Muertos

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Las personas que queremos son las que suelen hacernos daño, porque solo ellas tienen el poder de utilizar nuestros propios sentimientos en nuestra contra.
Aunque suene irónico tiene sentido.
Aunque tenga sentido no podemos evitar que nos duela.
Porque duele.
Porque quema.
Y solicito un minuto de silencio por todos esos corazones rotos.
Por esas personas desdichadas que viven una vida monótona carente de respuestas.
Por todas las esquelas de aquellos que ya no están.
Por el dolor
Que no mata
Pero remata.
Ojalá un día el ser humano cambie de táctica, y sea capaz de ser fuerte sin la necesidad de sufrir.
Porque nunca sufriremos lo suficiente para volvernos inmunes al dolor, y no merece la pena sufrir hasta el punto en el que nuestro corazón endurezca.
Porque aunque deje de doler, también dejamos de sentir, y es en ese momento en el que podemos declararnos muertos.
Aunque inhalemos oxigeno
Aunque sintamos el frío
Aunque nuestras células sigan su curso.
Estamos muertos, sin la necesidad de ataúdes ni rosas.
Estamos muertos.

Crónicas de un corazón rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora