Capitulo 14: Empezar de nuevo

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El camino era el mismo que el de la misma vez donde todo este "lío" comenzó.

El color azul marino amenazaba con llegar y opacar un azul aún más claro, pero como todo, algo malo puede llevar a lo bueno o viceversa, el punto de todo esto es que hay un punto maravilloso en donde el azul marino contrasta con el claro para crear un bello e increíble paisaje.

Los colores naranja, amarillo e incluso algunos rojos, naranjas, rosas y morados creaban una bella escena digna de ser representada, ya fuera a través de pinceles y acrílicos o con una dulce melodía expresando la belleza infinita de la naturaleza.

-Vamos al mismo muelle? -le pregunté-

Él asintió.

-Es una costumbre tuya o ahora también quieres que Emily conozca tu lugar?

-Esa pregunta la responderé cuando lleguemos, tú mejor que nadie sabe que ya falta poco

Y si, fueron pocos los minutos que transcurrieron hasta llegar al lugar tierroso para aparcar.

Como todo un caballero Kendall nos abrió la puerta, se inclinó para cargar a Emily con un brazo y con otro me ayudó a bajar, giré y cerré la puerta.

Los dos caminamos a la par en completo silencio.

Al llegar, contemplé el bello atardecer que continuaba reflejándose en el agua cristalina debajo del muelle.

Todo estaba cambiado, algo tan frío donde resaltaban los colores azules ahora era un cálido restaurante al aire libre con colores predominantes como el café, amarillo y rojo.

-Qué ocurrió aquí? -le pregunté-

-Tomemos una mesa

Caminamos los pocos pasos restantes para llegar a la mesa en el extremo, donde Kendall y yo cenamos aquella vez.

Yo me senté en una silla y él en otra aún con Emily.

-Por qué? -volví a cuestionar-

-Este es mi regalo

-Regalo?

-Tú fuiste la primera en conocer este lugar tan privado para mí -comenzó- donde precisamente aporté genes para crear a mi hija

Reí.

Realmente no sé lo que vayas a elegir, si irte o quedarte, es algo que sólo tú sabes.

Ustedes se han convertido en mi todo, ya no queda nada de mí, todo yo les pertenezco, mi amor, mi cariño, mi alma, todo, y quiero que quede como muestra de mi aprecio.

Este lugar es suyo, si se van tendrán un pretexto para regresar, y no me negarás que comer con un paisaje así vale la pena.

Un nudo se asentó en mi garganta, ahí estaba yo nuevamente intentando decidirme que decir o hacer.

Él nos estaba ofreciendo algo con un profundo significado para él, y el agradecer podría ser tomado como un "nos iremos pero aprovecharemos".

-Kendall, yo...

-No sabes qué decir?

Asenti.

-No te preocupes, solo disfruta

-Kendall, me pones entre dos barreras -dije intentando no liberar las lágrimas acumuladas-

-Yo no te estoy obligando a nada

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