Capitulo 8: Tú me dejaste ir

126 11 0
                                    

Kendall cargaba a Emily a la vez que jalaba algunas maletas, yo iba a su lado mientras recorríamos el pasillo para entrar al avión.

Miré los boletos, A400 y A401, abordamos el avión y buscamos nuestros respectivos asientos, como era de esperarse eran pegados al ala pero con vista al cielo y las nubes.

Al llegar a nuestros asientos Kendall me dio a Emily para que él pudiera subir las maletas, tomé mi asiento y senté a Emily en mis piernas, minutos después Kendall tomó su asiento a mi lado y esperamos a que el avión despegara.

Mis tripas comenzaban a gruñir en busca de algún alimento que las tranquilice, la azafata llegó.

-Buenos días, se les ofrece algo?

-No gracias -dijo Schmidt-

-A mi me da un café con crema, un muffin de chocolate, unos hot cakes con cajeta, un zumo de naranja y un vaso de fruta picada, por favor

Schmidt comenzó a reír con una prudencia inigualable.

-Por supuesto, en un momento se lo traigo -dijo la azafata-

-No te recordaba así -habló Kendall-

-Todos dicen lo mismo -respondí a su observación-

-Recuerdo que mientras más crecía tu vientre más comías, hasta llegué a pensar que nada mas comías por comer

-Y...

-Siempre has estado delgada, y cada vez que comíamos no perdía mas de tu porción

-He optado por la opción de comer lo que quiera y hacer ejercicio frecuentemente

-Y cuál es el ejercicio que según tú haces?

-De aquí en lo que crece Emily será caminar dos horas diarias y hacer pesas

-Suena bien

Nuevamente llegó un silencio, esta vez menos duradero, casi nunca agradezco a las personas que llegan e interrumpen algo, así sea un silencio; gracias azafata por llegar con mi comida.

Para poder colocar todos los alimentos fue necesario abrir las 2 charolas, tanto la mía como la de Kendall.

-Muchas gracias...cuál es tu nombre?

-Ivonne -respondió la castaña-

-Muchas gracias Ivonne

-No hay de que Reina Schmidt -dijo mientras hacia una reverencia-

Las miradas de todos lados se posaron sobre nosotros, por qué durante dos meses y unos cuántos días no me reconocieron?

-Disculpa, cómo?

-Bueno, es que me informaron que la realeza vendría, y desde siempre he admirado al Rey Schmidt, así que supongo que usted es su esposa y ella -señaló a Emily- es su hija

-No te equivocas -dijo Kendall- se te ofrece algo?

"Una noche contigo" era la respuesta que me venía a la mente de parte de ella.

-Puedo tomarme una foto con usted?

Kendall volteó a mirarme, se dio cuenta de que esta situación era incómoda y molesta para mí.

-Lamento decirte que no, si te doy una foto conmigo tendré que dársela a todos los demás y tanto yo como mi esposa estamos cansados -le respondió Schmidt-

La Princesa 2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora