Asientos Románticos

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Debíamos irnos de el bar, debido a las altas horas de la madrugada no había taxis, un amigo de Rubius se ofreció a llevarnos pero era un auto pequeño y iríamos él, mangel, Rubius, Alex y otros dos chicos no sabríamos acomodarnos.

—Déjenme aquí, estaré bien.

Claro que no Allison. Esta mal dejar sola a una chica en la calle a estás horas.

Es gracioso que lo diga el tira chicas.bromeo un chico.

¿De qué habla?lance una mirada asesina.

No lose, esta borracho, ignoralo.

Bien... Y cómo se irían sí no me hubieran encontrado aquí?pregunte apenada.—Porque aún así sin mi,siguen siendo seis chicos y cinco asientos.

Claramente como Alex es el más pequeño el iría arriba de alguno de nosotros y crearíamos una apuesta, él que perdiera se gana ser el asiento de Alex.rió.

Eres un gillipollas Rubius.dijo Alex.

El problema se arregla sí la chica va en mis piernas, yo seré su asiento.dijo uno de los chicos.

¡Cuando era Alex ni siquiera estabas de acuerdo con la apuesta!gritó Mangel.

La diferencia es que ella es linda.—dijo el dueño de el auto.

Disculpen, estoy aquí...

Y por qué no se van ustedes y después regresan por nosotros, yo me quedo con ella.dijo Rubius.

Tío, yo no daré dos vueltas.

Vamos, amigo.

No Rubén, se supone que celebramos mi cumpleaños.dijo incrédulo.

La solución sería que yo manejara.

¿¡Sabéis manejar!?dijeron todos al unísono.

No, pero de todas formas yo de igual manera estoy borracha.reí.

Idiota sólo me ilusionaste.insultó un sujeto.

No la llames así.

Esta bien... Iré en la cajuela.Sonreí divertida.

¡Dejad de decir gillipolleses y sientate sobre alguien!gritó el conductor.

Pero es muy pronto, primero quiero la primera cita.reí.

Pero sí está muy borracha tío.
dijo Mangel.

Sentí que dos brazos pasaron alrededor de mi cintura y me cargaron, mire hacía arriba y ahí estaba Rubén abrazando mi cintura.

¿Qué pasa?dije muriendo de nervios.

Por favor haz caso y sientate sobre alguien, muero de sueño.

Esta bien...

Todos subieron al auto y por último subió Rubén, me miraron y preguntaron donde me sentaría quede congelada de pena y Rubén jalo de mi muñeca sentándome en su pierna ¿Tan pequeña soy que mi cuerpo se mantiene en una pierna de él?
Rubén tenía sus piernas abiertas y mis piernas estaban en el hueco entre las de él, sus brazos estaban abrazando mi cintura y su cabeza estaba recargada en mi hombro, yo moría no podía creer en la situación en la que me encontraba. Max, el conductor iba a nuestro lado tarareando una canción, Rubius dormía, atrás iba Mangel en la puerta derecha, un chico en medio y otro en la puerta izquierda con Alexby en las piernas.

Una oportunidad para llegar a ti. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora