"No sé si pueda perdonarte... No al menos sin saber que te importo realmente..." Sólo eso estaba en su cabeza mientras veía como el mayor daba la vuelta y caminaba a la parada del bus. Al entender que era lo que quería decir su hyung intenta seguirlo, pero sus piernas no le respondían, por lo que gritó.
- ¡¿Cómo se supone que haga eso si no estás conmigo?!-.
- ¡No lo sé, pero debes hacerlo si quieres que en algún momento esté contigo!- se da la vuelta y sigue caminado sin detenerse ni mirar atrás, ni siquiera al subir en el autobús, a la vez que sentía las lágrimas caer por sus mejillas-.
- ¡SungMin! ¡No me dejes!- en ese momento comienza a correr tras el bus, pero no lo alcanza y lo ve desaparecer- ¿cómo se supone que haga eso?- susurra para si mismo con el corazón roto-.
Luego de ese día cada uno volvió a su vida, pero todo era diferente. KyuHyun esperaba que en algún momento le llegara un idea para volver a tener a su hyung, pero entre más pensaba más se frustraba al no conseguir nada. SungMin en cambio esperaba paciente por lo que el menor haría, aunque no estaba seguro si pasaría, por lo que visitaba muy seguido a su madre.
- ¿qué hago ahora omma? Realmente quiero aceptarlo, pero no puedo dejar de lado la idea de que soy sólo una caridad para él. Ayudame- le hablaba a la tumba de su madre con las lágrimas a las que estaba acostumbrado- todo sería mejor si estuvieras aquí- deja las flores frente a la tumba y camina devuelta a casa-.
Al llegar deja sus cosas en la entrada y se acuesta en el sofá mientras seguía llorando sin saber que seguiría en su vida.
KyuHyun pensaba cada vez más en su lindo hyung, imaginando cada uno de los posibles escenarios para el momento en que volviera a verlo. En algunos no se hablaban. En otros se hablaban, pero no terminaban bien. Pero los que más le gustaban eran en los que aparecían juntos y felices de la mano, donde todo se resolvía de la manera más simple posible.
Era uno de esos días cuando a su cabeza llego una idea, algo que seguro salvaría lo que había pasado entre su hermoso hyung y él. Al día siguiente se levanto temprano y comenzó a arreglar todo lo necesario para la sorpresa que le daría a SungMin.
Por otro lado el mayor había decidido trabajar para comenzar a estudiar en la universidad como su omma hubiera querido. Trabajaba todo el día con un pequeño descanso; sin tener alguien a su lado no tenía porque volver a casa temprano.
Ese día estaba en el trabajo cuando a medio día ve como un lujoso auto se detiene frente a la tienda de souvenir en la que se encontraba. Grande fue su sorpresa al ver a Cho KyuHyun bajarse de ese auto y entrar.
- ¿qué hace aquí ese hombre?- le susurra su compañera- ¿estará buscando a alguien para acompañarlo?-.
- ¿no crees que es demasiado millonario para buscar a su siguiente compañía por un lugar como este?- le dijo de mala gana, tratando de ocultar su rabia- atiende tú al señor, yo vuelvo enseguida- dicho esto se dio la vuelta y entro a la bodega de la tienda sin escuchar la respuesta de la chica que estaba junto a él-.
Se quedó ahí varios minutos, escuchando como por fuera KyuHyun lo buscaba casi desesperado. Cuando dejó de escuchar todo salió, pensando que ya se había ido, pero se sorprendió al verlo frente a él con una gran sonrisa.
- !SungMin!- exclamo emocionado- no sabes cuanto te extrañe- corre junto a él, dándole un gran y fuerte abrazo-.
- Kyu... Kyu... KyuHyun... ¿qué haces aquí?- habla totalmente nervioso- pensé que no te volvería a ver- siente como sus ojos se vuelven borrosos lentamente, llenándose de lágrimas- pensé que después de eso te olvidaste de mi y no creí que vendría...-.
- SungMinnie- susurra sorprendido al separarse- yo nunca me olvidaría de ti, pasé toda mi vida enamorado de ti- le limpia las lágrimas con ambas manos, acunando su rostro entre estas- lamento la demora, pero tenía que pensar en algo que funcionara para ganarle tu perdón, pero yo nunca me olvidaría de este hermoso SungMinnie- se acerca y deja un pequeño beso sobre sus labios-.
- ¿qué piensas hacer para mi?- sonríe aún con las lágrimas en sus ojos a la vez que se abraza al pecho del menor- aunque no creo que sea necesario, yo no quiero que te vuelvas a alejar de mi...-.
- pero dejame hacer algo bien para ti- le besa la mejilla y entrelaza sus dedos- y para eso quiero que me acompañes-.
- claro Kyunnie, a donde sea-.
Dos horas después ambos se encontraban sentados a la orilla del mar, viendo como este trataba de alcanzar sus piernas, en la misma playa de casa año. Los dos miraban hacia el frente sin decir nada hasta que el menor rompe el silencio.
- Minnie, yo... yo te traje aquí porque... quiero pedirte algo- baja la mirada nervioso-.
- dile, Kyu- susurra, estando tan nervioso como el chico a su lado, pensando que esa sería la última vez que se verían-.
- yo...- apoya una de sus rodillas en la arena, mirando de frente al menor- yo sé que no tengo derecho a pedirte algo, pero quiero que sepas que desde que te conozco no puedo dejar de pensar en ti. Los días que pasamos juntos fueron los mejores que he vivido, porque estabas tú conmigo- baja la mirada nervioso- pasé mucho tiempo pensando en como compensarte lo malo que hice, porque me arrepiento de cada momento en el que te hice sufrir, pero descubrí que no puedo hacer una cosa para demostrar que cambie y que no lo volveré a hacer. Por eso...- saca una pequeña caja de terciopelo roja, en la que contenía un hermoso anillo de oro con un bello y pequeño diamante, tan bello como simple- te pido que me permitas estar junto a ti el resto de nuestras vidas para demostrarte a cada momento que te amo y que no haré algo así nunca más- toma la mano de su hyung- Lee SungMin... ¿quieres casarte conmigo?-.
- Kyu... Kyunnie- las lágrimas eran cada vez más abundantes bajando por su rostro- ¡sí! ¡claro que sí!- dice emocionado lanzándose a los brazos del menor, abrazándolo por el cuello- te amo Cho KyuHyun- susurra contra los labios del contrario antes de juntarlos en un lento, dulce y tierno beso-.
- yo también te amo SungMinnie...-.
- sabes que no tengo objeción por lo que esta pasando ¿pero por qué ahora? ¿y por qué matrimonio?- se acurruca en su pecho, sintiendo las manos del menor pasarse por su cabello-.
- realmente no sabía que hacer para que entendieras que te amo más que a nada desde que te conozco, aunque no lo sabía en ese momento- se sonroja levemente- no quería perderte por nada del mundo, y sé que fui un estúpido adolescente que lo debería haber hecho lo que hizo, pero estoy aquí tratando de arreglar mis errores y pidiéndote aun así que pases el resto de tu vida conmigo- lo abrasa fuerte contra su pecho-.
- omma siempre quiso que te perdonara, a ella le afectó lo que hiciste, pero sabía que no lo decías enserio- lo mira y le besa la mejilla- ella dijo, unos meses antes de morir, que no tenía ningún rencor hacia ti- le sonríe y lo besa delicadamente- así que yo tampoco lo tendré-.
- eres el mejor- se dan un último beso sentados en el mar antes de levantarse y comenzar a caminar- desde ahora vivirás conmigo, seguro que mi hermana estará encantada.
- y yo también lo estoy- entrelaza sus dedos sonriendo como un tonto- a partir de ahora son lo único que tengo y amo-.
- tú eres lo que más amo, sin tu no sabría que hacer...-.
Y así termina esta hermosa historia de amor, cultivada cuidadosamente por ambos durante años, conservando intacto el amor aun en una difícil situación.
Pos creo que aquí termina, así que pos me voy...
Lamento mucho no haber actualizado, pero primero mi celular murió y luego estuve enfermita...
Pos eso, comenten, den estrellitas, lo que quieran.
Besos y abrazos, hasta el epílogo. Pegado sersi fuera 10/4