Capitulo 7

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Llegué a casa, almorzé y fui a coger el móvil. Llamé a Hugo .
-Hola amor- dijo.
-¡Hola Hugo!
-Dime, ¿qué querías?
-¡Oh!, quería preguntarte si tienes plan para esta tarde.
-No, ¿tú?
-Dediquemos la tarde para los dos. Ya que esta semana no nos henos visto mucho...
-¡Genial! Tengo un sitio estupendo al que te quiero llevar, ¿puede ser hoy?
-Emm... Me encantaría, eso sí, te voy a contar una cosa después...
-¿Qué es?
-Te dejo con la intriga.
-¡Eh! No me dejes así...
Y colgué. No quería aún contarle nada.
¡No! Se me había olvidado la hora y donde quedaríamos. Le hablé por un mensaje.
-¿17:30 en la plaza de España?
-Estupendo, esperándote estaré- dijo él.

Quise descansar un rato y a las 16:45 me levanté de mi cama para ducharme y prepararme.
A las 17:15 salí de casa y me dirigí a la plaza de España. Al llegar vi que no estaba, y me senté a esperar.
-¡Morena!¿Te vienes?- me reí a carcajadas.
Iba montado en su moto, con un casco rojo para él y uno verde para mí. Llevaba puesta una camisa a rayas azules y un pantalón verde botella. Arreglado e informal.
Fui corriendo hacia él y lo besé apasionadamente, tenía miles de ganas de verle y sentí el deseo de hacerle..
-Te quiero -decía entre medias de los besos que nos dábamos.
Nos montamos de nuevo en la moto, sin rumbo alguno.
Paró en un semáforo.
-Te voy a llevar a un sitio muy relajante...
-Mmm, me gusta la idea...Después de una semana de estudio...

Llegamos al spa más lujoso de toda la ciudad y entramos.
-Buenas tardes -dijo una mujer.
-Hola, la reserva de Juan Rodríguez.
-Entren, está todo pagado.

Fue la tarde más maravillosa de toda mi vida, entre besos, jugueteos...
Íbamos de un lado a otro dados de la mano, disfrutando como en la infancia, parecíamos críos.
De camino a la piscina de chorros me cogió para hacerme cosquillas.
-¡Aii!¡Quieto!¡Que me haces cosquillas! ¡Hugo!¡Socorrooo!
Él reía a carcajadas, hasta que nos tiramos juntos a la piscina.

Se nos pasaron las horas pasándolo bien en el spa, y cuando nos dimos cuenta eran las 9 de la tarde.

Fuimos a las duchas, primero yo, después él; y nos arreglamos de nuevo.
-Te voy a llevar a cenar a un lugar flipante, ¡te va a encantar!
-Todos los días de mi vida tendrían que ser así, mi principio y mi fin.
-Tu principio y tu fin...rió.

Cuando llegamos a ese sitio tan maravilloso, yo quedé impresionada.
Era todo muy lujoso, mucho cristal y todo blanco. Modernísimo y encantador.
-Pero Hugo... Yo no traigo dinero.
-Ya me lo pagarás, hoy invito yo.

Fue una cena romántica, tranquila, y así aprovechamos para conocernos mejor.
Me hacía millones de bromas, y la sonrisa en ningún momento se nos borró de la cara.
-Pues a mi me gustan las mujeres activas- empezó diciendo-. Y de físico que sean guapas.
-Si hombre, ¡como a todo el mundo!
-Me gustan altitas, no más que yo, -yo le escuchaba atentas- morenas, de ojos pardos...y si es posible, que se llamen Vega -yo reí muchísimo, su descripción hacia a mí me hizo gracia. Y nos besamos.

Cuando terminamos de cenar, me dio pena, el día tan estupendo se iba acabando, pero aún quedaba una cosa por contar.
Me llevó en su moto a casa y en la misma puerta me preguntó:
-Y bueno, ¿qué es eso tan importante que me tenías que contar?
-¡Oh,si! Se me olvidaba. Quería decirte que, mañana mis padres van a una fiesta y...no me gusta quedarme sola en casa por la noche -le guiñe el ojo.
-¿Quieres que te acompañe mañana a estar en tu casa?
-Así es.
-Encantado, pero...¿seguro que no habrá nadie?
-Segurísimo.
-Entonces vendré, podemos pedir pizzas y ver una película.
-Es buena idea.
-Y por la mañana, ¿ qué vas a hacer?
-Estudiaré, ¿tú?
-En ese caso yo iré a correr.
-Jajaja ¡Vale! Hablamos mañana para ver la hora.
-Vale, bésame anda.
Nos besamos un largo rato, suavemente.
-Hasta mañana amor.
-Hasta mañana princesa.
Y ahí me di cuenta de como de verdad lo quería, muchísimo. Me había hecho pasar la mejor tarde, y siempre que estaba con él me hacía olvidar todo lo demás.

Mi Principio Y Mi FinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora