Día 161.

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¡Sí, tú!

La estúpida amiga a la que la estoy escribiendo estas cartas.

Ese es el motivo de estas cartas, 

Acaso te lo estabas preguntando, ¿verdad?

Pues aquí tienes tu maldita respuesta: Nunca me hubiera atrevido a decírtelo a la cara.

Llámame cobarde.

Sólo quería que supieras toda la historia.

Sólo quería que supieras todo el dolor que provocaste en mí.

¿Cómo pudiste?

Estoy escribiendo esta carta con lágrimas en los ojos.

Sé que fui yo quién dejé a Daniel, lo sé.

Pero tú eras mi mejor amiga, sabías lo que sentía por él, aunque te encontraras lejos.

Sin embargo, por lo que pude observar, habías regresado sin avisarme, ¿verdad?

A partir de ahora te contaré todo lo que hice a continuación.

Quizás aclare muchas de tus dudas.

Adiós. © [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora