CAPITULO 35

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  A unos 2 kilómetros a las afueras de Ongjin había sido detenido Choi Minho mientras conducía tranquilamente hacia la casa de uno de sus amigos de la universidad.

Tras abandonar todo lo que tenía, y estado seguro de que no deseaba ver como Kibum se casaba con su príncipe azul y ambos vivían felices para siempre, a primera hora de la mañana había llamado a su amigo Changmin, uno de los pocos con los que aún mantenía contacto después de tantos años, comentándole lo deseoso que estaba de cambiar de aires.

El ahora jugador profesional de fútbol no había tardado mucho en invitarlo a su lujoso departamento para que se divirtieran recordando viejos tiempos.

Changmin, como buen amigo y compañero, le había ofrecido su casa para que descansara plácidamente mientras pensaba qué hacer con su vida, y en el momento en el que Minho decidía finalmente rendirse y dejarlo todo atrás conduciendo distraído, aparecía Kwang Soo, un policía novato del barrio, y lo detenía por un supuesto robo de vehículo. ¡Cómo si todo el barrio no supiera que esa camioneta era suya de hace años!

Tras intentar hacer entrar en razón al policía mostrándole los documentos del auto, frustrado e irritado por todo lo que ocurriría aquel día, le arrojo furiosamente los papeles a la cara, tachándolo de idiota.

Por ese motivo Minho permanecía ahora esposado y tumbado encima del capó de su auto, a la espera de que confirmaran su versión de los hechos.

Mientras intentaba una vez más convencer al necio novato de su error, el auto de policía del señor Seungki aparcó junto al sardinel; Minho respiró aliviado pensando que al fin se solucionaría todo cuanto la puerta del auto se abrió y de él salio Kim Kibum con su traje incompleto, el saco de había sacado quedando solo en una ceñida chaqueta y camisa de gasa, el pantalón estaba rasgado y lo tenía corto, ya que había sacado todos los ridículos adornos.

Definitivamente, era el novio más sexy e irresistible que había visto en su vida, y lo que más le dolía era que no era de él.

• Por última vez, señor policía, ¡hace años que soy dueño de esa camioneta! – intentó explicar de nuevo Minho, ignorando deliberadamente la figura sexy de Kibum que se dirigía hacia él.

• Hola, Minho, ¡tengo que hablar contigo! – dijo Kibum temeroso mientras intentaba acercarse a él.

• ¡Hablaría contigo encantado de la vida, si no fuera porque estoy siendo detenido y no puedo! – gritó ofuscado Minho.

• ¡Pero es algo importante! – insistió acercándose al capó del auto, donde esta inmovilizado.

• ¡Joven, no se acerque más a este sujeto! – dijo Kwang Soo – Es peligroso, me lo han comunicado por radio hace unos minutos.

• Sí – confirmo Kibum – lo sé. Lo hice yo, pero sólo era para que lo detuvieran rápidamente. Él nunca me haría daño.

• ¡No estés tan seguro! – gruño Minho intentando incorporarse y siendo tumbado nuevamente contra el capí – ¿Se puede saber por qué mierda has hecho que me detengan, Kibum? ¿Es que estás loco? – dijo irritado haciendo enfadar a Kibum.

• ¡Sí! ¡Debo de estar loco para dejar plantado a Siwon en el altar por ti y desear que me sacaras de allí antes de que cometiera un error! – gritó Kibum entre sollozos – ¡Debo de ser estúpido si al único al que me he entregado es ti, y el único con el que deseo pasar el resto de mis días eres tú!

• Pero, Kibum, yo no soy tu persona ideal, ¿recuerdas? – comentó Minho sonriente, encantado por la declaración de Kibum.

• Yo tampoco. He dejado plantado al novio ideal por ti y he robado ese auto de policía al pobre señor Seungki para poder encontrarte.

• ¿De verdad he sido el único hombre en tu vida, el único al que te has entregado? – pregunto Minho emocionado.

• ¡Eres increíble! Te confieso que te amo y tú de lo único que te preocupas es de que no me haya acostado con otros – dijo Kibum molesto.

• ¡Joven! ¿Acaba de confesar que robó un auto de policía? – intervino en ese momento el joven policía.

• Yo ya sabía que me amabas, solamente tenía que hacerte entrar en razón, pero los celos me mataban, durante años pensando que podrías estar con otros hombres. Y cuando llego Siwon lo vi todo negro al creer que podrías llegar a amarlo a él. ¡No sabes cuántas noches he pasado en vela persiguiéndote a ti y a Míster Perfecto a escondidas dispuesto a matarlo si te ponía un solo dedo encima!

• Por suerte para ti, Siwon es un caballero, un caballero al que no volveré a ver en mi vida y que estará eternamente enfadado conmigo.

• ¡Joven! ¡Debo arrestarlo por robar un auto a la autoridad! – declaró Kwang Soo intentando llamar la atención de los dos enamorados.

• ¿No querrás que yo me escape, verdad? – sugirió Minho intentando deshacerse del policía – porque si me sueltas para detenerlo, me liberaré y te puedo asegurar que yo soy mucho más peligroso que él – intimidó Minho al novato.

Así que, mientras Kwang Soo pedía refuerzos a la comisaria, los dos jóvenes continuaron con su conversación ignorando por completo la autoridad del muchacho.

• ¿Se enfadó mucho Míster Perfección cuando lo dejaste en el altar? – pregunto Minho interesado.

• ¡Qué va! Apenas se inmutó, pero entonces me contó lo de tu apuesta con él. Choi Minho, ¿cómo se te ocurre prometer que te irías del condado?

• Pensé que era lo mejor. Después de todo, recuerdo que desde niño intentabas que le largara de aquí.

• Sí, pero sólo yo puedo hacer que te vayas del condado y así se lo dije a Siwon antes de golpearlo.

Minho lloró de risa mientras asimilaba que su bonito y delicado Sr. Perfección le había dado un buen golpe a Siwon en medio de una iglesia atestada de familiares de éste.

Mientras Minho no podía dejar de reír y Kibum le reprochaba que se estuviera burlando de él, llegaron por todos lados autos conocidos del barrio hacia el lugar donde se encontraba la pareja con el objetivo de presenciar el final del espectáculo de ese día. Finalmente, ¿habría boda o no?

• Bueno, ¿Qué está esperando, muchacho? – grito Chang animando a Minho – ¡Tenemos la iglesia, los invitados, el banquete y al novio! ¡Únicamente nos falta el otro novio, porque el otro ha puesto todas sus cosas encima y se la largado después del puñetazo de Kibum!

• Por lo visto no le gustan los donceles arriesgados – comento Sung Su sonriente.

• ¡Venga! ¡Pideselo ya de una vez, que hemos tenido que amarrar al cura para que no se fuera a otra ceremonia! – grito impaciente Jonghyun.

• ¡Está bien, está bien! – tranquilizó Kibum pidiendo finalmente silencio – Choi Minho, ¿quieres casarte conmigo a pesar de que no sea perfecto y de que nos pesamos la vida discutiendo?

• Kibum, ¡él debería pedir tu mano en matrimonio y no al revés! – gritó Suzy, entre la risa de todos.

• Pero es que él me lo ha pedido muchas veces y yo no se lo he pedido nunca – se quejó Kibum ante la corrección.

• Estaré encantado de casarme contigo, Kim Kibum, en cuanto me suelte la policía.

• Lo siento, pero hoy no habrá boda. ¡Ambos están detenidos! Usted, joven, por robo de vehículo policial, y usted, señor, por resistirse a la autoridad –intervino el joven policía ante una multitud que no tardó mucho en enfadarse al ver los planes de boda frustrados.

Afortunadamente, Kang Seungki, el jefe de la comisaria, salió del auto de uno de los vecinos antes de que todo el barrio decidiera apalear conjuntamente al pobre novato.

• Kwang Soo, suéltalos a los dos antes de que me enfade. Todo ha sido un pequeño malentendido.

• ¡Pero, señor! Él – hablo el novato señalando a Kibum – le robó el auto.

• No, yo se lo presté – mintió descaradamente el bueno hombre.

• Y él ha sido acusado de robo y resistencia a la autoridad.

• Ha habido un error en los archivos: esa camioneta es suya y estoy seguro de que, en cuanto lo sueltes, se disculpara.

• Pero la ley dice...

• ¡Kwang Soo! – gritó Seungki – ¡Suéltalo si no quieres que te degrade!

El novato soltó a Minho no sin protestar y refunfuñar, así como recitar todos y cada uno de los cargos de los que podía acusarlo.

Cuando Minho se vio al fin libre, corrió hacia Kibum y lo estrechó con fuera entre sus brazos. Él le tendió el anillo que tenía grabado sus nombres y él se lo puso, prometiéndole la eternidad.

• Para mí siempre has sido perfecto – comentó Minho antes de besarlo apasionadamente delante de todos.

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εїз ~ εїз ~ εїз ~ εїз ~ εїз ~ εїз ~ εїз ~ εїз ~ εїз

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La boda de Kibum y Minho se celebró 4 horas más tarde de lo previsto. Se decidió por unanimidad que era el enlace más extraño que jamás se había llevado a cabo en ese barrio o incluso en todo el condado: los adornos florales estaban estropeados, los lazos que adornaban los asientos se hallaban casi todos caídos, y la orquesta y el coro habían desaparecido junto con los elegantes invitados del anterior novio.

Tuvieron que convencer a un amordazado sacerdote de que no era un barrio loco ni peligroso y que tenía que unir a esa feliz pareja por el bien de todos. El padre de Kibum lo acompaño al altar junto con su inseparable escopeta.

• Appa, no hace falta que lleves el arma – dijo Kibum al verlo cargar con él – Minho me ama y nunca huiría de nuestra boda.

Onew se limitó a sonreír a su hijo mientras le advertía en voz lo suficientemente alta para que todos lo ayeran.

• No es para obligar a Minho, hijo mío, es para ti.

Kibum refunfuño algo sobre su ingrata familia mientras miraba al novio. No iba perfectamente vestido: sus jeans estaban gastados y sucios, pero se veía increíblemente sexy con esos pantalones ceñidos a sus fuertes y largas piernas, y su camisa arrugada; pero que definía su torso marcado; además, su rostro lucía alguna que otra mota de polvo.

No obstante, era el adecuado para él, porque en esos momentos sólo podía pensar en lo feliz que sería a su lado el resto de su vida.

Después de la ceremonia, todos celebraron una gran fiesta en la que cada uno de los vecinos recordó alguna de las travesuras de los novios. Después de cortar la torta, finalmente Sung Su hizo traer la pizarra de su bar al local del festejo.

• Bien – comenzó – Seung ganó la apuesta acerca del momento en el que Kibum rompería el enlace con Míster Perfección – Seung elevó las manos como vencedor ante los abucheos jocosos de los vecinos.

• Kim Hyunjoong fue en único en decir que Kibum golpearía a Siwon – Hyunjoong se levantó e hizo una reverencia mientras comentaba:

• Estaba totalmente seguro de que mi hermanito no me defraudaría.

Sung Su siguió con su repaso de las apuestas tras las risas de todos al recordar el instante exacto en el que Siwon cayó redondo al suelo.

• Mi Sook vaticinó que su nieto seria arrestado – dijo Sung Su jocosamente – Pero eso es algo que casi todos habíamos previsto para este glorioso día; únicamente Kim Jonghyun presagió que su hermano también sería arrestado. Para finalizar – continuó Sung Su – Choi Minho apostó hace meses 20 millones 409 wones de que Kibum a que se casaría con él. Así que ahora, Choi Minho, tienes en tu poder 51 millones 881 mil wones, en parte gracias a la amable generosidad de Míster Perfección.

Todos rieron felices ante la suerte de los novios en lo que había empezado como un pequeño pasatiempo en la pizarra de Sung Su.

La boda termino con unos maravillosos brindis por parte de todos. En mejor de ellos fue, sin duda, el de Kim Jonghyun, quien alzó la copa sonriente y pronunció felizmente mirando a su hermano menor:

• ¡Por las varones imperfectos!

Todos los varones estuvieron de acuerdo con él, pero muchas mujeres y donceles dudaron a la hora de alzar la copa.

Ante la insistencia de Kwang Soo, el novato, al final de la celebración los recién casados, fueron condenados a arresto domiciliario durante una semana en la maravillosa casa que Minho renovó para que sea su hogar junto a Kibum y sus hijos.

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Continuara...  

Rana Azul... Adaptación al MINKEYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora