Epílogo

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Logan corría desnudo por la casa mientras los mellizos Diego y Natalie lo seguían, había que decir que como hermano mayor era perfecto, pero todavía no comprendía eso de usar pantalones, creía que a sus cinco años ya podía gobernar el mundo y lo tenía que hacer sin pantalones.

-¡Dylan ayúdame a ponerle pantalones a Logan!

-¿Anda sin pantalones? ¡Que injusticia! - Y un Dylan de 27 años bajó corriendo las escaleras, sin pantalones.

-¡No a la opresión de los pantalones! TODOS MERECEMOS LIBERTAD.

-¡Lo que papá dice!- Logan lo seguía en todo y estaba fascinado que su padre también estuviera sin pantalones.

-Ese es mi hijo, ¿Y tu Diego que dices?

-¡No patatones!

Para tener dos años era bastante inmaduro.

-Vamos Natalie, ven, únete a tu padre, yo sé que quieres sacarte esa falda.

-No, poque lash damas utamos paldaz. Y no nosh laz zacamos.

-Esa es mi hija- Dije con orgullo.

-Y tu Lina ¿No te gustaría sacarte los pantalones? Porque a mi me encantaría tener el honor de hacerlo- Dijo Dylan con un tono coqueto.

-Pues me parece bien, si logras ponerle los pantalones a los dos niños que revolucionaste.

-Ya escucharon a mamá, todos a ponerse pantalones.

-NOOO.

-Mamá te lavo el cerebro papá, no le creas- Dijo Logan desesperado.

-Porfavor no griten- Dije desesperada.
-AHHHHHHHHHHHHHHHH- Pero fue muy tarde.

-Despertaron a Lydia, con todo lo que me había costado hacerla dormir. Todos se ponen pantalones inmediatamente. Tu igual Dylan.

-Pero...

-Nada de peros.

-Esta bien, pero entonces no me los voy a sacar en la noche- dijo Dylan quejándose como un niño pequeño.

Subí a mi habitación y volví a hacer dormir a Lydia que tenía solo seis meses, de pronto llegó Logan seguido por Diego y Natalie.

-¿Estas enojada mamá?

-No mi amor, es solo que estaba un poco cansada.

-¿Podemos acostarnos contigo y Lydia?

-Claro.

Al rato llegó Dylan que se acostó en el otro lado de la cama y estiro los brazos para abrazarme, pero solo pudo abrazar a cuatro cabecitas que dormían entre nosotros.

Estaba feliz, tenía mi familia perfecta y un esposo perfecto. Era la vida que ni siquiera en mis sueños hubiera podido desear.

Era mejor a todo lo que esperaba.

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FIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIN

No lloren no lloren.

Bueno yo estoy que lloro.

Los amoleo :)

El chico del skate (LCDLA #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora