Capitulo 5

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Como de costumbre en el campamento a las diez de la mañana hacían inspección de cabaña. Teníamos todo en condiciones, en orden y no hubo ningún conflicto. La inspectora nos analizó, observándonos de arriba abajo.

-Por lo visto han logrado convivir en armonía, creo que podrán volver con sus respectivos compañeros-

Thomas y yo compartimos miradas cómplices.

-De hecho, lamento decirle {se cruzó de brazos} que no la soporto, es insoportable, necesito un respiro, me asfixia-

Noté lo que quería lograr, y respondí.

-Él es como una garrapata, debe dejarlo aquí, me acosará luego-

-Ella no me deja dormir. Debe llevársela antes que le arroje... la lámpara por la cabeza-

Lancé una mirada de 'eso me pareció demasiado exagerado'.

La antipática mujer entrecerró los ojos, gruñó y se fue.

-Porque mentiste? - no contuve la curiosidad.

-No lo sé... sup... supongo que me agradas- tartamudeó moviendo sus manos nerviosas.

-Me parecía, dudaba que lo de la lámpara fuera cierto-

sonreímos.

Llegado la noche sin nada que hacer, encendimos la radio, recostados en nuestras respectivas camas. En silencio los dos.

-Emma...-

-Si? Aquí estoy...- murmuramos.

-Solo quería preguntarte algo- 

-Pregúntame...- dije sin quitar la mirada del techo

-Cómo te sientes? - se acomodó solo para mirarme.

-No lo sé... supongo que bien-

Nadie me había preguntado eso, o al menos nunca con tanta seriedad e interés. Analizando  como realmente me sentía. Dije otra vez...

-Bueno, de hecho, eh tenido la etapa de querer suicidarme de vez en cuando, tu sabes. Pero trato de no ser esclava de esos pensamientos, ¿y tú cómo te sientes? -

-Has perdido a alguien importante? - Preguntó esquivando mi pregunta

-A mi madre-

Hubo un silencio de segundos.

-Lo siento mucho Emma-

-Sabes que me gustaría? – dije dudando

-Que te gustaría?

-Que vengas aquí y te recuestes frente a mí-

Se levantó de su cama, y se colocó como se lo había pedido. Quedamos lo suficientemente cerca como para notar la belleza de sus ojos. Eran grandes, sus pestañas me gustaban, sus labios y los lunares de su rostro.

Emma...  - {su voz se escuchaba hipnotizada} tu sonrisa es hermosa...- dijo mirando mi boca.

-Gracias...- sentía un ardor en mis mejillas.

Cerramos los ojos, mientras sonaba "Asleep" de The Smiths. Tenía mis manos a la altura de las suyas, luchaba para no tomarlas o acariciarlas, decirle que duerma aquí, sintiendo la seguridad de que se quedaría toda la noche. Pero mi razonamiento y cordura mantuvo mis manos rígidas, y notaba que las suyas también lo estaban, me preguntaba si tendría el mismo deseo.

Detrás de los parpados una fuerte luz me obligó a despertar. Eran las 11 p.m., me había quedado dormida con la ropa puesta. El lugar de Thomas estaba vacío, me desesperé al no verlo ahí, busqué si estaba por la cabaña, nada. Salí afuera... caminé un poco, nada. Tal vez fue a buscar algo a la cocina, pero tampoco estaba. Me pareció extraño que no esté por ningún lado, ¿a dónde iría? No tenemos nada juntos, ni compartimos mucho, pero hubiera sido bueno que me mantenga al tanto de lo que hace.

Al verme con las instructoras, les pregunté qué había pasado con Thomas, ninguna pudo responderme con certeza. Me hicieron saber que "tenía unos asuntos que arreglar". Vaya cuanto misterio, tal vez sea un mafioso que se tomó vacaciones del crimen viniendo a un campamento, que estupidez.


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