¿Ella recuerda? ¿Ella me recuerda?
—Debería haberla dejado sola. No puedo aprender. Nunca aprendo —dije, ni siquiera intentando
susurrar mientras la bilis se depositaba en la parte posterior de mi garganta... más con cada paso que Jess Jordan daba en mi dirección. No podría estar más feliz por las luces que se encontraban apagadas en el vestíbulo de Geekstuff.com. Al parecer porque es domingo, nadie me espera para recibirme por la entrevista.
Para recibirnos. Mierda. A mí y a Jess Jordan.
Me estremezco, odiando la idea de estar atrapado en esta habitación con ella.
Quité de mi mente las imágenes de la fiesta que cambió... no... arruinó nuestras vidas como estudiante de primer curso.
¿Ella recuerda? ¿Ella me recuerda?
—Hice algo bueno al despertarla —dije aún más fuerte. Como si el ruido pudiera ahogar mis pensamientos, ocultar mi cobardía y deshacer lo que hice mal en el estacionamiento. Lo que no hice bien en la fiesta de hace años...
Mis brazos se ponían de piel de gallina mientras repetía la promesa que le había hecho a los padres de ella hace tres años: Mantente fuera del radar de Jess Jordan y no te acerques a ella. Nunca. Una promesa que mantuve religiosamente por tres años —hasta hoy.
Por supuesto que la mantuve. Su psicópata madre me dijo que si me aproximaba a Jess, la chica sufriría un grave contratiempo. Un flashback, o... algo terrible.
Habría prometido algo antes en ese momento. Demonios, ofrecí hacer algo mejor, pero sus padres no me dejaron. Ellos sólo querían que estuviera fuera del camino de su hija. No podía arriesgarme a que Jess sufriera más dolor, por eso accedí a nunca acercarme a ella.
¡Solo, mierda! Sólo hice algo más que aprovecharme de ella. Accidentalmente asusté el infierno dentro de ella. Luego, parpadeé hacia ella como un enorme estúpido. Y corrí. No olvidemos ese movimiento con clase.
Mi mochila está pesada. Llena de fingidas ideas de productos requeridas para la entrevista de hoy. Las mías eran de discos de hockey en varios tipos de grabado. Estoy seguro de que apesta, pero no quería aparecer con las manos vacías. ¿Cómo saber si eso sonó como una bomba explosiva cuando golpea el Jeep de ella? No es como si lanzara mi mochila dentro de vehículos al azar para probar el sonido que haría.
Ella se está acercando. Tragué escaneando el cuarto en busca de señales de salida.
—Si la hubiera dejado allí inconsciente. Si me hubiera alejado... ¿Entonces qué? —Enmudecí, dando un rápido vistazo sobre mi hombro para comprobar que seguía solo. Lo consideré dejándolo otra vez, pero esto me ponía furioso conmigo mismo e injusto, por ella.
Quiero esta pasantía. No puedo permitirme alejarme de unos pagos de $8000 y perfectas horas de trabajo. YO ¡Esto es sobre mí! Yo. Yo. Yo.
No sobre Jess Jordan.
Imaginé que Jess había estacionado detrás de los contenedores de basura para algún tipo de ataque sorpresa. Al menos ella había tratado de ojo a la competencia. Es por es que me aparecí antes. Voy a admitirlo. Esperaba encender su foco. Dejarle saber a Jess que su auto había sido visto.
Pero entonces... demonios. La vi. Durmiendo fuera en ese Jeep, con manta y todo. Actuando como si no tuvieran ninguna preocupación en el mundo.
Debí haber sido golpeado con una locura temporal. Eso, o algún imán gigante alienígena me había sacado de mi coche y llevado hacia su lado.
Había estado tan perdida, me pasé tres buenos minutos asomándome por encima de su tablero observándola respirar. Todo el tiempo, traté de convencerme de dejarla allí. Jess, faltando a la entrevista, habría sido mi regalo personal del destino. Un regalo bien merecido luego de haberme comido todas esas tonterías a causa de ella —aquella noche— en esa fiesta.
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Almost
Dla nastolatkówEn una fiesta de primer año que ya no recuerda... Casi violan a Jeas Jordan. .-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.- Almost es una historia escrita por Anne Eliot, escritora de novelas juveniles. Derechos de autor reservados.