Querido Idiota [Dylan O'Brien]

△Capítulo▽

Suspensión, eso fue lo que logro la chica gracias a la nota.

Puesto que en clase de Artes no presto atención lo más mínimo por estar analizando la carta entre sus manos, la "señorita" Saucedo (su maestra) fue hasta su lugar y personalmente le arrebato el papel de la mano para pasarlo a leer enfrente del salón.

Pero como sabemos nuestra querida Stella no se deja de nadie.

Cuando la maestra comenzó a lectura con Pequeña BadGirl...

Tanto como las mejillas de Dylan y de Hall se prendían en un color carmín, la chica se levantó de su lugar para quitarle la nota a la profesora.

Adivinen, la maestra no cedió.

Solo digamos que para que la profesora no siguiera con la lectura, la chica tuvo que meterle un "ligero" puñetazo en el pómulo derecho a la profesora que no aparentaba más de 20 años de edad. (Todos sabían que a esa "profesora" la había acomodado el maestro de computación, su querido prometido)

Cuando el puño de la joven se estampo en la cara de la profesora, aprovecho haberla dejado atontada para recuperar su nota.

Lo logro.

Recupero su nota, ¿todo bien no?

Pues no, al llegar a la oficina de la directora (con la cual ya estaba familiarizada por estar tantas veces ahí) le dijeron que le pidiera disculpas a la maestra.

Pero si hay algo que odiaba la joven y algo problemática estudiante, eran las disculpas sin sentimiento alguno.

Se reusó a pedir perdón, no se iba a humillar frente a las perras que tenia de maestras. Antes de que su suspensión aumentara de tres días a una semana, Hall pronuncio sus últimas palabras...

—No me disculpare con ella, pues no siento que haya hecho algo indebido, al contrario, me siento orgullosa por haberle dado un puñetazo a esta perra y lo volvería a hacer sin remordimiento alguno.

La chica sabia usar las palabras, pero eso fue suficiente para que se le tuviera prohibido pisar la escuela durante una larga semana.

Al salir de la dirección todos, y cuando digo TODOS es que cada uno de los alumnos estaban afuera esperando las noticias de la chica mala del prestigiado instituto.

A simple vista la chica reconocido a su grupo de 7 amigas a un lado de ella, las porristas y los deportistas, los que son medio normales, los nerds, los emo, los de nuevo ingreso, las zorras (el grupo de Trina) y junto a nuestra "queridísima" Trina estaba el idiota de Dylan.

Al notar que todas las miradas estaban posadas en ella, alzo la cabeza e intimido a todos con la mirada, con excepción de sus amigas, quienes al entender el incómodo momento de su querida amiga empezaron a empujar gente y Alex parándose frente a todos los grupos, grito tan fuerte como pudo...

- ¿Qué están esperando gente? ¡No hay nada que ver aquí malditos entrometidos, muévanse o les patearemos el trasero a cada uno de ustedes!

En menos de tres minutos las chicas lograron despejar el pasillo, si, ellas también eran unas perras problemáticas como Stella, no de esas perras que se acuestan con el primero que encuentran, claro que la belleza y sensualidad estaba en cada una de ellas, pero, eran consideradas unas perras porque aquel que cometiera el terrible error de meterse contra alguna de ellas terminaba enterrado en su peor pesadilla.

Así es, ellas conformaban el grupo de las chicas malas en el instituto.

Y como representante/líder de este tenemos a nuestra amada Hall.

El grupo comenzó a andar por los pasillos.

En el frente estaba la líder y su mano derecha (Alex)

En el centro iban Miller y Jamie.

Y en la última fila iban Kathy, Maddison y Emma.

Era increíble que esas 7 chicas intimidaran a todo el instituto si se lo proponían.

Al llegar a la entrada la escuela se encontraron con la imagen de un Dylan besando a Trina.

No tenía ni la más mínima idea de por qué en ese momento sentía que le faltaban las fuerzas y se le desvanecía el alma, sin darse cuenta sus ojitos verdes comenzaron a llenarse de lágrimas que ella instantáneamente seco antes de que cayeran por su cara.

No supo cómo, ni cuándo, pero Thomas ya se encontraba abrazándola como si su vida dependiera de ello, como si con ese abrazo quisiera quitarle el dolor a su amiga y quedárselo el.

Era cierto, a Thomas le gustaba Stella y odiaba que ella sufriera y más si el motivo de ese sufrimiento era el idiota de Dylan.

Como las clases ya habían terminado las chicas y Thomas se fueron a sus respectivas casas ya que ella quería estar sola para poder pensar, nadie se negó pues sabían que si quería estar sola era de suma importancia, todos se fueron esperando noticias de la chica, todos menos Alex quien sabía perfectamente de quien se trataba el problema.

Seria un día largo...

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