Mientras llego al último escalón, oigo un murmullo de voces junto con el susurro un tono más alto de mi madre. Todo viene desde el comedor formal que comunica con nuestro pasillo grande de enfrente. Ruedo mis ojos, pensando que mis padres debieron de haber invitado a más personas para el brunch del domingo. Siempre hacen eso.
Imagínate. Tengo toneladas para decir y ahora tendré que esperar. Lo que es peor, ¿no podrían haberme avisado? Sigo usando pijama.
Qué vergüenza. Dando la vuelta, me muevo paraescapar de nuevo por las escaleras y cambiarme, pero mi mamá me ve primero.
—Jess. Bien —el rostro de mamá se ve apretado. Ella tampoco tiene el apoyo, la mirada llena de simpatía que yo estoy esperando después de nuestro momento compartido la noche anterior.
Sólo tomo unos segundos para descifrar la razón detrás del cambio de actitud: Mamá está sosteniendo mi iPhone. Desde lo que puedo ver de la pantalla iluminada realmente, es que ahora está completamente cargada. Y puedo decir desde aquí que está en mis mensajes de texto.
Demasiado para los minutos fugaces cuando pensé: ¡Que no tenía miedo de nada nunca más!
Mi mente tambaleándose con las posibilidades de lo que ha leído. No tengo ni idea lo que está ahí.
Si mamá ha leído algunas de las conversaciones entre Gray y yo, entonces ha visto probablemente los incómodos mensajes de amor que él había enviado después del hospital. ¡Los mensajes que ni siquiera he visto todavía!
Esos no son una gran cosa porque parecerán legítimos. Apoyarían mi demasiada rápida, demasiada pronta rota historia. Pero Dios. ¿Quién sabe qué locura de mensajes de textos habría intentado enviarme anoche? Estoy segura de que no pudo resistir enviar algo.
Lo que significa... si ellos vieron esos mensajes, entonces he sido delatada.
Necesito leer lo que hay en ese teléfono para conseguir mi historia resuelta.
Voy por una expresión calmada combinada con una voz firme.
—Oh, encontraste mi teléfono. Genial. ¿Puedo tenerlo?
—No tan rápido. Tu hermana conectó esto para ti esta mañana. Fue tan loco con los mensajes entrantes, tu padre y yo pensamos que había sido tomado por una de esas cosas de virus.
Kika está bajando las escaleras detrás de mí, pero se detiene en el tercer escalón de la parte inferior como si estuviera demasiada temerosa de acercarse. Le disparo una mirada. ¿Lo dijo? Si lo hizo, ¡entonces eso cambia mi historia aún más! Pero si ella no lo hizo... si ella está allí de pie para escucharme confesar como prometí entonces...
Mis ojos se sienten atraídos por un movimiento en la puerta del comedor.
Dios. ¿Qué MIER...? Oh... ¡No! No. No. No.
Un Entrenador Williams viéndose estresado sale del comedor seguido por mi padre.
—Esto es simplemente perfecto —digo—. Perfecto.
Me empujo pasando a mi mamá y volteo para hacer frente a todos en el pasillo delantero.
—¿No pudieron ustedes chicos al menos haber hablado sobre mi en frente de mi propia cara?
El entrenador Williams se aclara la garganta.
—Apenas habíamos comenzado. Es por eso que te llamamos para que bajaras.
—¿Significa esto que no estamos teniendo panqueques? —preguntó, sacudiendo la cabeza hacia el entrenador Williams y trabajando para cubrir la ira extrema que amenaza con estallar a la superficie.
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Almost
Teen FictionEn una fiesta de primer año que ya no recuerda... Casi violan a Jeas Jordan. .-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.- Almost es una historia escrita por Anne Eliot, escritora de novelas juveniles. Derechos de autor reservados.