; Dum, Dum [EunHae]

Parte 6 (2/2)

"La luz no es mala.
La oscuridad es buena.
Abre los ojos.
¿A qué le temes?
Mira la sangre de tu alrededor, ¿Por qué lloras? No eres tú y éso es lo importante"

Soy yo.

Soy yo la persona que está inerte contra el suelo. Pero al tocar mi corazón sigue latiendo. Acerco mi otra mano a ese chico y su corazón no late.

¿Estoy muerto?

No puedo estar muerto, si lo estuviera no podría estar frente a ésta persona que se parece a mi. Claramente no soy yo. Mi corazón late, el de él no, mi piel es cálida y la suya fría, mi cabello es rojo y él lo tiene rubio.

Jung Soo dice que en el mundo hay dos personas que son similares, pero que no pueden encontrarse nunca o una ee ellas morirá.
Quizá él me vio a mi y por éso murió. Casi puedo escuchar la risa de Siwon.

¿Jung Soo?

¿Dónde estará él ahora? Sí éste chico está muerto no puedo permanecer en el mismo lugar, debo irme, mínimo limpiar todo esto... Ese alto debería venir a ayudarme, ¿Dónde estará? 

El olor va a matarme.
Pensé que era mejor alejarme, y por primera vez mi cuerpo me obedeció a mi y no a Jung Soo.
Regresé a la luz, la luz no es mala, así que puedo permanecer bajo ella hasta que me sienta mejor.

Oler a muerto me dejó náuseas, pero no he comido nada desde ayer, ¿Qué se supone que voy a vomitar?  ¿Mi estómago? Sería algo catastrófico.
La voz de Jung Soo me dijo que tratara de calmarme, y respirara profundamente.

Él siempre aparece cuando lo necesito, es toda una suerte tenerlo tan cerca.

~~~

El golpeteo de las gotas de lluvia sobre mi ventana me parecían más bien el sonido de una persona que tenía mucha prisa y golpeaba sus dedos contra la mesa. Era molesto, no me gustaba despertar de esa manera, digo, ¿A quién le gusta despertar con un sonido tan desagradable como ése? 
Negué y me levanté de la cama, me dolía el pecho por alguna razón, pero traté de ignorar ese malestar y me dirigí hasta el baño de mi habitación.
Mis padres decían que era importante respetar nuestro espacio personal, así que pusieron ese pequeño espacio para mi.
Me lavé la cara y me miré al espejo, tenía la piel pálida, unas ojeras parecidas a un agujero negro adornaban debajo de mis ojos y mis rubios cabellos caían despeinados sobre mi frente.

Rubios.
Aún puedo recordar el sueño que tuve, es uno que tengo constantemente, incluso me siento capaz de recitarlo frente a un público. Pero no que ellos sean capaces de escucharme.
Debo preguntar que significa verme muerto, aunque ¿Soy yo quien me ve? El otro chico de mi sueño tiene el cabello pelirrojo... Quizá es una señal de que es hora de teñirme.

Salgo de mi habitación y voy escaleras abajo; en la cocina ya puedo escuchar un suave tarareo y el sonido del periodo matinal moverse, mis padres están despiertos.
Me sorprende mucho que cuando cruzo la puerta ellos me miran fijamente.
Los rasgados ojos de mi madre se llenan de agua y mi padre no deja de sonreír, ¿Qué ha pasado?

- ¡Hijo! ¡Mi bebé! ¡Hyuk!- Escuché a mi madre en el momento que se acercaba a mi con los brazos abiertos dispuesta a ahogarme en un abrazo.

Le correspondí y volví mi vista a mi padre, ya había guardado el periódico y se acercaba a paso firme hasta nosostros, ¿También me iba a abrazar?

-Me alegra que despertaras, Hyuk Jae.- Su voz era fuerte, clara y firme como el hombre que es él. Aunque su rostro denotaba lo contrario, también tenía ojeras y estaba más delgado de lo normal, pero ¿Cómo era eso posible? Los había visto el día anterior.