Parte 4.

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Una semana después de aquel incidente, DongHae se encontraba en la sala de arte del hospital mental. Los doctores habían decidido que seria un gran avance si él comenzaba a convivir con los demás internos, aquellos que se encontraban cada vez mas sanos prontos a ser dados de alta.

HyukJae se encontraba ahí, movía su pincel totalmente concentrado en lo que estaba haciendo, era sorprendente como sin despegar la vista del lienzo cambiaba de pincel y pintura según fuera lo que estuviera haciendo.

Lo cual era un misterio.

Siwon lo dejó hacer lo que él quisiera después de mucho insistir.

Con DongHae el instirle a Siwon no funcionó del todo, pues su alto enfermero estuvo de acuerdo en que dibujara una puesta de sol en el mar, sería mucho más sano para él.

Lo cual es una completa locura, ya que DongHae no recordaba que en su vida hubiera visto una puesta de sol, y mucho menos en el mar.
Por eso jugaba con las pinturas, amarillo, naranja, rojo, café, y los diferentes tipos de azul que tenía a su alcance.
Sabía que su dibujo no se acercaba a la realidad pero aún así estaba satisfecho, aunque lo que mayor curiosidad le causaba es qué estaba haciendo el chico pelirrojo frente a él.
Se le veía sonriendo con total felicidad, sus ojos se arrugaron un poco y su amplia sonrisa dejaba relucir las rosas encías que éste poseía, era una escena digna de admirar, y sí DongHae tuviera la capacidad, cambiaría de lienzo y haría un retrato de HyukJae.

- DongHae, hice algo para ti.- En su tono de voz se podía notar la emoción, como cuando un niño ve un juguete nuevo, incluso se lograba ver algo de brillo en los ojos de Hyuk Jae.

- ¿Qué es? -Preguntó DongHae al tiempo que se levantaba de su asiento y lo rodeaba para poder ir hasta el lienzo de HyukJae y ver lo que éste había hecho.

El fondo era gris, negro, como una noche con lluvia en las películas antiguas. Resaltaba algo rojo, algo castaño, un par de labios rosados y sonrientes, un par de ojos que se miraban entre sí y podía notarse su amor. Él logró transmitir ése sentimiento.
Los ojos tristes de DongHae y la mirada esperanzada de Hyuk Jae.

- ¿Y? ¿Te gusta? Somos nosotros. - El tono de voz de HyukJae se inchaba en orgullo y nerviosismo.

Él estaba convencido de que su pintura era buena, se había esforzado y ahora de lo que más temeroso estaba era de la opinión que el chico castaño pudiera tener, y cada vez se ponía más nervioso al notar como éste lo único que hacía era observar la pintura, sin ninguna expresión facial, por lo que le resultaba imposible saber que era lo que esa cabecita loca estaba pensando.

- ¿Y bien..? -Hizo un nuevo intento ahora más desesperado y entusiasmado por saber que opinaba aquel chico.

- Me gusta. - Dijo DongHae por fin.

La amplia sonrisa que el pelirrojo mantenía en sus labios desapareció completamente al escuchar aquella opinión; se sentía aliviado pero no era lo que él esperaba. Apenas estaba por hablar que pudo notar una sonrisa en el rostro del castaño, parecía feliz,  ya hacía demasiado tiempo que no lo veía de esa forma, así que incluso sintió como si su corazón se calmara.

Cumplió su cometido y éso era lo único importante.

Horas después ambos se encontraban en la habitación, estaban esperando por la cena.
Por lo normal, los pacientes más estables podían salir al comedor comunitario y sentarse ahí. La idea del hospital era que la convivencia aumentara, pues las personas que se encontraban ahí era porque estaban prontas a salir y encontrarse con un montón de personas que deben aprender a tratar, es como una clase más del hospital.

; Dum, Dum [EunHae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora