Como mi compañero de castigo se había marchado, volví a mi cabaña. La cual se había vuelto aburrida.
Al final del campamento, volví a casa lista para empezar la vida cotidiana de siempre. Luego de unos días las clases comenzaban; de verdad seguiría de vacaciones toda la vida, aunque debo admitir que me alegra volver, veré a Cody y Rosie, mis amigos.
-Hay muchos cambios este año Emma {dijo papá con su taza de café en las manos} están haciendo arreglos en la parte superior, esos alumnos estarán en tu salón, hasta que se renueve el suyo ¿de acuerdo? -
Por supuesto que estaba de acuerdo, además, si no lo estuviera, que podría hacer.
-De acuerdo- respondí con amabilidad.
Mi padre salía mucho más temprano que yo a su trabajo. Lo más extraño de esto es que debía cruzarlo por los pasillos. Porque si, mi padre era el director de mi secundaria. Muchos dicen que eso es bueno, porque me ahorro de los castigos, tengo privilegios e impunidad. Pero yo diría que es lo contrario, papá siempre me presiona para que sea la mejor, me gane el respeto y reconocimiento por ser yo la dueña de mi éxito y no por ser "la hija del director". Eso lo lograba bastante bien, el problema era algunos dementes que trataban de hacerme sentir inferior o tonta por el lugar que ellos creían que tenía. Lo cual siempre me hizo gracia. Soy una joven estudiante, es todo.
Al pasar por la gran puerta de Hives Bey Secundaria, el fuerte abrazo atropellado de Rosie me sorprendió.
-Emma! ¡Aquí estas... te extrañé! –
Rosie era mi mejor amiga hace cinco años, desde que se mudó somos compañeras en el mismo salón de clases y nos sentamos juntas desde la primera semana que nos conocimos. Tiene una personalidad muchísimo más explosiva que la mía, extrovertida sin límites, y tímida en ocasiones. Confío en Rosie desde que me salvo de ser descubierta por mi padre por ir a una fiesta sin su permiso. La noche más loca mi vida y gracias a ella pude disfrutarla.
La entrada de nuestro salón era un desastre, había muchos más alumnos de lo normal. Luego recordé lo que mi padre me advirtió. Tratamos de abrirnos paso entre tantos chicos y chicas y nos pusimos a charlar, contándonos detalles sobre las vacaciones. Rosie aventurera como siempre se fue a Brasil con sus padres.
¿¡Thomas!? Una voz en mi interior me gritó que era él. Lo vi pasar por un pasillo. Busqué con la mirada de forma desesperada. ¡No puedo estar alucinando! Juraría que lo vi pasar caminando.
-... en ese momento parecía que me moriría! Mis padres se burlaban de mí, después...-
No podía concentrarme en el relato de Rosie sabiendo que Thomas andaba por ahí.
-Ya vuelvo Rosie, quédate aquí- me fui lo más rápido posible, pero no alcancé a verlo. Salí, fui a la salida, miré por todos lados, no lo encontraba. Estaba frustrada. Me quede afuera, por si se había marchado y luego volvería.
De pronto, veo a una joven rubia gritar y correr... iba directo a brazos de... o no. Iba directo a los brazos de Thomas. No podía creerlo. Tiene novia, ¿cómo pudo omitir eso conmigo? sería infantil enfadarme por esto? ni siquiera me gustaba, ni siquiera nos gustábamos, nadie ha dado el primer paso, no había nada entre nosotros. ¿Porque me enojaría? ¿Porque me molestaría ver a Thomas en brazos ajenos? La vaga sensación de imaginarlo compartiendo con otra persona me asquea, y no entiendo por que.
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Counting Stars
مغامرةNo siempre la primera impresión es buena, eso le quedó claro a Emma al conocer a Thomas. Pero cuando el deseo y el destino unen a dos personas, todo puede pasar. Aislados en el prejuicio y la sociedad, encuentran un lugar solos donde pueden ser ell...