Rana Azul... Adaptación al MINKEY

CAPITULO 08

  Cuando Minho se fue a la universidad todos en Ongjin_gun pensaron que la vida volvería a ser igual de monótona que antes; Kibum se transformó de nuevo en el Sr. Prefecto y ya nadie conseguía alterarlo. Todo el año transcurría pacíficamente hasta que llegaban las vacaciones, porque, cuando Minho retornaba a casa, la guerra entre los dos continuaba como si el tiempo no hubiera pasado.

La larga tregua daba la distancia se acababa en cuanto volvían a verse de nuevo, y mientras Minho saludaba a su rubio vecino con un "Hola larguirichu, ¿te ha salido algo atrás ya?", y el rubio respondía "Idiota descerebrado" mientras le arrojaba una zapatilla a la cabeza.

En ese preciso momento era cuando los vecinos del barrio volvían a apostar sobre si Kibum osaría tener novia cuando Minho regresara, novio que desaparecía misteriosamente, o sobre si Minho se le ocurriría traer a un doncel o chica con él cuando regresaba al condado, persona que lo abandonaba en pocos días.

Así, las apuestas de vacaciones pasaron a tratar sobre cuánto tiempo tardarían en espantar a la pareja del otro y cuál sería el primero en conseguirlo.

El primer año ganó Minho tras aterrorizar al pretendiente de Kibum haciéndole creer que él era realmente un loco homicida que ya se había desecho de varios de los novios del rubio. El hacha y la sangre pegada fueron motivos muy convincentes para que el joven Dong Woon saliera corriendo de la vida de Kibum sin volver la vista atrás.

El segundo año fue sin duda el mejor, pues todos celebraron que Kibum vencería.

Cuando Minho tenía 20 años y Kibum apenas había cumplido los 18, en las vacaciones de verano un rubio doncel muy engreído acompaño a la Rana Salvaje de Ongjin. El odio fue mutuo: en cuanto Ren pisó el condado y llego al barrio, lo odió con toda su alma, y en cuanto los vecinos lo conocieron a él, y lo detestaron profundamente.

Se trataba de un joven mimado y egoísta que se quejaba por todo, que no pedía, sino que lo exigía, y que pretendía que todos estuvieran pendientes de él. Sólo duró en el barrio 6 horas, y eso porque Sr. Prefecto estaba fuera haciendo unos recados para la obra de teatro del festival de verano.

Cuando Kibum estaciono su destartalado auto junto al negocio de Onew, apenas prestó atención al rubio vestido con ropa escandalosa y llamativa, al que todos miraban con odio que se hallaba en esos instantes hablando por su celular de última generación con algún amigo.

Pero cuando pasó por su lado y lo oyó nombrar a Minho, puso sus cinco sentidos en espiar la conversación que mantenía mientras andaba muy lentamente hacia la entrada del local.

• Si, Minhyun, sólo tengo que decirle que estoy esperan un hijo suyo, y como es un educado caballero, seguro que se casa conmigo. Choi Minho tiene un gran futuro como jugador. Si lo engancho ahora, no tendré que competir con otras zorras o buscones... – tras una pausa – Por supuesto que no estoy embarazado, meses después de la boda le diré que perdí al bebé y asunto arreglado...

Kibum había escuchado lo suficiente como para saber que en menos de una hora ese rubio saldría corriendo del condado, si se daba prisa. Cuando Kibum termino de repartir los folletos para la función del teatro de ese año por todo el barrio, busco a Leo, un niño inquieto pero muy lindo de 5 años que actuaría ese verano por primera vez.

Mientras lo llevaba a tomar un helado con el permiso de su madre, quien se encontraba en esos momentos en el local de Onew mirando algo de una pizarra, le comentaba al pequeño lo importante que era su papel en la obra.

• Verás Leo, tú será el hijo, por lo que vamos a ensayar y si lo haces bien te compro un helado de tres bolas.

• ¡Sí, tres bolas! – grito emocionado el niño – omma sólo me deja comer 2. ¡Cool!

Los varones eran muy previsibles a cualquier edad: "cuanto más fácil, mejor", pensó Kibum antes de toparse con la feliz pareja en mitad de la calle.

• Mira, ahí está tu padre, ¡a actuar! – animo Kibum al niño mientras señalaba a Minho con el dedo.

Y Leo, muy inspirado, corrió hacia Minho y agarrándose de su pierna comenzó a sollozar y gritar a pleno pulmón.

• ¡Appa! ¿Por qué me abandonaste? ¿Fue porque fui malo? ¡Appa vuelve, no me dejes solo otra vez...!

Minho miraba asombrado al niño que se agarraba de su pierna sin saber qué hacer, ni por qué le decía esas cosas, hasta que apareció Kibum en escena.

• ¡Vamonos Leo, tu padre no quiere saber nada de ti! – exclamó enfurecido mientras separaba al reticente niño de la pierna de Minho, y continuó - ¡No has tenido la decencia siquiera de llamar y preguntar por él! ¡No me has pasado ni un centavo mientras cuidaba de tu hijo! ¡Te casaste conmigo por nuestro hijo, pero en cuanto tuviste la oportunidad de irte del condado no miraste atrás! ¡Y ahora vienes con este fulano y te paseas con ella por todo el lugar! ¡Te juro que cuando ganes el más mísero centavo te lo voy a quitar todo! – gritaba Kibum en la cara de Minho dejándolo mudo de asombro, quien, no supo que decir, simplemente guardó silencio.

Kibum se fue con paso enfurecido a la vez que el niño era arrastrado por la calle mientras no dejaba de gritar.

• ¡Appa, te quiero no me dejes!

En cuanto los dos entraron en la heladería de la señora Park, sus rostros se tomaron sonrientes mientras se tomaban sus helados junto a la ventana a observar el espectáculo. La señora Park, por primera vez en años, también se sentó y dejo de trabajar.

• ¡Te juro Ren, que no estoy casado ni tengo un hijo! Ese es mi vecino lovo, que siempre que tiene oportunidad me fastidia con alguna de sus bromas. Pregunta a cualquiera del barrio y veras – rogo Minho a su enfadado novio, que estaba dispuesto a marcharse en ese mismo instante con el coche que habían alquilado.

• Mira,ya verás – dijo Minho, mientras paraba al Señor Jung Woo y le preguntaba – ¿Diga señor Jung Woo estoy casado y tengo hijos?

La respuesta que recibió no fue la que esperaba, y ante un asombrado Ren, el señor Jung Woo le dijo:

• Claro que estas casado Minho, con Kibum, y tienes un hijo de 5 años que se llama Leo.

Ren, enojado, le pego en la mejilla, cogió las llaves del auto y se marchó dejando atrás a un confundido Minho. El moreno asombrado, se volvió hacia el señor Jungwoo y le pregunto.

• ¿Por qué ha dicho eso, señor Jungwoo?
• Porque este año en la función de teatro te toca ser el esposo de Kibum y el padre de Leo, y como Kibum no le quedan folletos nos pidió que te lo dijéramos en cuanto te viéramos – aclaro el señor tendiéndole un folleto.
• ¡Oh, Sr. Perfecto, ésta me la pagas! – murmuro Minho mientras estrujaba el folleto

Todos en el barrio estuvieron pendientes durante días de la posible revancha de MInho, pero ésta nunca llego y todos se preguntaron por qué...

εїз ~ εїз ~ εїз ~ εїз ~ εїз ~ εїз ~ εїз ~ εїз ~ εїз

Minho estaba agachado junto al destartalado auto de Kibum, que estaba estacionado descuidadamente en el jardín delantero de su casa, dispuesto a desarmarlo pieza por pieza cuando óyo en mitad del silencio de la noche como Sr. Perfecto se sentaba en la entrada de su casa con una soda en sus manos. Su hermano Jonghyun no tardó en reunirse con él, molesto.

• ¡Lo que le has hecho a Minho no tiene nombre! ¡Nunca jamás volverá a ver ese joven! ¡Si tenía alguna posibilidad de tener una relación seria con él, tú la has destrozado!

• Créeme Jongg, ese chico no le convenía – dijo Kibum muy convencido.

• Tú no eres el más indicado para decir lo que le conviene o no a MInho.

• Todo el pueblo lo detestaba, era mimado, ególatra y oportunista...

• ¡Pero a quien le tiene que gustar es a Minho, no al pueblo!

• Entonces, según tú, me tengo que quedar quieto y de brazos cruzados mientras MInho comete el peor error de su vida – indico enfadado.

• Dame una sola razón por la que no debo ir a buscar a Ren y decirle al verdad – exigió Jonghyun muy convencido de que no habría ninguna que fuera de su agrado.

• Oí una conversación que Ren tenía por celular con algún amigo suyo...

• Y por unas palabras fuera de contexto en las que decía algo que no te gustó le has echado del condado... ¡Vamos! ¡Dime qué era eso tan terrible que le contaba a su amigo! – exigió nuevamente Jonghyun a la espera de demostrar que él tenía razón.

• Ha, casi nada; solo que Ren le explicaba a su amigo que iba a atrapar a Minho con un embarazo ficticio, ya que era un jugador con un futuro prometedor al que debería de asegurar atrapar ahora, antes de que otros o otras se le adelantaran – contestó Kibum orgulloso al ver la cara de su hermano cambiaba de satisfacción a horror.

• ¡Por Dios! ¿Eso es cierto, Key? – quiso saber Jonghyun, asombrado.

• Tú ya sabes que siempre te he dicho la verdad cuando me has preguntado sobre las cosas que le hago a Minho.

• Entonces tienes que decírselo, Key. Tienes que decirle antes de que él haga algo y quiera tomar revancha.

• ¿Para qué? ¿para qué no me crea?, ¿para que dude de si es otra broma de las mías para joderlo? No, no pienso decirle que ese fulano iba sólo por su dinero. Eso lo lastimaría y yo no soy tan cruel. Además, es muy poco imaginativo a la hora de tomar revancha. Lo más posible es que la tome contra mi auto, al que no le queda mucho tiempo de vida – dijo Kibum antes de desear a su hermano buenas noches y entras a la casa.

• Key – llamo Jonghyun haciendo que su hermanito detuviera sus repentinos pasos por entrar – ¿Tú odias a Minho a lo quieres?

Kibum se rió de su hermano antes de contestar.

• Digamos simplemente que no es el más adecuado para mi lista – cuando Jonghyun se quedó solo en la entrada dela casa, se preguntó pensativo en voz alta.

• ¿Qué habrá querido decir con eso?

No esperaba respuesta alguna, por eso se sobresaltó al escuchar la voz de su amigo gruñir detrás del auto de Kibum.

• ¡Maldita lista estúpida!

• Minho, ¿eres tú? – pregunto Jonghyun a la espera de que su amigo se diera a conocer, y así fue: Minho salió de su escondite detrás del auto.

• Lo has oído todo, ¿verdad? – quiso saber Jong a la espera de una confirmación.

• Sí, desde el principio hasta el final.

• Entonces, ¿qué vas a hacer?

• Antes que nada, arreglar el destartalado de tu hermano, y después mejorarlo. Tiene los neumáticos flojos, los limpiaparabrisas rotos y las ventanas...

• No me refería a eso – señalo descontento Jonghyun ante la respuesta de su amigo.

• Ya lo sé – repuso Minho antes de volver hacia su casa en busca de más herramientas.

Continuara...