SE vistió apresuradamente con un pantalón caqui y una camisa floreada, pero siguió
Sintiendo la inquietud coma medida en su cuerpo y su conciencia algo distinto al sueño debía de ser la causa de su estado algo que nunca antes había sentido en sus pocos años de vida salió al corredor delantero de la casa y detuvo la mirada en el horizonte pero sentía que sus ojos una espesa telaraña que le impedía identificar a las embarcaciones que navegaban en la Bahía sólo alcanzó a entrever el bote de su padre por los colores vivos que lo adornaban seque Ese es el bote por los colores Se repitió si no lo conociera no podría distinguir lo La Barca pintada la semana anterior navegaba por el costado izquierdo de la Bahía Sebastián sabía que aquel era el lugar preferido por su padre porque las aguas eran Allí más profundas y la pesca más abundante para un pescador aficionado como Don Carlos la pesca se había convertido en una diversión productiva en una disciplina diaria diferente al trabajo que lo ocupa durante 8 horas en El Aserradero de su propiedad Sebastián seguía inmóvil y pensativo en el corredor tratando de limpiar la vista hoy almorzaremos pargo frito pensó arroz con coco patacones y frito el placer que le producía comer algo pescado o casado por su padre condujo al muchacho a sentir un gran orgullo de hijo a admirar silenciosamente aquel hombre de 45 años reto en sus costumbres y siempre generoso con familiares y amigos y el orgullo del hijo empezó a hacerse más grande cuando todos aceptaron que sin tratarse de un profesional de la mar era el más hábil pescador de pargos y róbalos de bahía Solano cuando la pesca era abundante Don Carlos era objeto de admiración y en ocasiones de agasajos para celebrar su éxito invitaba los amigos a una ronda de cerveza y des hablaba del esfuerzo que había representado una pesca Como aquella no me feliciten les decía en la pesca hay un poquito de esfuerzo y mucha suerte es cierto Don Carlos le replicaba algún amigo pero sucede que la suerte siempre deciden ponerse de su parte el padre Sebastián sa ya lo hacía por humildad creía que su deber ir a pescar y no embarazarse por haber cumplido con su deber bebía su cerveza a sorbos lentos y regresaba a casa después de haber perdido parte del pescado de haberlo vendido fiado sin importarle si mañana o algún día le pagarían usted es muy vago Don Carlos le decía a algún amigo sólo debería guiar a los que le pagan prefiero fiar a regalar respondía así no se siente humillado o almorzaremos iba a decir Sebastian en voz baja cuando sintió la presencia de su madre en el corredor Qué raro dijo ella a sus espaldas raro que mamá se levanto más temprano y no lo oí cantar me despertó un mal sueño explico el niño por eso no pude recordar ninguna canción
ESTÁS LEYENDO
La Ballena Varada
Teen FictionAutor: Oscar Collazos Sebastian, un niño de ocho años, presencia una mañana el espectáculo insólito de una ballena encallada en las playas de Bahía Solano. Se propone, entonces, contra la voluntad de quienes desean sacrificar al legendario animal...