Capitulo 2

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Como era obvio, no pasamos el reto disciplinario de convivencia. Terminamos castigados en una celda -digo- cabaña. No creí que me castigarían tan severamente. No es un caos compartir un espacio reducido con una persona desconocida, lo solucionaría ignorándolo. Lo que más me apenaba era que no podía participar de ninguna actividad más. Todo esto por una pelea insignificante. Observando por la ventana a las niñas nadando, tomando sol, disfrutando de la calidez del día; un fuerte golpe en seco me exaltó. 

-Que mierda- vi el celular en el suelo hecho pedazos y deduje que lo había arrojado. Él se encontraba sentado en la cama, con la espalda y la cabeza apoyadas en la pared. 

 -Qué pasa? - volteé mi cabeza para mirarlo 

 -Nada importante- Volví los ojos a la ventana. 

 -Estoy enojado, es solo eso- murmuró. Fui de forma sutil y me senté a su lado. 

-Por qué? - 

 -No quiero hablar de eso- 

 Se notaba cortante, pero veía en sus ojos la necesidad de expresarse y la desconfianza por hacerlo.     -Está bien, si quieres hablar del tema aquí estaré- 

No comprendía con exactitud porque estaba siendo amable con él, bueno... mi enojo ya se había ido. -Hey...- dijo antes de que pudiera llegar a la ventana 

 -Que pasa? - 

 -Lamento haberte ofendido- 

-Ofendido? causaste un daño irreparable en mí, ¡¡me llamaste debilucha!! como podría superar eso- se dibujó una amplia sonrisa en su rostro 

-Solo quería ser... no lo sé...amigable? - 

 -Qué extraña forma de serlo- bajé la mirada 

 -Lo siento, de verdad... me disculpo- subió la mano como en señal de rendirse. 

 -Estas perdonado- 

 -Si es así entonces empecemos de cero, quiero saber tu nombre- 

 -Emma y tú?- 

 -Thomas-.


La noche terminó tranquila, lo más emocionante fue saber el nombre de mi compañero de habitación. Aproximadamente a la 1 a.m. nos alistamos para ir a la cama.


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