Atención: ❤ »» Ésta obra está parcialmente basada en un cortometraje ««
¿Qué pasa cuando el amor se acaba?
Siete días, siete lugares, siete recuerdos...
"Una historia de amor que se desvaneció en medio del olvido... y aun así están dispuestos a...
Guillermo estaba sentado en los escalones de un callejón esperando por Samuel. Eran las 2:30 PM y se supone que Vegetta estaría ahí a la 1:30 PM.
- Que estúpido soy... ¿cómo pensé que me seguiría la corriente toda la semana? – de repente pudo escuchar unos pasos atrás de él y una respiración agitada; enseguida reconoció al responsable.
- ¡Willy! – se levantó y giró mirando a su acompañante; éste miró alrededor – estuvimos aquí en una cita ¿no? – el menor levantó una ceja y sonrió.
- ¿Realmente lo recuerdas? – Vegetta le devolvió la sonrisa y asintió tímidamente – Aquí me besaste por primera vez – un recuerdo cruzó la mente de los dos.
*Flashback*
- ¿C-cómo te la pasaste? – dijo un tanto apenado el mayor y colocó una mano sobre su cuello.
- ... ¿Eh?... bi-bien – era su tercera cita, pero aún estaban tan nerviosos como en la primera.
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Habían terminado de ver una película en el cine y por accidente sus rostros estuvieron a centímetros uno del otro; por lo tanto... estaban MUY nerviosos. Caminaban sin rumbo, simplemente no querían regresar a sus casas, querían estar cerca el uno del otro o bueno; lo más cerca que sus nervios se lo permitieran antes de matarlos de un ataque al corazón.
Vegetta inconscientemente entró a un callejón un tanto extraño; pues había unas escaleras, casi al final del mismo que parecían conducir a una calle transitada.
- Gui...Guille – susurró el más alto, su acompañante lo volteó a ver un tanto confundido y nervioso – yo... te... - por alguna razón las palabras no podían salir, pero quería expresarle sus sentimientos al hombre que estaba delante de él – no... nada - la pregunta era "¿cómo?", entró en pánico y al momento de bajar un escalón no pisó bien perdiendo el equilibrio; el menor soltó lo que tenía en las manos e intentó ayudar a Vegetta; pero fue en vano, por inercia, los dos cerraron los ojos esperando el impacto, esperaron unos segundos y no podían sentir nada; Willy abrió los ojos intentando averiguar el por qué no sentían el golpe. Lo que estaba delante de él casi le da un susto de muerte.
¿Qué había...?
El rostro del mayor mirándolo fijamente, Willy se ruborizó hasta las orejas e intentó zafarse del agarre de Vegetta.
- ¡Lo siento; e-en-enseguida me aparto! – Forcejeó inútilmente con el mayor – ¡Samuel, suelta...! --- sintió los labios de su acompañante sobre los suyos; movió la cabeza de un lado a otro intentando separarse, en el momento en que lo consiguió dio una bocanada de aire - ¿¡Q-qué hac...!?--- Vegetta tomó sus manos y las apresó entre el pecho de los dos.
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Poco a poco ese beso al principio forzado se fue convirtiendo en uno apasionado y lleno de amor... el primero de muchos.
*Fin del Flashback*
Vegetta sonrió al recordarlo y miró a su acompañante, abrió los ojos como platos al ver que Willy estaba llorando, intentando cubrirse los ojos con las mangas de su sweater.
- No me veas... por favor.
- Y-yo...
- Abrázame – acercó su rostro al pecho del mayor, intentando cubrir sus lágrimas, no quería que lo viera llorar pero de verdad no podía aguantar las ganas de gritar y llorar como un bebé en los brazos de su amor, de su primer y único amor...
Por otro lado; a Samuel quizá le gustaban cada vez más los abrazos de Willy; quizá... nunca lo dejó de amar... quizá...
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- Fin del día 3 -
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*Todos los derechos al autor original de la imagen, yo solo la uso para ilustrar mejor la novela*
