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Narra Zen 

Llevó días y días realizando mis labores de príncipe, firmar, autorizar, leer y distribuir dinero a diversas partes de Clarines. Otra cosa que me tiene ocupado es que se me a convocado en el país vecino para hablar a cerca de su nuevo rey, sin embargo yo .... estoy demasiado ocupado y dudó que pueda asistir, no tengo más remedio que hacer una carta de mis disculpas. Y lo peor de todo es que he dejado mucho tiempo sin visitar a Shirayuki, llevo demasiados días sin verla y temo que se sienta muy triste y abandonada por mi parte
Espero pronto terminar y ir a verla, la extraño tanto y con este cansancio puedo alucinarla a mi lado. 

Tan solo recordar su dulce mirada me hace sonreir ...

La puerta se abrió un poco y en silencio a entrado Mitsuhide, levanté  mi mirada con pesadez ya que los ojos se me cierran del cansancio.

Zen, he traído a alguien muy especial - Dijo en una sonrisa de oreja a oreja- Vamos, deja eso, Kiki y yo nos haremos cargo de lo que falte - Mitsuhide  jaló de mi silla para que me levantará, sonreí un poco cabizbajo, me estire pesadamente mientras daba golpecitos a mis hombros.

Gracias, eres un gran amigo - Solte junto con un bostezo para abrir la manija de la puerta. Al abrirla, mis ojos recibieron toda una ola de luz, tape mis ojos con un fuerte dolor en la cabeza - Ahh ... - Chille en bajo.

¿Zen? - Escuché la voz de Shirayuki, nos vimos a lo lejos por un segundo y con un fuerte palpitar de mi corazón corrí a abrazarla, una pequeña brisa nos hizo fondo y fue ahí donde pude inhalar con placer la fragancia de mi amada - ¿Te sientes bien? - me miro preocupada, tal vez me veo muy mal. Sonreí.

Estoy bien, ven,  vamos afuera - La abrace por la cintura - ¿Quieres ir al pueblo? Me dijeron unos guardias que se presentara un circo en el centro del pueblo.

- Oh ¿De verdad? ¡Hay que ir a verlo! - Emocionada se ha abrazado fuertemente a mi brazo.

Le deposité con ternura un beso sonre su cabeza, apenada se pegó demás a mi pecho, reí en bajo tomándola de la mano.
Todo estaba tan silencioso hasta que hemos visto correr a nuestro lado bastantes guardias, hemos divisado que en la entrada del castillo los guardias se encuentran haciendo un gran alboroto, Shirayuki y yo nos miramos extrañados y corrimos hasta allá, quite a los guardias para visualizar mejor a la persona.
Quedé hecho piedra
¿Es verdad lo que estoy viendo? ... ¿El sueño no me esta jugando una mala broma?

- Zen ... e-eres tú...- Su delicada voz resonó en mis oídos, la mire sorprendido, busque su mirada con mis ojos topandome con unos grandes ojos morados, di un pequeño salto, en ese instante la chica se ha desplomado en mis brazos dejando caer su gorro revelando su identidad ...

Es ella ...

Yona ... estas aquí ...


Akagami no Shirayuki hime X Akatsuki No Yona EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora