Capitulo 29

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Carlos se acercó a mí y me confirmó que el vuelo de Adam había salido hace algunos minutos. Al ver que yo no reaccionaba Carlos y mamá se fueron del aeropuerto sin decir más.

Me senté en el suelo sin importarme que me observaran. Quería llorar, pero no lo haría, ya he derramado demasiadas lágrimas. Todo esto es mi maldita culpa, por no decirle la verdad antes. Yo podría haber evitado esta situación.

Le envié un mensaje de texto a mi padre y él me dijo que me esperaría en su casa. Cuando llegué a mi casa me encontré a mi madre junto a Carlos y mi hermano Antonio. Cuando entré al salón ellos me miraron con lástima, pero yo no les dije nada. Subí las escaleras y me fui directo a mi habitación. Saqué dos maletas de mi armario y comencé a tirar toda mi ropa dentro, incluso mis artículos de aseo.

Cuando tuve todo listo llamé un taxi para que me viniera a recoger y luego a dejar a la estación de autobuses. Pero antes compré mi boleto por internet. Cuando llegó el taxi tomé mis maletas y bajé las escaleras, ya no quería estar ni un minuto más aquí. Al llegar al pie de las escaleras todos me miraron sorprendidos y mi madre se acercó a mí.

- ¡¿Esto era lo que querías?! -yo no sabía de qué me hablaba. -debes estar contenta Alaska!!

- ¿De qué hablas? -mi hermano se acercó a mí.

-Carlos le pidió un tiempo a mamá. -yo me sorprendí muchísimo. Miré a Carlos, él se veía muy serio y mamá estaba a punto de derramar sus lágrimas.

-Te equivocas, jamás quise que las cosas sucedieran así. -miré a Carlos y Antonio me acaricio el brazo para que estuviera tranquila. -de verdad que no. -miré a mi madre y luego a Carlos. -lo lamento.

Escuché la bocina del taxi, mire a Antonio y él se dio cuenta de que necesitaría ayuda con las maletas. Así que tomó una de mis maletas y la llevó hacia el taxi. Yo también hice lo mismo, pero antes de salir por la puerta de la casa me detuve, los miré un momento y luego hablé.

-Siento haberme enamorado de Adam. Desde un principio supe que sería un desastre, pero en las cosas del corazón no se manda. Créanme que traté de evitar toda esta situación, pero nada de lo que hice funcionó. Realmente no quisiera que se distanciaran por mi culpa. Quiero que sean felices, y si eso implica que no pueda estar con Adam entonces que así sea. -no dije nada más y cerré la puerta.

Mi hermano acomodo la otra maleta en el taxi y me abrió la puerta para que pudiera subir.

-Siento irme sin ti Antonio. -lo abracé muy fuerte.

-No te preocupes Alaska, yo iré pasado mañana.

-Te esperaré junto a papá y Miguel. -lo besé en la mejilla y me fui.

El viaje fue muy largo. Más de cuatro horas viajando para llegar a casa de papá ya me estaba dando dolor de cabeza.

Estaba algo nerviosa ya que iba a conocer a mi hermano Miguel. Creo que es de la edad de Antonio o menor, en realidad no recuerdo muy bien. Para cuando llegué a la estación de autobuses, pude ver a mi padre junto a un joven muy parecido a Antonio. Los salude con la mano a través de la ventana y ellos hicieron lo mismo. Esperé a que algunas personas bajaran y luego lo hice yo. El conductor me pidió mi boleto y se lo entregué, luego busco mis maletas para entregármelas. Caminé hacia donde estaba mi padre junto a su hijo y cuando me vio se emocionó mucho. Me acerqué a él y lo abracé con todas mis fuerzas.

-Te he extrañado demasiado. -le dije.

-Yo también pequeña, me has hecho mucha falta. -cuando finalmente lo solté miré a Miguel que se notaba algo nervioso al igual que yo. -Alaska te quiero presentar a Miguel, Miguel ella es Alaska. -en ese momento noté que Miguel usaba oxígeno. Llevaba un pequeño tanque en un bolsito. Creo papá olvido decirme algunas cosas.

No me mires asi #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora