Capítulo II

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Alex, Alex, Alex...
El chico apuesto ojos miel. - Decía en sueños.

Al despertar eran las 5:00 Am, muy temprano para mi...
Me llega un msm de Alex.
"Hoy a las 5:00 pm, en el Parque Worthout fuera de la ciudad"

Me impresione por ese lugar, está abandonado, pero... Alex nunca se atrevería a hacerme daño, así que iré.

Mi padre toca la puerta de mi habitación.

-Pasa papá. - Le dije.

-Buenos días hija, cómo estás.

-Solo por el hecho de despertar en un nuevo día, estoy increíble. - Le dije con una sonrisa en la cara.

-Sabes, debes de tener cuidado con los chicos que conoces, no quisiera que un patán te haga daño. - Me contesto cabizbajo.

-No te preocupes. - Le dije.
Me da un beso en la frente y sale de mi habitación ; yo me recuesto en mi cama, para luego prepararme.
En ese momento pensé que fue como si supiera que estaba saliendo con un chico, seguro es instinto de padre, pero sé que Alex no es un patán, ojalá y un día se puedan conocer, creo que serían buenos amigos.

Ya son las 6:30 am, me paro de la cama, me baño, me visto y me desayuno para esperar a Méia que siempre me recoge todos los días.

Desde que vi a Méia le conté el texto de Alex, sonreímos y nos reímos.

Al llegar a la escuela me encuentro con Saly, ella es una chica que me hace la vida imposible desde la primaria, me miró con cara de querer arruinarme la vida y pues, no le hice caso y seguí mi camino.

En el receso, Saly esta caminando hacia mi... Que querrá la muy puta.

-Hola querida Na-ta-lie. Jajaja. - Ella es tan hipócrita, como puede tener amigos y amigas, pensé yo.

Pues para ser cortés le dije - hola.

Y siguió su camino, quizás me quería provocar o algo así, whatever.

Al salir de la universidad, al llegar a mi casa, me cambio y salgo de inmediato para encontrarme con Alex.
Al llegar al Parque Worthout, estaba muy solitario, con tinieblas, mugre y terrorífico; al final del camino veo a Alex, voy corriendo y lo abrazo; me siento más segura que nunca...

-Alex, pensé que no vendrías.

-No te perdería por nada en este mundo. - Cuando me dijo eso, mis dudas habían desaparecido. Lo besé. Nos besamos.
Sus labios pegados a los míos, se notaba la pasión, nuestra respiración iba cada vez más agitada, todo mi cuerpo pegado a de el...
Cuando nos separamos nos miramos por unos segundos, le pregunté que por qué este lugar.

-Vengo a este lugar cuando quiero estar alejado de todos, y... Quise que vengas para estar alejado de todos pero junto a ti. - me dijo, susurrandome el oido.

¡¡¡ME DERRITO!!!

No tuve fuerzas para decirle nada, sólo lo volví a besar.

-La última vez que nos encontramos tenías algo importante que decirme, ¿qué era? - Le dije con intriga.

-Quiero enseñarte algo. - Obviamente me desvió el tema, parece que no quiere decirme.

Me enseño un lugar donde había un pequeño lago, era muy hermoso. Me apretó la mano y me miró. Es tan apuesto y sexy.

Ya era hora de irme, así que el me llevó a mi casa, quería presentarle a mis padres pero no estaban en casa.

-Fue un gusto encontrarme contigo hoy. - Le dije sonrojada.

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