Parte 1.

900 85 26
                                    

Ahí se encontraba él: Sentando sobre la esquina de una vieja y polvorienta camilla de hospital, con su mirada perdida y sin sentido en la vida. No recordaba hace cuánto estaba ahí, no recordaba siquiera por qué estaba ahí, pero sabía que no era por alguna buena razón.
Aunque no estaba loco.
No estaba tan loco como todas las personas a su alrededor. Él jamás había querido quitarse la vida. Él no deseaba terminar con la vida de alguien.

De nuevo.

La persona que se encontraba a su cargo, SiWon, siempre había dicho que él se encontraba ahí por haber matado a alguien, pero no recordaba nada y sabía que éso era absurdo.
También decía que tenía esquizofrenia, lo cual tampoco es posible.
Estaba ahí por un error.
Era una mentira.
Él no estaba loco.
Él no había matado a nadie.
Él no merecía estar ahí.
Su amigo que se encontraba en la habitación contraría y con el cual lograba comunicarse ya que él siempre lograba salir de su cuarto y vagar por el hospital, le había dicho que no era un lugar tan malo y que en lo menos lograría salir, pero aquel chico llevaba ahí el mismo tiempo que yo -O al menos eso le había dicho él.- Y no se veía señales de que le dieran de alta, incluso jamás había visto doctores entrar ahí desde hace mucho, pero seguramente era por los privilegios que tenía, privilegios que él necesitaba.

- ¿No vas a comer nada? Te estás poniendo delgado nuevamente y éso te afecta.-

Siwon siempre le decía que debía comer, pero a él no le importaba, Siwon le caía muy mal y su amigo compartia el sentir.

- Ya comí. - Dijo el chico sin siquiera mirarlo, siempre tenía la vista fija en la pared que compartía con el cuarto de su confidente.

- ¿Comiste? ¡El plato está intacto! Irás al hospital nuevamente si sigues así. - Y sin más Siwon se retiró, no sin antes darle una mirada de advertencia, la cual ignoró completamente.

Ése día era aburrido.
No había visto al chico de castaños cabellos desde que amaneció y el día ya iba muy avanzado, o eso pensaba él pues ya le parecía mucho desde que había abierto los ojos y despertado.

Ése día era diferente.

Su amigo siempre se encontraba junto a su cama al despertar, no sabía como lograba entrar a su habitación, pues no tenía autorización de visitas, sólo Siwon y el doctor podían verlo.

Quizá era parte de los privilegios que aquel chico tenía.

- ¿Oye? -Dijo DongHae pegado a la pared de la habitación de éste, sabía que el ajeni tenía un buen oído así que seguramente lograría escucharlo.

Justamente estaba por hablarle nuevamente que la puerta de su habitación se abrió, dando la bienvenida a un delgado chico, de piel tan blanca como la nieve y cabello tan rojo como la sangre. Su rostro iba adornado con una amplia sonrisa que dejaba relucir sus rosas encías y sus perfectos y aperlados dientes.

- ¿Me llamaste?- Dijo aquel chico cerrando la puerta para que nadie notara que ahora estaba acompañado.

- ¿Dónde estabas? Te esperaba para desayunar. - Con su rostro apuntó el plato de comida.- ¿Comer, cenar? No sé. Pero tengo hambre.

- Comer, comer, es medio día. - El chico se encaminaba a pasos despreocupado hasta la sucia camilla del dueño de la habitación, pasando uno de sus brazos por la cintura de éste.- ¿Por qué estás tan delgado? Terminarás en el hospital de nuevo, ¿Recuerdas? Cuando estás ahí no podemos vernos. No me permiten entrar.

- ¿Por qué? Tú puedes entrar a donde quieras. -

- Y ahí no quiero entrar, así que come Dum, Dum. -

- ¿ Y tú? ¡También estás delgado! -Soltó con cierto reproche, pues aunque siempre guardaba parte de su comida para su amigo pelirrojo él nunca comía.- Y no me llames así.

- ¿Por qué? - Ignoró las primeras palabras del chico, poniéndose rápidamente de pie.- Cuando llegaste a éste lugar era lo único que decías. Así que es tu apodo.

- Idiota. - Dijo, en el momento que tomaba la cuchara para poder comer aquella desagradable comida, no recordaba algún otro sabor más que aquel demasiado desabrido, pero el pelirojo le platicaba que había comida mucho más deliciosa que la de ése hospital.

"La comida de afuera tiene mucho sabor. Dulce, salado, picoso, agridulce, todo lo que te puedas imaginar, ¿Cómo es que no lo recuerdas? Debiste haber probado mucha comida deliciosa en el tiempo que estuviste fuera, ¿No? Hay algo frío que se llama helado, la sirven en un cono de galleta y es lo mejor. Vainilla, fresa, chocolate, galleta, frutilla y cualquier sabor que se te ocurra. ¿Los probaste alguna vez? Deberías decirle a ese doctor tuyo que, en lugar de obligarte a recordar lo que hiciste, te ayude a que tus recuerdos sobre la comida regresen, estoy seguro de que esa forma querrás salir de aquí. Saldríamos juntos, porque yo voy a donde tu vayas. "

El chici se había ido ya hace media hora, porque dijo que tenía una sesión para poder hablar de sus problemas. ¿Qué problemas? Él siempre ignoraba  cuando le preguntaba la razón de que se encontrara ahí, aunque él  sabía todo. -Todo lo que él llegara a recordar-

Pero DongHae no sabía nada de Hyuk Jae.

SiWon tampoco nunca le decía nada por más que le preguntara. Decía que él nunca había llegado a conocer a un Hyuk Jae, lo cuál no tenía lógica pues el chico siempre estaba vagando por todo el hospital.

; Dum, Dum [EunHae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora