioso. ¿Qué iba a hacer?¿Llamar a los de seguridad?¿Ponerse a gritar?¿Pegarle?

La respuesta le sorprendió.

Se quedó totalmente callado. Ryan no supo lo que hacer.

Tras unos segundos que parecieron eternos, a Ryan se le ocurrió una idea. No sabía si era buena o mala. Solo se le ocurrió esa y tenía que aprovecharla.

Lo hizo.

Se acercó a Justin y le dijo en voz baja:

-Puedo compensártelo.

Entonces, con un movimiento rápido, Ryan le quitó la toalla a Justin, dejando al descubierto su cuerpo desnudo en la totalidad.

La felicidad de Ryan aumentaba por momentos, no solo por el hecho de que estuviera viendo el rabo a su ídolo, sino que además Justin no puso resistencia ninguna. Permitió que eso pasara.

Y siguió en silencio.

Resumido en una palabra, el cuerpo de Justin era perfecto. Estaba ligeramente musculado, no mucho pero no muy escaso; lo normal, tableta de abdominales, un poco de musculo en los brazos y pectorales. Poco más.  

Sus piernas eran duras, como dos pilares que sujetan una catedral gótica preciosa, sujetaban el cuerpo de Justin que se podía también considerar obra de arte.

Su pene era otra obra de arte. Nacía entre un bosque ligeramente poblado de un vello púbico negro y era de bastante anchura y longitud. Fácilmente podía medirle unos 25 centímetros.

Ryan no se lo pensó dos veces. 

Se puso de rodillas e introdujo el flácido pene de su estrella en la boca.

 Sabía a gel de ducha caro. Olía muy bien. Ryan notó como su polla crecía cada vez que la chupaba. Justin se estaba poniendo palote con su mamada, eso era buena señal.

Bieber se limitaba a cerrar los ojos y echar el cuello hacia detrás. 

Ryan estuvo bastante tiempo hasta conseguir que a Justin se la pusiera muy dura. Fue el momento que aprovechó para para de chuparle el falo.