Counting Stars

Capitulo 8

Al llegar a casa, recibo un texto de Rosie. "Tengo algo que puede alegrarte!". Lo dudo mucho, la imagen de Thomas con Jazmín me daba vueltas en la cabeza a cada momento, no podía evitarlo. "Programé una cita a ciegas para ti, ¡con Daniel Parks! ¿Lo recuerdas? El lindo de clase de biología, que vino como estudiante de intercambio". En una charla virtual de cuarenta cinco minutos, logró convencerme. Solo sería una salida a Starbucks de media hora, tal vez una, será mejor que quedarme sola en casa pensando en cosas que me hacen sentir desesperanzada. "Te hará bien Emma, hoy no estuviste bien en lo absoluto. ¡Prepárate! Es las 20hs.".

Me puse un jean azul, mis zapatillas blancas, una blusa color roja y una ligera campera fina, color negro. Solo llevé mi móvil en el bolsillo por si necesitaba avisarle algo a mi padre o por cualquier otro motivo. Entré a Starbucks, Daniel estaba en la primera mesa, imposible no verlo. Estaba más grande, y delgado. Su cabello tan rubio como siempre, su sonrisa igual de blanca y sus ojos esmeraldas igual de intrigantes. Daniel fue atractivo desde que tengo memoria, pero lamentablemente es la única cualidad que conozco de él.

-Emma, viniste...- se puso de pie rápidamente, se notaba sorprendido y nervioso-

-Así es, es culpa de Rosie, logra lo que se propone- dije tomando asiento.

-Ya ordené-

-Ah, perfecto, gracias- dejé mi campera en el respaldo de la silla.

-Dime, ¿cómo has estado? ¿Qué es lo más actual que te ha pasado? No nos vemos hace mucho tiempo-

-Lo más actual, déjame pensar... creo que es empezar clases de cocina. ¿Y tú? -

-Bueno... yo estoy cooperando con mi padre en su empr...-

El rostro de Thomas apareció frente a mis ojos, pero esta vez no lo estaba viendo en mi mente. Como frutilla del postre, Thomas y Jazmín sentados en diagonal a nosotros, podía verlos juntos. ¿Habiendo mil lugares en el mundo justo ahora tienen que estar aquí? Esto parecía una broma pesada y yo no estaba de humor. -Aquí está su orden, que lo disfruten! - el joven de delantal verde me tapó la visual. Al moverse de allí, vi que Thomas me vio, como primer impulso agarré el menú y tapé mi rostro

-Emma... te encuentras bien? – dijo Daniel en tono preocupado

-Yo? Si... por supuesto ¡tengo mucha hambre! Tal vez pida otro licuado- dije sin quitar el menú de mi cara.

-Pero no podemos hablar directamente? digo, ¿puedo ver tu cara? -

Bajé lentamente el menú, Thomas seguía ahí, pero mirando hacia otro lado. -Ya, ahora si- dijo Daniel. De pronto, una lamparita de maldad se prendió en mi conciencia. Estaba en el mismo lugar donde estaba el, con un chico, ¿sentiría celos de mi Thomas? Puedo averiguarlo esta noche. Comencé a actuar de forma exagerada con las historias de Daniel, riendo y sonriendo; sé que era cruel de mi parte, no propio de mí, pero quería ser mala por esta vez.

De reojo podía notar que me observaba, pero su expresión era borrosa, también que Jazmín estaba tapando su rostro con las manos, minutos luego se levantó y se fue.

-Emma! - Daniel llamó mi atención

-Si? ¿qué pasó? - estaba tratando de descifrar que pasaba en la mesa de Thomas.

-Te estoy hablando-

-Te escucho, continua- me enderecé en la silla y centré mi atención en él.

-Estas muy hermosa esta noche...- dijo acercando su mano a mi mejilla

-Daniel, preferiría que exista cierta distancia entre nosotros- corrí su mano

Se acercó de golpe directo a mis labios, sin respetar la pauta que acabada de decirle. Me levanté antes de que llegara a darme un beso.

-Vámonos Emma- Thomas estaba a mi lado, pidiendo que tome su mano.

-Amigo, ¡ella está conmigo! - Daniel se puso de pie

-No, de hecho, no estoy contigo- dejé propina sobre la mesa.

-Ella lo decide, amigo- dijo Thomas mientras nos acercábamos a la salida.