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--"Sería tan fácil escapar"--.

Recuerdo esta conversación, fue hace muchos años. Debe ser la primera vez para él, me arde la pureza del agua sobre la carne de mi brazo, aprieto los dientes y mantengo el silencio.

Sus ojos grises me escanean suavemente la cara antes de volver a concentrarse en mi hombro derecho.--"Podríamos vivir en el bosque, sabemos cazar. Sobre viviríamos"--.

--"¿y que pasa con nuestras familias?"--me siento casi un robot siguiendo ese recuerdo viejo con partes nuevas, Gale deja de limpiar mi herida y puedo sentir sus dedos trémulos sobre mi piel, su tacto es frío y trato con todas mis fuerzas de no apartarle--"¿Has pensado en eso?"--

--"Los llevaríamos con nosotros"--

--"¿Prim viviendo en el bosque? Es ridículo"--nadie dice mas, puedo sentir como se concentra en cambiar los vendajes en mi hombro.

--"¿porqué lo hiciste? El panadero y tu jamás se han dirigido tan siquiera dos palabras"--empieza apretando la herida mas de lo que debía--"¿Porque defenderlo?, el agente de paz te ha hecho un buen tajo en el hombro"--.

Me obligo a no rememorar pero los flashes vienen sin petición alguna. Puedo verme a mi misma darle un certero derechazo a la señora Mellark ante la sorpresa de Peeta y el espanto de Prim. También recuerdo como su grito de indignación atrajo agentes de paz al jaleo, tome a Prim en mis brazos y trate de jalar al rubio.

<<¿¡Que esperas Katniss?! ¡Corre!>> él se negó a seguirme, esa frase se me hacia extrañamente familiar. Sin dudar dos veces corrí con Prim en brazos hasta la veta, uno de los guardias de paz me había lanzado un cuchillo que hirió mi hombro derecho. También recuerdo a Prim llorar sobre mi regazo, asustada y arrepentida. Gale llego a los pocos minutos, mi madre parecía sumida en su mente cuando vio la sangre en mi camiseta y parte de mi cuello, así que dejo al moreno encargarse.

--"Porque no era justo"--explico--"él nos defendió y su madre lo golpeaba. ¿Que clase de persona hace eso?"--

--"¿Y desde cuando te importa?"--ignoro su mirada de reproche, él termina su trabajo y se aleja como si tuviese la lepra--"En realidad espero mejores, hasta mañana Catnip"--. Su espalda grande y robusta se pierde por la sala hasta el umbral de la puerta.

Doy un largo y pesado suspiro--"Hasta mañana, Gale"--sin duda esto es más complicado de lo que recordaba.

[..]

Las piernas me ardían, cada paso se sentía como si caminara sobre vidrios que se clavaban en mi piel. Los pantalones estaban algo llenos de tierra, y las botas iban con la misma suerte. La plaza estaba abarrotada de gente yendo y viniendo, los niños corrían alrededor de los objetos de tortura.

Escalofriante.

--"¿Te sientes mejor?"--habla mi acompañante, llamando mi atención debo alzar la cabeza para verle. Lleva en sus hombros el ciervo que cazamos hace media hora.

Le sonrio--"Si, no te preocupes. Solo estoy un poco distraída"--contesto vacilante, él asiste y se dedica a cargar al pesado animal, hasta que llegamos al quemador.

Sae nos recibe con su sonrisa faltante de algunos dientes, el lugar es lúgubre y las paredes con mucho esfuerzo se mantienen en su luga--"Niños ¡Que alegría veros!"--dice--"¡Oh! Ciervo, al fin, creo que mis clientes ya se habían cansado de tanta ardilla"--bromea, Gale sonríe y con la ayuda del nieto de Sae, Alex, colocan al animal en una mesa platiada y algo llena de sarro.

--"¿Lo de siempre señora Sae?"--

--"Niña, tengo unas monedas para ti y tu novio."--ríe--"Sé que siempre les doy un intercambio, pero vamos bastante bien y esta vez les daré dinero real"--

THG: Oculto tras el sauce.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora