lágrimas reprimidas

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Y lloré. Lloré por todas las veces que había reprimido mis lagrimas en letras de canciones.
Lloré por todo el dolor que jamás había manifestado, y por el peso de todos estos años.
Lloré por las ausencias de gente necesaria, y por las despedidas de aquellas que no lo eran tanto.
Un adiós, es un adiós.
Simplemente te pasas la vida fingiendo que todo va bien, que tan solo eres una persona más en el mundo y te guardas todo aquello que te hace daño. Hasta que un día no puedes más y te rompes.
Lloras, gritas, y te retuerces entre recuerdos punzantes y entre palabras hirientes. Hasta que caes a un pozo hondo, oscuro y vacío, del que sientes que no puedes salir.
Por más que grites nadie te escuchará. Así es la vida, un sufrimiento constante del que nadie se da cuenta puesto que se esconde tras un enorme gesto llamado "sonrisa"

Crónicas de un corazón rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora