Capítulo 2: Cañón de Luz

219 15 17
                                    

NA: Disculpen la demora, estoy con el tiempo bastante apretado. Hubiese podido redactar más en la oficina, pero tuvimos problemas de conectividad ayer por la mañana, justo cuando no tenía tickets por atender; y recién para cuando se me habían asignado un par, el problema se resolvió. Por fortuna, el día de hoy sí dispuse de tiempo suficiente para terminarlo.

Okay, continuemos con los capítulos introductorios. Esta vez nos toca ver lo del cañón de Rose.

Descuiden, no voy a hacer un repaso por todos los episodios de la serie, solo los necesarios antes de entrar al primer arco argumental del fic. Necesito algo de tiempo para presentar a los personajes y cómo interactúan, es todo.

Por cierto, aquí será mencionado un headcanon que presenté en el Apéndice de "Reclutamiento".

*****

Era jueves, el sol brillaba en toda su majestad, y Jasper lo sabía. La corpulenta gema descansaba tranquilamente sobre una perezosa en el balcón de la casita de playa, con una placa reflectante que intensificaba aun más la intensidad de la luz que caía sobre su cuerpo y rostro, como cualquiera que intentase broncearse rápidamente. Esta se reflectaba tanto en su gema como en unos lentes oscuros que llevaba puesto.

- Ah... nada como un poco de sol para revitalizar la gema. - se dijo a sí misma.

Los minutos transcurrieron con la misma tranquilidad de aquél entonces, con los sonidos del mar y las gaviotas como única compañía. Y era perfecta.

- ¡Jasper! - se escuchó una voz llamar desde el interior de la casa, a la vez que pasos presurosos se acercaban a la puerta. Esta se abrió, asomándose Peridot detrás de la misma. - ¿Has visto a Lapis por algún lado?

- ¿Te parece que haya estado siguiéndole el trasero a esa escuincla últimamente? - le respondió la ex-general, bajándose momentáneamente los lentes oscuros para hacer contacto visual.

- Oh, claro. Tú y tu gula por los baños de sol. - respondió la ingeniera con desgano - No entiendo cómo tu gema no se sobrecarga de tanta luz... ¡y ponte algo encima, que pueden haber humanos cerca!

Jasper le dio un rápido vistazo a su busto expuesto, con un mechón de pelo blanco en medio. Encogiéndose de hombros, respondió sin mayor cuidado - Bah, me vale. Al último imbécil que me mandó un piropo le volé todos los dientes.

- Hmp. Al menos tú no te incorporaste esas... cosas que los humanos poseen sobre sus protuberancias mamarias. Aquello sería perturbador. - prosiguió Peridot, haciendo una mueca de profundo desagrado al imaginarse tal escenario - ¡Como sea! ¡Ni siquiera vengo por eso! Se supone que tengo que reunirlas a todas porque el satélite de vigilancia detectó algo.

La expresión de Jasper cambió completamente en cuanto escuchó esas palabras.

- ¿Qué pasó esta vez? - preguntó de inmediato en tono serio.

- Ayúdame a encontrar a Lapis y les diré a las dos.

- Ah... ¡me lleva la...! - Jasper suspiró y dejó a un lado el objeto en sus manos - Bien... - se levantó de mala gana.

Ambas ingresaron a la vivienda, siendo Jasper quien cerró la puerta.

*****

Un par de horas después, la puerta del templo se abrió de par en par, dejando salir a las mismas gemas de este.

Volver a VivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora