P.d.V. Tris.
Salimos de la cafetería y nos fuimos al salón de Literatura.
El colegio es bastante grande, me estoy adaptando mejor de lo que me esperaba, lo bueno es que no lo tengo que ver a Caleb en casi toda la mañana, excepto en la cafetería, aunque estamos en grupos separados, tenemos distintos amigos.Llegamos al salón pero la profesora todavía no había llegado pero había escrito en el pizarrón que leyéramos el libro Divergente de Verónica Roth. Yo ya lo había leído mas de 3 veces porque me encanta.
Estaba sumergida en mis pensamientos hasta que alguien me toca el hombro y eso me hace sobresaltar.
-Tris.-
-Me asustaste Uriah.- le digo.
-¿Me preguntaba si quisieras ir a una fiesta que voy a hacer en mi casa esta viernes?
-Depende quienes vallan..- le digo.
-Nuestro grupo y los amigos de mi hermano.- me dice.
Puse mi dedo índice y mi dedo pulgar en mi barbilla haciéndome la que estaba pensando.
-¿ Y que dices? ¿Vienes o no?.
Yo seguía en la misma posición, pero esta ves mordiendo mi labio inferior para contener la risa.
-Vamos mujer, contestame. ¿Vas a ir?. Por favor, decime que si iras.- junto sus manos e hizo un puchero en gesto de suplica.
Hasta que no aguante mas y me empecé a reír. El frunció el seño demostrando confusión por mi carcajada.
-Ya, ya. Si iré.-
-Okey.-
Después de eso se puso hablar con un chico que nose quien es.
Hace rato que no voy a ninguna fiesta, en realidad eh ido a unas 2 o 3, el porqué ya lo saben, nunca tuve amigos, a las fiestas que eh ido son por los amigo de mi hermano, así que esta va a ser la primer fiesta que iré sola.
-Christina.- la llamé.
-Tris..-
-¿Vas a ir a la fiesta de Uriah este viernes?.- le pregunte.
-Si, ¿Por qué?.-
-Porque no tengo que ponerme y me preguntaba si tenias algún vestido o algo que prestarme?.- le dije.
-No, pero descuida, vamos a ir al centro comercial un par de días antes, ¿Quieres venir con nosotras?.-
-Eso sería genial.- le respondo con una sonrisa que deja mostrar todos mis dientes.
Bueno, por lo menos tengo a alguien que me puede mostrar toda la ciudad después.
La cosa ahora es ¡¿De dónde saco plata para ir de compras?!. Mis papás no me darían dinero porque siempre que les pido dinero para comprarme libros, no me dan.