El tren se había convertido en nuestro pequeño sitio secreto.
Allí dentro nunca conocíamos a nadie.
Y sentíamos la total libertad de comportarnos tal y cómo eramos.
De mostrarnos tal y cómo éramos.
De querernos tal y cómo nos queríamos.
Sin escondernos.
Y ahora él había hecho que volviéramos al punto de partida,
en distintos vagones,
esto era una tortura.
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Adiós. © [PAUSADA]
Historia Corta[Historia corta, romance, cartas] Querida amiga. Voy a contarte nuestra historia. El principio es sencillo, como todos. Yo me fijé en él. Y él se fijó en mí. Pero esto estaba mal. Pero el destino era inevita...