Capítulo 36: ¿Me amas?

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Lucy
Los pequeños rayos de sol que se filtraban a través del tronco le hicieron retorcerse intentando evitar que estos cayesen sobre su cara. Ahora que o pensaba ¿Cómo diablos Alexis había logrado quitarle toda la ropa? El tronco era muy estrecho y apenas ambas se podían mover. Con sus mejillas relucientes de un rojo carmesí miro a su acompañante quien aun dormía plácidamente con una ligera sonrisa.
-Estúpido y sensual demonio.-Murmuro lo más bajo posible para no despertarla. Por un largo periodo ella quedo encantada apreciando el bello rostro de Alexis, su tez tan blanca, sus largas pestañas y sus labios rosa pálido. Hacia cada parte que ella mirara la primera palabra que llegaba a su mente era "hermosa"
Delicadamente paso la comisura de sus dedos por la apenas notable cicatriz que le llegaba desde la barbilla hasta más abajo de la clavícula. A comparación de los demás soldados que había visto en la aldea, quienes poseían claramente notables cicatrices y la perdida de sus extremidades tanto en hombres como en las pocas mujeres que se alcanzaban a distinguir. Alexis era la que menos tenía daños en su cuerpo. Su rostro seguía tan hermoso y sensual como siempre, no cojeaba o presentaba daños internos en su cuerpo ¡Nada! Incluso las cicatrices y hematomas en su rostro de la pelea que tuvieron el día anterior habían desaparecido. Pero si a noche se podían apreciar a simple vista. Intrigada por la nuevamente arreglada cara de Alexis, paso ambas de sus manos por su propio rostro intentando encontrar las cicatrices que ella tenía. ¡Nada! Su piel era suave y no notaba ninguna molestia en su mandíbula como a noche que en cada beso y rose con los labios de Alexis le provocaban un punzante dolor.
Alexis gruño ligeramente entre sueños y comenzaba a balbucear cosas sin sentido. Lucy puso los ojos en blanco y comenzó a juguetear con un mechón de su oscuro cabello.
-No...-Murmuro y Lucy detuvo sus caricias para mirarla con preocupación. Alexis hacia una mueca de desagrado y a la vez pánico.-Por favor...No...No lo hagan.-Comenzaba a sollozar.-Aléjense de mi.-Dijo con voz temblorosa.-Ma...Madre, n...no me dejes aquí.-Rompió en llanto de una manera de la que Lucy no había visto nunca, lloraba como una niña pequeña. Angustiada por la condición de la pelinegra, Lucy la atrajo hacia sí y le abrazo con fuerza.
-Shhh,shhh. Todo está bien.-Le dijo lo más pacíficamente que pudo.-Es hora de despertar, Alexis.-Beso su frente con ternura y Alexis de poco en poco fue abriendo sus llorosos ojos.
-¿Lucy?-Pregunto confundida.
-¿Si?-Le respondió tiernamente. Alexis soltó un largo suspiro.
-Menos mal solo fue un sueño.-Declaro aliviada. Lucy limpio algunas de las lágrimas que aun cubrían su rostro.
-¿Una pesadilla?-Alexis desvió la mirada.
-Más que una pesadilla solo era un recuerdo.
-¿Podría yo saber de qué se trataba?-La pelinegra apretó los labios y negó con la cabeza.
-Por el momento todavía no.-La apego a su cuerpo y se acomodó entre sus desnudos pechos.-Lucy.
-¿Hum?
-Hay algo que tengo que mostrarte.
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.
.
Alex Arza
Al momento de abrir los ojos un punzante dolor recorrió toda su cabeza. Alex emitió un quejido de dolor y con pesadez se levantó del suelo. El pelirrojo y el chico cicatrices en el rostro permanecían dormidos en el suelo.
-Wow que gran noche.-Se estiro y los huesos de sus brazos crujieron provocándole un gran placer a Alex. Limpio la baba que escurría de su boca y dirigió su mirada hacia la ventana. Grande fue su sorpresa al encontrar al cuervo y al cisne en una posición muy comprometedora. El chico oscuro tenía su miembro expuesto y el chico-chica tenia los pantalones abajo y dormía boca abajo en el piso frio, a pesar de haber tocado su pene todavía dudaba sobre si este era un verdadero hombre.
-Parece que al final esos dos si se divirtieron.-Rio maliciosamente mientras se ponía en pie. Sin ninguna preocupación llevo su mano hacia su trasero y los rasco sin importarle que alguien lo estuviese mirando. Nuevamente se estiro y esta vez todos los huesos de su espalda crujieron. Lanzo un grito repleto de energía y comenzó a recorrer toda la cabaña. A su parecer su hija y la princesa todavía no habían regresado.
<<Esas mocosas de seguro ya se hicieron paleta>>

<<O quizá fosharon>>

-Es lo más seguro.

<<Porque no tuviste una hija normal>>

-¿A qué te refieres?

<<Tu hija se acuesta con mujeres ¡¡imbécil!>>

-La prefiero así, feliz con la persona que ella ama que casada con alguien que ni siquiera ama.

<<Eso no o dirías tu>>

-Equivocación, mi pasado yo nunca hubiese dicho semejante cosa.

<<Te das cuenta de que se acuesta con la hija de Keila>>

-Keila deseaba que Lucy escogiese con quien quería estar, ella estaba harta de las estúpidas tradiciones sobre casarse con nobles solo por obligación. Su vida fue infeliz gracias a tener que casarse con ese bastardo. Ella no quería eso para Lucy y con tan solo mirarla me doy cuenta de que Keila estaba en lo correcto.

<<¿Sobre qué?>>

-Esa mocosa nació para ser libre.

<<Jajaja en eso si tiene la razón>>

<<Oh y que era lo que decía la perra de Josin sobre Alexis>>

Alex soltó una risotada.
-Que esa malparida iba a ser igualita a mí.

<<Enamorándose de una princesa>>

<<Y varias chicas>>

Alex sonrió de lado y dirigió su mirada hacia la gran bolsa que había traído. Por un momento su corazón se detuvo al ver que esa estaba vacía.

<<Oh>>

-Mierda.

Alexis
Ella lo sabía, era tiempo de contarle la verdad. Todos esos años en el que había estado separado de ella se había sentido tan sucia, una traidora. La última mirada que le dedico Lucy le había destrozado su corazón. Aquel recuerdo de la rubia siendo llevada por su fiel guardián, lejos de ella. En su mente la creencia que había sido traicionada. Lucy no menciono nada al respecto en cuanto recupero la memoria, al contrario se notaba con una mayor tranquilidad y elegancia posible.
Alexis no había esperado encontrarla nuevamente y tan pronto, solo 2 inviernos. Ella se había planteado que su reencuentro nunca sería o tal vez le volvería a ver cuándo la princesa hubiese hecho una vida aparte con un hombre, incluso la imaginaba ya con hijos y un hogar viviendo felizmente en una aldea lejana.
Eso le destrozaría por completo pero era la vida que ella deseaba para su princesa. El largo periodo junto a su padre le hizo reflexionar sobre varias cosas y enterarse de la verdad detrás de la muerte de la Reina Keila, además de otras cosas no muy agradables de mencionar.
-Alexis, ya estoy lista.- La pelinegra dio un ligero sobresalto en su lugar y miro a su princesa quien de nuevo se había colocado su ropa y cepillaba su despeinado cabello con los dedos. Era una chica hermosa, sería capaz de jurar que se trataba de un ángel. Mientras la rubia continuaba con tu trabajo con su cabello Alexis dio inicio a su marcha. El aire era congelante ni siquiera podía sentir su propia cara, incuso si alguien le diese un buen golpe ella no sentiría nada. Lucy con pasos apresurados la seguía por detrás, cada vez se iba retrasando más y más.
-Alexis...-Jadeo.-No vallas tan rápido.-Decía con la voz temblorosa y se abrazaba a sí misma. Como había podido ser tan descuidada, de inmediato Alexis se situó a su lado y le abrazo proporcionándole el calor de su larga capa de piel de oso color negro.
-La próxima que sea tan descuidad como ahora prométeme darme una buena bofetada.-Lucy rio en sus brazos.-¿Qué te causa gracia?-Pregunto.
-Es solo que siento nostalgia.
-¿Nostalgia de qué?-Lucy rodeo sus cuello con ambos brazos haciendo que sus narices rosaran en el acto.
-¿No lo recuerdas? Cuando nos encontramos por primera vez tu intentaste violarme, una y otra vez en tu estancia en el castillo, alegando que solo querías tener sexo conmigo y largarte.-Aproximo más sus labios y Alexis sonrió.
-Sí, lo recuerdo. Y tú eras una princesita muy obstinada y de las chicas más difíciles que he conocido. Todo el tiempo me rechazabas y todos mis intentos para que por tu cuenta me buscaras no todo el tiempo eran eficientes.-Roso sus labios.- Siempre hacías lo que te convenía. No te mentiré, más de una vez solo quise atravesarte el pecho y terminar con tu miserable vida. ¿Por qué no lo abre hecho?-Se preguntó.- Oh ya lo recuerdo porque cada que se me pasaba eso por la cabeza tu llegabas a mi mostrándome los más maravillosos ojos que he visto en mi vida.-Deposito un beso un su sien.-Y al final la enamorada termine siendo yo.- Alexis contuvo sus ganas de unir sus labios.- Y solo tengo que hacerte una pregunta. ¿Tú me amas?-Le miro de la manera más sincera posible.- ¿Me amas?

Yo no soy tu príncipe [yuri/lesbico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora