S e t e n t a

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Termino de escribir el mensaje, y apago mi computadora. Mis padres han salido a cenar y estoy sola en la casa, como casi siempre. Doy un largo suspiro, en eso suena el timbre. Ceñuda bajo las escaleras para abrir la puerta, no espero a nadie.

-¡Lia!- chilla alguien que se me tira encima haciendo que caigamos al suelo.

-¿Hola? ¿Quién...?- en eso veo cabello azul con una piel morena -¡BLUE!- grito emocionada.

-¡Siiii!- nos abrazamos muy fuerte aun en el suelo.

-¿Pero qué...?- oyó a mi padre decir.

-¡Patrick!- saluda Blue.

-Oh, eres tu Blue- sonríe mi padre.

-¡He vuelto de Austria! ¿Y Erica?- pregunta.

-Aquí detrás- contesta desde afuera mi madre.

Blue se para y me ayuda a ponerme de pie, les da un abrazo a mis padres y les pregunta cómo han estado. Mi madre la invita a cenar por supuesto.

Pongo la mesa y cuando está todo listo nos sentamos a comer.

-¿Has conocido a algún chico?- curiosea mi madre.

-Si...- yo diría un hombre más que chico.

-Oh, ¿Cómo se llama?

-Adrien...

-Qué lindo nombre- sonríe mi madre.

-¿Cómo es Austria?- cambia de tema mi padre.

-Es precioso, los edificios son maravillosos. Me encanto, no tengo palabras. Hacer ese viaje fue realmente increíble, creo que a Lia también le gustaría. De hecho... tenía pensado invitarla a recorrer Europa- propone.

Es ahí cuando escupo el jugo que estaba tomando.

-¡Lia!- regaña mi madre.

-Perdón, perdón, ya voy a buscar un paño- corro a la cocina para limpiar el desastre que he causado.

-Bueno, como decía, pienso que sería genial el que me acompañara. ¿Les parecería la idea?

-Ehhhh- mis padres se miran entre ellos –Supongo que...podría ir...

-¡Sí!- chillo y me tapo la boca.

Mi padre ríe.

-Con la condición de que cada tanto nos digas como estés, no quiero saber que te han secuestrado como en Misión Implacable- arquea una ceja.

-¡Las condiciones que pongas! ¡Las cumplo todititas!- aseguro.

-Bien- suspira rodando los ojos.

-¡Gracias, gracias, gracias!- lo abrazo y palmea mi espalda.

-¿Cuándo partirían?- pregunta mi madre.

-Yo diría que mañana- declara Blue.

Vuelvo a escupir mi jugo.

-¡Lia! Ay, señor. Dame paciencia...- dice negando con la cabeza mi madre.

-¡Perdón!- hago un puchero, ahora tengo que volver a limpiar.

(...)

-¿Puedes creer que mañana viajamos a Europea?- digo emocionada pero solo recibo un ronquido como respuesta -¿Blue? ¿Estas despierta?

-No- gruñe con los ojos cerrados y la sacudo.

-Vamos, no seas así.

-Quiero dormir, mujer- bufa dándose vuelta para mirarme –Si, Lia. Puedo creer el que viajemos a Europa, ¿Ahora puedo descansar en paz?

-Amargada- le saco la lengua.

-Calla, igual me amas- repone con un bostezo.

-Tonta- ruedo los ojos y vuelvo a oír ronquidos. Me doy por vencida y me duermo también.

(...)

-Mi bebe está creciendo- llora mi madre.

-Mama- me quejo –Me estas avergonzando...

-¡Es mi deber como madre hacerlo!- lloriquea de nuevo.

-Ay, Mama. No me va a pasar nada- ruedo los ojos y la abrazo.

-Más te vale- replica molesta.

-Sí, sí.

-Te quiero mucho, cuídate mucho, recuerda echarte bloqueador y...

-¡Mama!- digo ruborizada.

-Ya, ya. Dale un último abrazo a tu vieja y puedes irte- hace un puchero, vuelvo a abrazarla.

-¿Y yo que? ¿Soy invisible?- protesta mi padre.

-¡Son igual de llorones ustedes!- reclamo y lo abrazo fuerte.

-Te voy a extrañar, papa.

-Yo igual, pequeña demonio- me revuelve el cabello.

-¡Tengo diecisiete! No soy pequeña- refunfuño.

-¡Ya vete!- ríe y sacude su mano en forma de despedida.

Camino hacia Blue con una sonrisa,

-¿Lista?- pregunta arqueando una ceja.

-Más que nunca- digo segura y asiente con la cabeza.

(...)

Veo a través de la ventanilla el paisaje, ya está oscureciendo allá fuera. Me siento al triste al irme, pero a la vez creo que me hará bien estar algún tiempo afuera. Para despejar mi mente, supongo.

-¿Lia?- dice Blue sacándome de mis pensamientos.

-Dime- contesto ensimismada.

-¿Por qué nos has querido decirle a Evan?- pregunta.

-Yo...odio las despedidas, y no me gustaría decirle adiós.

-Entonces dile un hasta pronto- sonríe.

-Si...si eso hare.

-Pero creo que tendrás que hacerlo en Europa, mira que el avión ya despega- me advierte –Ya no hay vuelta atrás, Lia.

-Lo sé, y no quiero que la haga.

Messenger LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora