Una Segunda Oportunidad [JCA 2]

Hace diez años.

Estoy en la cocina esperando a que mi mamá baje la parte de arriba de la casa. Tomo un poco de jugo de naranja de la nevera y siento que alguien abre la puerta, pienso que puede ser papa entonces me apresuro a ver quién es.

Paul.

El esta como zombi, su mirada se encuentra con la mía y entiendo que algo está mal. Algo está pasando. Se acerca despacio a mí y logra que tenga un poco de miedo por la manera en la que me está mirando.

- ¿Qué pasa? –Le pregunto y no responde. - ¿Qué paso Paul? –Repito.

- Ella... -siento una presión en el pecho. Thania.

- ¿Qué le paso? –Lo sujeto fuerte de la camisa y a penas parece reaccionar.

- Me dejo. –Dice Paul.- Ella solo me dijo que ese hijo no es tuyo, ni mío. –Lo agito para que termine de hablar y a él parece costarle más que a mí.

- ¿Qué paso? –Pregunto una vez más.

- Nos engaño, es hijo de él. –dice- de él. –Repite varias veces.

- ¿De qué hablar Paul? ¡Por dios!

- ¡Mierda que nos engaño!

- ¿Cómo lo sabes? –Pregunto.

- ¡El me lo dijo!

Su grito hace que automáticamente lo suelte y ambos escuchemos su celular sonar en el bolsillo. Lo saca apresuradamente y ve el remitente...

- Thania. –Dice pero no responde, lo coloca sobre la mesa y deja que siga sonando.

Quizás él no quiera respuesta pero yo sí, yo sí necesito respuesta. Tomó el celular y antes lucho por con él para poder responder.

- Thania. –digo.

- ¿Nick?

- Sí. –su voz es temblorosa.

- ¡Gracias a Dios! –dice y explota en un sollozo. Mi corazón se abre y miro a Paul que esta observándome con desaprobación.— No tengo mucho tiempo, él viene por mí.

- ¿El? –No entiendo.

- ¡Sí! –susurra– no puedo hablar mucho tiempo, esta noche me va a sacar del país y la única manera de que mi bebé nazca y que yo viva es que ustedes me saquen primero, ¡por favor! –casi ruega y puedo escuchar lo mucho que le cuesta respirar.— Es mi jefe, el me dijo que le dijera a Paul eso porque está obsesionado conmigo, Nick el... –la voz se le corta y suelta un sollozo– mi hijo no es tuyo ni de Paul porque él me enredo en su juego, yo quería conservar mi trabajo... Ahora se cree capaz de poder quitarme la vida y arrebatarme a mi hijo. –no para de llorar y yo estoy apretando el celular tratando de sobrellevar esa situación de asimilar sus palabras. —Es un monstruo.

Veo a Paul que me pide que corte la llamada y por más que trato de odiarla, no puedo.

- Voy por ti. –digo.

- ¿En serio? –La esperanza se instala en su voz de nuevo.

- Mantente a salvo hasta que llegue, no dejes que nadie entre.

Cuelgo el teléfono y miro a Paul. El está tomándose mi jugo, al parecer si es cierto que quiere todo lo que yo tengo aunque curiosamente a él siempre le han dado todo. No vayas por ahí Nick. Le lanzó el celular y sacó del cajón las llaves del auto.

- ¿Vienes o te quedas? –Le preguntó. Quizás necesite ayuda.

- ¿Qué pasa? –Pregunta intentando parecer despreocupado pero si hay alguien que lo conoce aquí ese soy yo.