Atención: ❤ »» Ésta obra está parcialmente basada en un cortometraje ««
¿Qué pasa cuando el amor se acaba?
Siete días, siete lugares, siete recuerdos...
"Una historia de amor que se desvaneció en medio del olvido... y aun así están dispuestos a...
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En la tarde Willy esperaba a Vegetta en el último piso de un edificio, en el balcón de un lujoso restaurante; estaba volteado admirando por segunda vez esa hermosa vista de la cuidad, miró hacia abajo y observó sus manos... ¿por qué seguía llevando ese anillo?, ah, porque aún no se habían divorciado... porque aún amaba a Samuel; estaba tan distraído que sintió una mano en su hombro y se sobresaltó.
- Chiqui... soy yo, tranquilo – si no hubiera sido por esa oración hubiera golpeado al mayor.
"Chiqui" hace tiempo que no le llamaba así.
- Oh... si, si... - miró las manos de Vegetta buscando ese anillo, pero por más que lo hacía no encontró nada.
- ¿Buscas algo? – preguntó el mayor de los dos enarcando una ceja.
- No... nada – quería comenzar a llorar, pero para mantener su dignidad intacta no lo iba a hacer; por lo menos no enfrente de él.
- ... ¿Y bien?... ¿por qué estamos aquí?
- No... ¿no recuerdas?
- Supongo que... no.
- Éste... - Willy miró alrededor – es el lugar donde me pediste matrimonio.
- Willy, no... por favor-------
- Aquí te arrodillaste; me dijiste que querías estar el resto de tu vida conmigo y me diste esto – levantó su mano y tocó el anillo de compromiso que era plateado y con unas piedras en el centro morada y verdes; Vegetta rodó los ojos y observó el lugar; Willy se acercó al mayor – Abrázame – ordenó gentilmente y terminó acortando la poca distancia entre ellos; el mayor aún no se acostumbraba y por eso le tomó unos instantes corresponder al abrazo de su pareja, pero finalmente lo hizo, dirigió sus manos a la cintura del menor y las apretó fuertemente pero el menor lo apartó rápidamente; Willy lo miró a los ojos – Lo siento... yo... ¡agh! – salió de ese lugar dejando a un desconcertado Samuel.
"Jamás podría decir que me hiciste daño y me duele..."
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