Me levanté de un salto y lo miré. -Es el momento- dije mientras su mirada de incomprensión se acentuaba.
-¿De qué exactamente?- preguntó minucioso mientras ensanchaba una sonrisa de incertidumbre. -De vivir- respondí. El alzó una de sus pobladas cejas. -¡Deja de mirarme como si estuviera loca! -exclamé risueña mientras daba saltos de exaltación.
-¡Es que no entiendo nada! -rió extrañado de mi repentina euforia.
Me calmé y me volví a sentar a su lado, buscando las palabras adecuadas a mi explicación. -Esto va a sonar loco pero.. he pasado demasiado tiempo estancada en la idea de planificar y dirigir mi vida, como si de una película se tratara, y me frustraba al no encontrar mi reparto ideal, a que nadie siguiera sus guiones, a que los momentos felices nunca fueran felices.. ya me entiendes. He estado tanto tiempo obsesionada con la perfección que me ha limitado como persona- Sus facciones se convirtieron en una seriedad absoluta, pero no negativa. Con una mano se acariciaba el pelo mientras la otra reposaba en su mejilla. -Siempre has sido una chica inusual, con demasiado miedo a todo y con unas inseguridades persistentes. Sabía perfectamente que decías que te gustaba la soledad, pero a la vez tenías miedo de que fuera para siempre.- Miré al suelo y no pude evitar sentir algo de vergüenza al saber que alguien había visto tan evidentes todos y cada uno de mis pensamientos, pero estaba bien, puesto que estaba lista para un cambio. -Me alegra verte así tan feliz.
-Gracias. -sonreí melancólicamente.
El me abrazó, como forma de despedida. Aunque no era un adiós, si no un "hasta pronto"
Simplemente no era el momento.
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Crónicas de un corazón roto
PoezieEl suspiro de todos esos pensamientos que abordan mi mente cuando está casi dormida Mi respiro Este es un recopilatorio de todas las veces que expreso mi forma de pensar mediante una poesía libre, o un intento de ésta Todos los textos que incluye so...