CAPITULO I- El Libro Negro

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Era un día como cualquier otro, estaba relajándome leyendo mis libros sobre magia y mitología (como casi siempre). Un día mientras buscaba material nuevo encontré un libro muy extraño e interesante: Era bastante grande, parecía antiguo, no tenía título, solo un encuadernado totalmente negro.

Cuando lo abrí me impresioné bastante, estaba escrito en un antiguo lenguaje rúnico. Al parecer se llamaba "El Libro Negro". Me costó bastante traducirlo, pero, hubo algo que llamó bastante mi atención; había una especie de coordenadas escrita, como si fuera una X en un mapa.

No era nada especial, suele ser común en este tipo de libros, pero había algo en esa dirección que me hacía querer buscarla, como si me llamara; así que decidí ir a buscarla, me tomo un tiempo traducir donde estaba exactamente, cuando lo hice no fue que me impresionase mucho pero si un poco; estaba en Noruega. Compre un pasaje de avión hacia Noruega y salí en su búsqueda.

Mientras viajaba iba traduciendo las runas, hablaban sobre gemas mágicas, sobre círculos elementales, sobre como los hechiceros hicieron un pacto con lo que ellos llamaron Los Guardianes (según el libro eran espíritus animales que existieron mucho antes que los humanos o los semi-humanos mismos) para elevar sus habilidades más allá de lo que pensaban, también hablaba sobre algo que captó bastante mi atención; hablaba sobre una guerra. Una guerra entre dos bandos, uno se hacía llamar los Ascendidos, y el otro los Dejados. Fue algo muy extraño, nunca antes había leído algo así ¿una guerra entre hechiceros? Los libros siempre decían que había pocos hechiceros, jamás pensaría que habría suficientes como para formar dos ejércitos y que entrasen en guerra.

Una vez que llegue a Noruega, me costó bastante llegar a esas coordenadas que me decía el libro, estaba en un pequeño pueblo bastante alejado. Ya una vez que llegue al pueblo tuve que conseguir un guía lo que no fue nada fácil, cada vez que le preguntaba a alguien se negaba a llevarme. Me decían que quedaba en una cueva y que además era un lugar maldito, y que estaba loco si quería ir.

En ese momento solo pensé "¿Tanto traducir esas malditas runas y todo el viaje, todo eso para nada? ¿Llegue aquí solo por el gusto?"

Ya que estaba en un bar decidí descansar un poco, así que ordene una cerveza, ya terminando mí bebida a punto de resignarme escuche que me llamaron.

-¡Hey, niño!- dijo una voz con un marcado acento irlandés.

Al darme vuelta vi que era un hombre de no más de 30 años, el me miraba muy pensativo y con unos ojos un tanto irónicos, como si ya hubiese experimentado lo que yo estaba pasando.

-Escuche que necesitas un guía, se dónde queda esa cueva adónde quieres ir, te puedo llevar si gustas.

-Y... ¿tú no crees en eso de que esté maldito ese lugar?

-No, no soy muy supersticioso como estos pueblerinos- dijo muy seguro de sí.

Aunque no lo conocía, había algo en él que me decía que podía confiar en él.

-Está bien, si no tienes problema, claro está- dije muy emocionado, por fin mi viaje valdría la pena.

-Entonces deberíamos ir saliendo ya, si es que quieres llegar claro.

-¿Cuál es el apuro?- me pareció raro que tuviera tanto apuro, solo eran la 1 de la tarde-. Ven, déjame invitarte una cerveza.

-Esa cueva está muy lejos, si quieres antes de la noche o si acaso llegar hoy, deberíamos ir saliendo- me dijo bastante serio.

-Wow, bueno está bien, vamos- dije un tanto extrañado.

-Mi auto está cerca, ven- dijo, creo que orgulloso de sí mismo (o a lo mejor de su auto).

La Ultima Guerra - PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora