Capitulo 39: La otra cara del halcón

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Kreyn

Los rayos del sol y la helada brisa invernal se colaban por la ventana. El oscuro cuervo tembló al sentir ese enorme frio en la su parte baja. Adolorido levanto la cabeza del suelo y en su momento lamento haberlo hecho. Todo giraba a su alrededor y las ganas de vomitar estaban presentes.
Había sido una noche loca…. muy loca y excitante. Lo sabía mientras paseaba su verde mirada sobre su inocente amante. Sus pantalones habían desaparecidos y su redondo y rosado trasero estaba completamente expuesto. Tan esplendido que daban ganas de morderlo.

Era una pena el no poder recordar con claridad esa noche,  pero estaba seguro de que debió de haber sido una de las mejores.
Paseo la punta de sus dedos recorriendo la suavidad de las posaderas del cisne. Sahphire se sobresaltó un poco y abrió los ojos lentamente. Al igual que el intento levantarse de inmediato,  grave error. El rubio se quejó y volvió a tirarse al suelo con unas cuantas lágrimas en sus ojos.

-Kreeeyn.- Arrastro las palabras.

-¿Si?

-Me duele el culo.

Ahí estaba la prueba. Había sido una noche intensa.

Lucy

-Gracias.- Rompió el silencio aquel hombre de dorada y despeinada cabellera. La princesa frunció levemente el ceño y guardo silencio, no tenía ánimos de seguir hablando con ese psicópata, mucho se había estado conteniendo para no cortarle el cuello desde el primer instante que despertó. La única razón por la cual no lo hizo, fue porque, él había curado las heridas de Alexis, las suyas no le preocupaban, lo que más le importaba era su amada pelinegra. La neutralidad era su forma de agradecimiento. Pero eso no quería decir ya jamás volvería a intentar asesinarlo.

Alex Arza agacho la mirada y rio en bajo. Se detuvo en seco y dejo caer de zopeton el cuerpo de Alexis contra un arbusto cubierto de nieve. Lucy intento protestar pero el asesino cubrió su boca. 

-Silencio.

Se agacho y coloco su oído en el suelo. Dando ligeros golpecitos él se arrastraba por todo el lugar cubierto de nieve. No tenía idea de lo que tramaba y dudaba mucho que este le diera una respuesta coherente a sus acciones. Tomo un mechón suelto de su cabello y lo puso tras su oreja.

Ese desgraciado había dejado caer de una forma muy descortés a Alexis.

-Se nota que eres un gran padre.- Dijo irónicamente. Alex no respondió y prosiguió con su actividad tarareando una curiosa canción.

La princesa se acercó a su amada, dejando escapar una pequeña risilla al ver la incómoda posición en la que estaba, incluso podía escuchar sus ronquidos y ver un delgado hilo de  baba salir de su boca.

-Eres un desastre.-Rio con ternura y acaricio su mejilla. Formando delicados círculos con sus dedos sobre la pálida piel de Alexis. Su sonrisa y sus ojos brillaban casi como el mismo sol y así seria siempre que Alexis estuviese con ella.

Desearía poder ser capaz de tenerla así solo para ella hasta el final de sus días. A su alocada y hermosa asesina.

La guerra era cruel, la había comprobado, en cada lugar al que partía junto a Robin y Loki, había solo muerte, barbarie y enfermedad. Ella no podía imaginar lo que su pelinegra pudo haber pasado.

Una vez María le hizo darse cuenta de todo esto, en una misión, donde todo salió mal.  Aun se preguntaba por qué ella le había salvado la vida si desde el momento en el que se habían conocido María había estado celosa de ella. Por arrebatarle a Alexis. Mentiría si dijera que no le había intentado asesinar más de una vez esa noche.O eso era lo que ella le había dado a entender.

Yo no soy tu príncipe [yuri/lesbico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora