Muchas gracias miedo

Cap 1

Iba yo de camino hacia esa famosa escuela, bueno más que ir yo, iba mi hermano sujetando mi silla de ruedas, el tramo era sencillo, una rampita por aquí , unos cuantos giros a la izquierda y finalizando con uno a la derecha, ¿parece fácil verdad?, pues si lo era, hasta que llegamos a la entrada de la escuela, y ahora es cuando yo me hago una pregunta, ¿por que coño ponen escaleras en la entrada de un centro para discapacitados? En fin... siempre lo mismo, mi hermano pedía ayuda a el que tuviera al lado y juntos me subían cada uno sujetando un lado de la silla hasta dejarme en la entrada, luego venía una señora cuarentona con unos tacones de 10cm de altura, que todos los días se tropezaba con el pequeño bordillo que había al entrar al edificio, (o al salir), mi hermano se iba, la señora que por cierto se llamaba Julia, me llevaba a el recibidor y ahí esperábamos todos a que saliera George, el profesor especializado, a decirnos que entráramos, bueno, más que a decirnos, lo que hacía era meternos, con ayuda de Julia, (muy maja pese a todo por cierto), una vez dentro y puestos cada uno en su sitio, comenzábamos la clase, no era una clase normal puesto que todo el edificio estaba dividido en grado de dificultad, y de problemas, yo estaba en la mitad más o menos, y en esa clase lo que se hacía era leernos y comentar lo que nos habían leído , nada del otro mundo, más tarde, salíamos y nos llevaban hacia una especie de comedor donde siempre se seguía la misma rutina durante todos los días: arroz, verdura, carne, legumbres y pizza, excepto para los alérgicos claro, yo me sentaba todos los días con mis dos amigos y mi amiga, uno era Peter, alto, rubio, fuerte pero con un coeficiente de 70, el más normal de todos, luego estaba David, todo lo contrario a Peter, él era bajo, moreno, débil y con una inteligencia superior a la de Einstein, y por último allí estaba, Sarah, inteligente, guapa, y ciega, juntos formábamos un grupo inseparable, vamos la película soñada, la idealización perfecta, pero en todo bien siempre hay un pero y este era que no vivíamos en una película , sino en la realidad, en esa realidad en la que los políticos nos gobiernan y juegan con nosotros como si de unas marionetas nos tratáramos, en es sociedad en la que es imposible mirar al frente y no ver inconvenientes, pero bueno, después de todo, vivimos en esta y hay que adaptarse. A las 5 de la tarde venía mi hermano con su coche y me llevaba de vuelta a casa, agotado me metían en la cama y me dormía , así todos los días, pero ese día no fue así, llegamos a la escalera y mi hermano me intento subir solo puesto que no había nadie para ayudarle, pero al subir mi hermano tropezó y soltó la silla de ruedas, caí 8 escalones dando vueltas y tuve la mala suerte de que la silla cayera encima mío, me quede en coma, y lo poco que tenía , se vino abajo.