~ [Especial san valentín] ~•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•
La joven Kaori se encontraba recostada en su pupitre, con la cabeza escondida entre el hueco que formaban sus brazos, observando discretamente a el castaño, quien recibía variedad de chocolates por parte de las otras chicas. Le molestaba el echó que ella no pudiera tener el mismo valor que las demás, y poder entregarle la caja de chocolates que ella misma preparó especialmente para el.
Suspiro resignada y se levanto del asiento, colocó su mochila en su hombro y agarró la bolsa en la cual traía el chocolate — tal vez debería rendirme en darle el chocolate — pensó para si misma, observó al castaño una vez más y a los chocolates que sostenía en sus brazos — Además, ya tiene suficientes, no creó que le interese tener uno más — salió del aula pasando por un lado del castaño y se encaminó a la salida del instituto.
Mientras tanto makoto veía la silueta de Kaori alejarse, quería ir a por ella pero le era imposible con tantas chicas a su alrededor. No podía rechazarlas de forma grosera, no, tenía que buscar una forma de excusarse sin herir los sentimientos de las jóvenes. Recibió gustoso todos y cada uno de los chocolates aunque con un pequeño rubor en sus mejillas, les agradeció a todas y luego de guardarlos en su mochila giro a ver a haru, quien lo observó al sentir la mirada del castaño. El azabache sobrio leve y asintió, entendiendo el mensaje que su amigo le daba — ya me voy — se despidió de su amigo y corrió en busca de la única persona que quería ver en ese día especial -— kaori — sonrió inconscientemente al recordar el rostro de la joven furukawa.
Llegando a la salida de la escuela logró ver a lo lejos la silueta de la chica caminando a paso lento — te encontré — se susurro a si mismo — ¡kaori-chan! — la chica se detuvo en seco y giro al oír la dulce voz de makoto que la llamaba desde atrás.
— ¿m-makoto- ... kun? — dijo en un susurro apenas audible, sus mejillas se tornaron color carmesí al ver al chico frente a ella, apoyando sus manos en sus rodillas mientras trataba de controla su agitada respiración. El chico se incorporó y sonrió al ver el adorable rostro de la chica frente a el, mientras contenía el impulso de acunarlo en sus manos.
— perdón por llamarte tan de repente — se disculpo el chico mientras posaba su mano en su nuca frotándola entre si ligeramente — me preguntaba si .. Si quisieras que camináramos juntos de camino a casa. B-bueno si tu quieres — la chica asintió varias veces, haciéndole entender al chico que estaría encantada de caminar junto a el — entonces, vamos — luego de un alegre "si" por parte de Kaori, y una leve risa de makoto, empezaron a caminar en dirección a sus casas.
En el camino la charla era agradable, aunque de vez en cuando Kaori se perdía en sus propios pensamientos, lo cual hacia preocupar al chico junto a ella — ¿sucede algo? — le preguntó a la joven quien volvió en si al sentir el toque de makoto en su hombro. La chica negó con la cabeza.
— estoy bien, no te preocupes — le dijo — ¿que decías? — le preguntó volviendo al tema anterior
— te preguntaba si querías ir por un helado — señaló la tienda cruzando la calle
— ¡si, me encantaría! — respondió mirando al chico mientras sus labios se curvaban formando una sonrisa.
Cruzaron la calle; no sin antes mirar a ambos lados, y entraron a la heladería y allí tomaron su orden — ¿que sabor desean? — les preguntó un hombre ya mayor al otro lado del mostrador