Capítulo III

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Al despertar aún tengo la música en mis oidos, y el celular todo descargado sólo en 2% de batería, lo conecto inmediatamente para no estar incomunicada en la universidad.
Después de prepararme bajo las escaleras para desayunar, parece que mis padres se fueron más temprano de la cuenta...

No hay absolutamente nada de desayunar, pero que carajos!!!!

Bueno, pensé en desayunar en la universidad si, eso haré.

Estaba esperando a Méia con muchísima hambre; al llegar, me subí en el auto y nos fuimos.

-¿Cómo estás querida?. - Me dijo Méia.

-Estoy bien, pero con mucha hambre, mis padres se fueron más temprano de la cuenta y no me dejaron nada de comer. - Le dije apretandome la barriga del hambre.

-Me hubieras dicho y te traigo una tostada tonta.

-Tienes razón, no lo pensé, pero despreocupate desayunare en la universidad.

Al llegar, me desmonte con rapidez y fui al punto donde venden comida. Pero adivinen. Estaba cerrada, porque la noche anterior hicieron un robo y quedaron desbaratados y pues por lo que, tuvieron que cerrarlo hasta que se recuperaran.
Esa fue la peor noticia del mundo, estaba muerta del hambre, no sabía que hacer y mi clase empezada en 10 minutos y más que tenia una exposición, que no podía faltar por nada en el mundo.

Decidí cojer mi clase hací, pero no resulto buena idea.
Cuando me toco exponer, en medio de la exposición, no pude más y me desmaye...

Llamaron a emergencias. Llegué al hospital, Méia llamó a Alex.

Me pusieron un suero, estaba inconsciente, tenía bastante hambre, como nunca, pero el suero me restableció; me sentía un poco mareada, pero mejor.

Llegó Alex, entró rápidamente a la habitación, me miró, me dio uno de sus besos y me abrazó fuerte, en señal de que yo no estaba sola, me sentí muy bien, su perfume, su pecho varonil, como lo amo.

-Preciosa, desde que tu amiga me llamó, vine a toda velocidad. - Me dijo cabizbajo.

-No te preocupes, ya me siento mucho mejor y más contigo aquí. - Le dije con una sonrisa.

-Me hubieras llamado y te llevaba algo de comer.

-Si, pero no lo pensé... Perdón.

-No te preocupes, lo bueno es que estás bien y yo estoy aquí para cuidarte.

Yo estaba confundida, nos amabamos, por qué el no hacia el primer paso y decirme que fuera su novia, se que me ama, me lo ha demostrado mucho y yo también siento lo mismo, no entiendo que pasa...

-Oye... Tengo algo que decirte pero no se si este es un lugar apropiado. - Me dijo, con una media sonrisa.

-No te preocupes, me puedes decir, tenemos confianza. - Le dije.

-Natalie...
¿Quieres ser mi novia?

WOW, al fin, no lo puedo creer, las manos me tiemblan, mi mirada esta puesta en él, llenas de lágrimas.

-Si Alex, si quiero ser tu novia. - Le dije llorando.

El se alegró bastante, lloramos juntos.

El se me acercó y me beso.

-Esto durará hasta la muerte. -Me susurró mientras me besaba.

-Hasta la muerte mi amor. - Le dije también.

En ese instante, llega el doctor y le dice a Alex que se acabaron las horas de visitas... Pero Alex le dice: no soy visita, soy su otra mitad y me quedo aquí.
Eso me encantó, cada vez más, estoy más enamorada de el... Como lo amo.

El doctor pues no tuvo otra opción y lo dejó ahí.
Me cambió el suero por otro y me dijo que ya me podía ir, y que debía comer sano.
Alex me ayudó a pararme de la cama, para subir al carro y llevarme a mi casa...

Al llegar a mi casa el decide quedarse conmigo unos minutos, porque tenía que trabajar; mis padres no estaban en casa, llegan siempre a las 9:00 pm.

-Que bueno que estés aquí. -Le dije.

-No te preocupes, ahora más que nunca se que me necesitas y para eso siempre tendré tiempo mi amor, ya que somos uno. - Me dijo con su sonrisa encantadora.

Es tan guapo y sentimental, no quisiera separarme de el jamás.

-Bueno preciosa, ya me tengo que ir, el trabajo me espera...

-Esta bien mi amor, cuídate mucho por favor. - Le dije, y ahí mismo nos dimos un beso.

Ya Alex se había ido, y ya lo extrañaba... Loco no?.

Unas horas después veo que suena el timbre de la casa y voy para abrir y saber quien es... Es Méia, cuanto la extrañé.

-Amigaaaaa, cómo te sientes, te traje maizena. - Dijo mi querida Méia.

-Me siento mucho mejor amiga, gracias por preguntar y gracias por la maizena. Pero... Te tengo algo que contar, algo grandioso, que aun no lo creo. - Le dije llena de felicidad.

-¡Pues que esperas para contarme!

-Es Alex, me pidió que sea su novia y pues ya sabes...¡¡¡¡¡¡¡¡Le dije que sí!!!!!!!

-Es increíble amiga, huuu, ya tienes novio, ya tienes novio... Espero que duren toda la vida y me den sobrinitos, ya sabeeees... Ahahahha. - Me dijo Méia; estará loca?ahaha.

-Bueno, me voy... Solo pasé a dejarte la maizena y a saber como estabas... Nos vemos el lunes amiga.

-Bye Méia, cuídate mucho. - Le dije.

Estaba comiéndome la maizena, y deliciosa que estaba... En ese momento pensé que sería buena idea presentarle a Alex a mis padres, para que se conozcan y eso... Que nervios, hablaré con ellos hoy, para que Alex venga mañana si Dios quiere.

Desde que acabe con la maizena me fui a la cama y me dormí.

Mis padres habían llegado sin decir nada, mi madre fue a verme a mi habitación y en eso me despertó.

-¡Ay! Perdón querida, no te quería despertar. - Me dijo mi madre.

-No, no importa, ya estaba mucho rato durmiendo.

-Es que, verte dormir me quita la preocupación. - Me dijo mi madre con lágrimas en los ojos.

Me pare de la cama y la abracé.

-Madre que esta pasando.

-Natalie, a tu padre y a mi nos despidieron del trabajo, y ahora no se como pagar la casa en este mes. Estoy tan preocupada. - Me dijo llorando.

-Hay mamá. - Me puse a llorar también.

-Pero ya mi amor, no te preocupes que tu padre y a mi se nos ocurrirá algo. Ve y descansa para mañana. - Me dio un beso en la frente y se fue a su habitación.

Yo no lo podía creer, cada vez más me costaba creerlo, hay cosas buenas en la vida pero también hay malas, creo que no es buen momento de decirles que tengo novio... Se los diré cuando ellos se recuperen.

Me fui a la cama y me dormí de nuevo.

Lo Inesperado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora