Pavor

caitulo 2: otra vista

Heba:

Todo el tiempo te dicen que no sabes con quien estas, y yo hasta mis 9 años sabia con quien estaba.

Yo vivía muy flez a lado de mis padres, hasta ese momento yo sabía con quien estaba. Mi padres Julius*, un hombre británico que era miembro de una importante familia pero a el le gustaba la vida mas simple y sencilla, es por eso cuando se caso con mi madre Hikari* cuando se casaron el decidió adoptar el apellido de mi madre "Moto", mi madre era una japonesa muy hermosa.

Mi primer recuerdo fue el de unos ojos violetas o amatista que estaban alado de mi. Si, mi hermana y sus ojos fue lo primero que vi.

Ella y yo, yo y ella, probablemente eramos dos caras de una misma moneda en dos cuerpos diferentes.

Mi padre trabajaba para su hermano mayor, claro que nadie sabia del parentesco familiar.

Siempre habíamos sido solo nosotros 4, mi mama, hermana y yo.

Hasta que al cumplir 10 años mi prima por parte de mi madre vino a vivir con nosotros, su nombre Anzu Mazaki, ella era la hija de la hermana de mi mamá, ella se había vuelto parte de nuestra familia por que sus padres habían muerto en un accidente aéreo.

A pesar de que ella era mi prima no me causaba mucha confianza. Pero mi hermana era (y es) un pan de dios.

Quien diría que ella nos pagaría tan mal...

Nos mudamos a Domino, y ahí hicimos mas amigos.
Atem, Yami, Bakura, Ryo, Joey, Tristan, Serenity, May, y Duck, claro que también supimos que teníamos a dos celosos primos Seto y Mokuba Kaiba.

Si, todo era de maravilla pero al final todo acaba y al cumplir 18 años mis padres murieron, en un asalto que salio mal y nos quedamos nosotras tres y mis primos.

En ese momento apenas comenzábamos a vivir. Y quedarnos 'solas' no era lo mejor. Los Halakti fueron muy amables con nosotras.

Aún así con los seguros de vida y cosas que Anzu, Yugi y yo, fuimos haciendo fue como pudimos vivir cómodamente.

Al cumplir 20 años. Yugi se fue a vivir con su novio Yami mientras que yo también, Anzu vivía con Mai desde que ella cumplió 18 años.

Yami siempre se comporto como un caballero con mi hermana, y hasta cierto punto, Seto, Mokuba y yo a provocamos aquella relación, pues Seto y Mokuba pueden ser extremadamente celosos cuando quieren, en fin, no sabíamos que los celos de Yami harían que mi hermana tuviera pavor a tal punto que ella ni siquiera quisiera estar en Japón. Actual mente vivimos en Europa. Atem y yo abrimos una pequeña empresa hotelera y nos esta llendo muy bien, y mi hermana ahora es una cardióloga, y solo tenemos noticias de Japón por los chicos.

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Atem.

Mi hermano gemelo nunca dio alguna señal de violencia y el día que lo hizo realmente me dio miedo.

El día que encontré a mi querida cuñada en el departamento que ellos compartían en mal estado me dio una rabia tremenda.

Ese día estaba en la universidad y no había visto a Yami o a Yugi en todo el campus, y pensé que se habían tomado el día libre, pero me tope con unas amigas de Yugi y ellas se me ha cercaron.

-Halakti, ¿ has visto a Yugi? -me preguntaron.

-no, venía a ver si ella estaba no he visto a mi hermano- les conteste.

- el problema aquí...-ella dudó- es que Yugi no ha venido desde hace 2 días y... -esta chica duda mucho y no me gusta nada a donde se dirige sus sospechas.-bueno a cambiado su ropa, la última vez que la vi usaba camisa de manga larga y un suéter y unos lentes oscuros...

-yo le vi un moretón y no deja los lentes, tenemos miedo...- ella no término de hablar por que mi celular sonó y el identificador era Yugi.

- ayuda, mi departamento- fue lo que oí mas pero ella no contesto, sin despedirme salí corriendo hacia mi auto y me dirigí al departamento de Yugi y Yami.

Al llegar toque la puerta pero nadie me abrió y una niña dijo que había oído gritos y que Yami había salido muy enojado, la sangre se me heló, aquella niña no podía tener mas de 10 años. Y sin si quiera decir algo mas derribe la puerta y ahí a mitad de la sala estaba ella tirada y pude notar sangre salir, la cargue y me la lleve al hospital cuando me preguntaron los datos de ella yo pedí hablar con el jefe, a el le dije que mantuviera la identidad de Yugi oculta por lo menos hasta que ella despertara.

No tuve mas opción que llamar a Heba, ella llego en 10 minutos.

- joven Halakti? - dijo un doctor nos ha cercamos a el y el nos dijo que ella había tenido una amenaza de aborto pero que estaba estable, estaba sedada y era probable que ella no despertara hasta mañana, mientras que Heba y yo entrábamos al cuarto pude notar a una Yugi tan pálida como las sabanas, pero me volvió a helar la sangre fue los moretones que había en sus brazos, las marcas rojas recientes y el moretón de la mejilla. Mi hermano había hecho eso.

Salí de ese cuarto sin decir palabra y fui al departamento de mi hermano a sacar las cosas de ella de ahí, yo le había prometido a los padres de ambas que las protegería aun incluyendo de mi propio hermano.

Al llegar el estaba ahí enojado a mitad de la sala.

-estas contento-lo espante y el se voltio y me miro enojado.

-¿donde esta?- dijo u fue cuando note que la puerta estaba cerrada bajo llave por eso me había costado tanto derribarla.-¿adonde se fue la zorra, y quien tiro la puerta?- si tenia la mínima esperanza que eso hubiera sido una especie de asalto o algo por el estilo pues... todo se había ido al caño. Y en menos de dos segundos ya me encontraba sobre el.

-ellas no es una zorra- le contra dije.

-lo es, ella me a estado engañando.- parecía que no entendería razones

-ella te adora. - me hacer que a el pero el solo estaba en un estado irreconocible.

-es una mujerzuela, esa sangre indica que mi plan funcionó y el bastardo se perdió- aquellas palabras me llenaron de cólera y rabia pues el me lo había confirmado.

- ¡eres un bastado!- si no fuera por que Joey y Tristan llegaron y nos separaron bien yo hubiera matado a mi propio hermano.

- ella es mía, y la voy a encontrar- amenazaba mientras lo sacaban del departamento

-solo sobre mi cadáver le pondrás de nuevo una mano encima- solo esperaba que lo aya oído por que no tendría contemplaciones aun si el es mi hermano

Después de nos dijeran que Yugi esperaba trillisos y de contar que Yami me había amenazado y a ella también mis padres y los Kaiba, nos ayudaron a salir lo mas rápido posible de Japón.

El pavor de Yugi es entendible después de lo que vivió y ella es digna de admirar por que aun teniendo aquel pasado ella sonríe y vela por la seguridad de sus hijos.

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