Capitulo 25

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Deje el regalo debajo de mi cama. No sé por qué lo compre. Soy una tonta. Ni siquiera sé para qué me esfuerzo tanto.

Dejé mi arrepentimiento de lado y me fui a duchar. Hoy es la cena de navidad y quiero demostrarme a mí misma que puedo vivir sin su presencia. Aunque debo decir que estoy algo nerviosa, pues no veo a Adam desde que pasamos la noche juntos. Mientras me duchaba pasaban muchas cosas por mi mente. Muchas de esas cosas tenían que ver con todo lo vivido este último año. Así que espero que el próximo año no me pegue una patada en el trasero. Me conformo con una sonrisa de su parte.

Termine de ducharme, enrolle una toalla en mi cabello y otra en mi cuerpo. Salí del baño y fui directamente a mi habitación. Me vestí y sequé mi cabello. Me hice una trenza floja y me puse un poco de maquillaje. Cuando ya estaba lista con el maquillaje me puse el vestido que mi madre me compró.

Era un vestido rojo de corte imperial, largo y con un solo tirante. Busque mis sandalias de color plateado que hacían juego con el vestido. Eran unas sandalias que había comprado hace mucho tiempo, pero no había tenido ocasión de usarlas.

Tome mi teléfono y llame a mi amiga Coral. Ella contesto al tercer timbre. Estuvimos conversando por un largo rato y también aproveche para contarle sobre los últimos acontecimientos. Ella quedo muy sorprendida.

-Sabes Coral....

-que sucede Alaska?

-me da exactamente lo mismo lo que haga Erick, yo también le he sido infiel.

-Pero no sabemos por cuánto tiempo lo ha hecho.

-En eso tienes razón.

Me quede pensando en lo que Coral me dijo. Ella tenía razón, en realidad no sé por cuánto tiempo él ha estado engañándome. Lo peor de todo es que nunca note ninguna actitud rara de parte de él. Antes de cortarle el teléfono a mi amiga, le dije que pasara una feliz navidad junto a su familia y también le dije que su regalo estaba bajo su árbol navideño. Ella solo río y me dijo que mi regalo estaba en mi árbol. Tenemos una tradición con respecto a los regalos. Todos los años hacemos lo mismo, sin que la otra se dé cuenta dejamos los regalos intercambiados en nuestros respectivos árboles navideños.

Deje mi teléfono en la mesa y tome un poco de aire, necesitaría de mucha energía y paciencia para soportar esta noche.

Baje lentamente por la escalera. Se escuchaban algunos ruidos en el comedor de la casa. No quería pensar que Adam ya estaba aquí, pero cuando llegué al comedor solamente encontré a mi madre y Carlos. Así que solté el aire retenido en mis pulmones.

-Cariño luces realmente hermosa. -mi madre se acercó y me tomó las manos. -te muy muy hermosa. -yo le sonreí.

-Tú también luces hermosa mamá, ni siquiera aparentas la edad que...-pero ella alcanzó a cubrir mi boca.

-Te prohíbo que digas mi edad Alaska, eso no se hace. - me regaño mi madre, yo la miré y volví a reír.

-Pero mamá para la edad que tienes, te has mantenido bastante bien. Deberías sentirte orgullosa.

- ¡Gracias cariño!, pero de verdad no es necesario que digas mi edad. -Carlos y yo solo atinamos a reír.

-Eres hermosa cariño, con la edad que tengas para mi eres hermosa. -le dice Carlos a mi madre y ella se acerca a su lado.

-Muchas gracias mi vida. -ambos se dan un beso corto y yo ruedo los ojos.

Fui a la cocina a buscar algunas cosas que faltaban en la mesa y escuché que el timbre de la casa sonó. Luego se oían murmullos, pero yo seguí con mi labor. Tome la fuente con ensalada para llevarla al comedor, pero cuando estaba por abrir la puerta de la cocina, alguien entro antes y yo me quede paralizada un momento. Era Adam. Ambos nos miramos durante un momento, pero sin decir nada. Fingí que no me importaba y seguí caminando para cruzar la puerta de la cocina. Pero al pasar por su lado sentí su perfume entrar por mis fosas nasales. Cerré por un momento los ojos y luego rompí la burbuja. Tenía que actuar con normalidad. No podía dejar que esto me afectara.

-Te vez hermosa Alaska. -maldita sea Adam. No me estas ayudando.

-Gracias. -le dije muy seria y salí de la cocina.

Necesitaba estar cómoda en mi propia casa. Dejé la fuente de ensalada en la mesa y luego salí al patio trasero. Me senté en la banca que estaba cerca del árbol y miré el cielo. Cuando de repente siento que alguien se sienta a mi lado. Me asusté mucho porque pensé que Adam me había seguido, pero cuando miré me encontré con mi hermano.

-¿Qué haces aquí afuera pequeña?

-Necesitaba un poco de aire. -él se dio cuenta porque necesitaba un poco de aire.

-ambos sabemos que no es por eso Alaska.

-Sí, ambos sabemos y no creo que hagan falta las preguntas Antonio. -él se quedó en silencio a mi lado. -sabes, a veces me gustaría regresar el tiempo para poder cambiar muchas cosas que dije e hice. Cosas de las que ahora me arrepiento.

- ¿Cómo cuáles?

-involucrarme con Adam. -él se quedó en silencio. -siento muchas cosas por él Antonio, lo quiero demasiado y eso me está haciendo muy mal. Nosotros somos una familia y no quiero que por mi culpa se rompa todo.

-Alaska...-pero no deje que él me interrumpiera.

-Quiero ver a mamá feliz. Pero tú sabes perfectamente que una cosa así le rompería el corazón. Yo no puedo hacerle eso.

-Le has dicho a Adam lo que tú piensas?

-No, no se lo he dicho. Pero nosotros ya dimos por terminada nuestra relación, si es que así se le puede llamar. Tomaremos caminos diferentes y tendremos que seguir adelante.

-¿Estás seguro de eso Alaska?

-Si Antonio, ya no tenemos nada más que ver.

-Pero lo amas.

-No sabes cuánto Antonio. Pero mi primera prioridad es ver a mamá feliz. No quiero empañar eso con mis problemas. Sería desastroso si se entera que hubo algo entre él y yo.

-Es mejor así Alaska.

-Si Antonio, lo sé.

Él tomó mi mano, nos levantamos y fuimos a cenar. Estábamos todos sentados alrededor de la mesa. Me di el placer de mirar a mi madre junto a Carlos. Me encantaba verla feliz. Ellos realmente hacían una bella pareja.

Aproveche la instancia para disculparme con ambos, sobre todo con Carlos. Debe haber sido difícil tener que soportar mi actitud hostil todo este tiempo. Así que alcé mi copa y pedí la palabra.

-Bueno, solo quiero decir que estoy feliz de estar esta noche con ustedes. Espero que sea una agradable velada. Hoy es noche buena, así que debemos dejar todo lo malo atrás. Sé que hemos pasado por momentos muy difíciles, pero también sé que lograremos solucionarlos de alguna forma. Quiero decir también que soy feliz al ver que mi madre también lo es. Perdónenme por todas las veces que fui grosera y desagradable, sobre todo tú Carlos. -él sonrió y asintió con la cabeza, pero a mi madre se le estaban cayendo las lágrimas. Aunque no me sorprende porque ella suele ser muy llorona. -hemos cometido muchos errores este año, sobre todo yo. -me detuve un momento y miré de reojo hacia mi derecha. - pero espero que en el futuro podamos apoyarnos y estar juntos en cualquier circunstancia. Familia los quiero demasiado-los mire un momento y luego continúe. - ¡Salud! -todos alzaron sus copas y las chocamos. Luego me senté y seguimos cenando.

Cuando acabamos la cena, nos fuimos a sentar en al sofá cerca del árbol de navidad. Pero antes, deje en la mesa de centro algunas cosas para picotear mientras charlábamos. De repente tuve que levantarme rápido porque me urgía ir al baño. Cuando finalmente salí de éste, alguien me tiró del brazo y me empujó hacia el cuarto de limpieza que hay en el pasillo. No tuve que hacer malabares para distinguir su rostro, pues su perfume lo delato.

- ¡que mierda estás haciendo!

- ¿Cómo es eso de "hemos cometido muchos errores este año, sobre todo yo"? -lo dijo imitando mi voz. -respóndeme de una maldita vez!!

-Nosotros ya no tenemos nada más qué hablar Adam. Ya arreglamos todo. -Salí del cuarto de limpieza. Y por un momento pensé que tal vez Adam iba a impedir que me fuera y luego me besaría. Pero esta vez no fue así. Volví con mi familia y me senté al lado del árbol. Sinceramente esta noche estaba siendo tortuosa, y lo peor de todo es que aún no terminaba.

Espero que le guste este capitulo, no olviden como siempre comentar y votar con la estrellita.

Saludos y abrazo a la distancia.

Misy H.

No me mires asi #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora