No me mires asi #1

Capitulo 3

Tire el bolso con violencia sobre mi cama cuando entre en mi habitación. Estaba muy enojada porque debido a esas estúpidas nerd sabelotodo no pudimos entrenar el día de hoy. Nosotros los porristas también participamos de campeonatos interescolares representando al instituto y no solamente el equipo de Fútbol. Me acosté en mi cama y me quede dormida, desperté porque escuche que alguien golpeaba la puerta de mi habitación.

-adelante. –me acomode en una posición adecuada, luego la puerta se abrió y vi aparecer a mi hermano Antonio.

-pequeña te dijo mamá? –yo todavía seguía durmiendo y negué con la cabeza.

-que tenía que decirme ella? –él se sentó en la cama y me quedo mirando. –no me mires así, todavía sigo dormida y también estoy enojada.

-que sucedió?

-las estúpidas nerd pidieron el gimnasio donde nosotros ensayamos y luego fui a hablar con el Director y no me dieron respuesta claras. Pero Antonio esto no se va a quedar así. –el me toco la cabeza y sonrío.

-eres muy vengativa Alaska. –yo le sonreí.

-no es ser vengativa Antonio, es ser realista. Pero lo juro, esas nerd tendrán lo que se merecen.-el comenzó a mover la cabeza negando lo que yo estaba afirmando.-ya dime que es lo que tenía que decirme mamá y al final no me dijo.

-ah!! verdad yo venía a eso. –yo levante los ojos y el me golpeo en el brazo. –me dijo mamá que el próximo mes ella se va con Carlos a Argentina.

Yo lo quede mirando y abrí mucho mis ojos, pero al parecer a él no le importó lo que yo hice y siguió hablando, ignorándome completamente.

-y nos vamos a quedar los tres juntos? –el negó con la cabeza.

-no, eso es otro caso. –arrugue la frente y mire Antonio. –yo me voy la otra semana donde papá, olvide solucionar algunas cosas allá y mientras mas pronto lo haga es mejor.-yo asentí con la cabeza y luego de un rato conversando él salio de mi habitación.

Luego de un rato baje, ya que tenía demasiada hambre. Llevaba horas sin comer y me fui directo a la cocina. Al parecer no había nadie en casa, como siempre. Espere que la leche se calentara y me prepare un sándwich con queso y jamón. Sentí que la puerta de la casa se abrió. Luego de un rato alguien entro a la cocina, y cuando me giro para ver divise a Adam.

El no dijo nada cuando entro a la cocina. Bueno yo tampoco le iba a decir nada, ya que no tenemos nada de qué hablar, es decir, ni siquiera lo conozco para establecer una conversación con él. El microondas sonó y saque la leche, para mi mala suerte la taza estaba muy caliente y terminó cayendo al piso cuando resbalo de mis manos.

-mierda!!! –mire mi mano y la tenía roja, abrí el grifo del lavadero de la cocina y me moje la mano. Sentir el agua helada en mi mano me alivio un poco el dolor. Tome un paño y me envolví la mano, cuando fui a recoger los trozos de la taza, alguien se acercó.

-yo lo recojo, te puedes cortar. –levante mi vista y Adam estaba recogiendo los trozos del suelo. –si me sigues mirando de esa forma creo que no podre continuar recogiendo el resto. –yo deje de mirarlo y salí de donde estaba para que el pudiera sacar los restos de la taza.

Volví a colocar mi mano en agua, ya que me dolía mucho. Mire hacia donde estaba Adam y me di cuenta que solo llevaba una sudadera sin mangas, dejando ver sus tonificados músculos. Puede notar que en su brazo derecho tenía un tatuaje que se alzaba desde la muñeca hasta el hombro. Cuando finalmente se dio cuenta de que lo miraba, me observo durante un largo rato, quemándome con su mirada. Me sentí desnuda frente a sus ojos, incomoda, así que decidí romper el contacto e ir por un vaso de agua, pues tenia la garganta seca.