Capítulo 13: La bienvenida

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Capítulo Trece: La bienvenida

La persona se iba acercando cada vez más y más. Mis amigos no se percataron del sujeto misterioso.

—¿Qué pasa, Meli? —dijo Daniel.

—Ohh... —Todos parecieron entender.

Al dar unos cuantos pasos más, el misterioso hombre podía distinguirse perfectamente. Sin dudas, jamás lo había visto. Tenía un poco de barba y acné en la cara, su cabello era de un color negro y sus ojos saltones, parecían que se le fueran a salir.

—Melissa, ¿cierto? —dijo con la voz ronca. No parecía para nada un alumno de este liceo. 

¿Qué rayos quiere de mí? No lo conozco.

—Y tú, ¿quién eres? —me paré de mi asiento y lo desafié. 

¡Guau! ¡Qué valiente!

—Soy Peter —Se puso las manos en los bolsillos.

—¿Te conozco? —tragué saliva.

—No, pero algunas personas que conoces sí.

—Mhh... ¿Perdón? —interrumpió Conny—. ¿Sabes algo? Esta es una conversación de "amigos" y creo que tú no estás dentro de nosotros —nos apuntó.

—¡Increíble! ¿Con qué clase de personas te juntas, Melissa? —me murmuró.

—Punto uno: tú eres un extraño. Punto dos: no eres quién para juzgarnos. Punto tres: ¿qué quieres? —se acercó Conny. Peter parecía asombrado.

—¡Bien, bien, bien! —aplaudió—. ¡YA ES SUFICIENTE! —gritó, haciéndonos saltar del susto.

—¿Qué quieres, Peter? —dije su nombre con disgusto. 

Era increíble ver cómo Alice y Daniel no movían ni un músculo. Ambos eran del tipo de persona que no le gustaba las discusiones ni peleas.

—Te quiero a ti —me ofreció su mano. Le fruncí el ceño—. Tu hermano te está buscando allí afuera y no lo dejan entrar al liceo —me explicó, encogiéndose de hombros.

Un escalofrío me recorrió el cuerpo cuando recordé a Derek. 

No quiero verlo, no, no, no...

—No iré —dije cruzándome de brazos. Sentía que esto no iba por buen camino.

—Me dijo que quería hablar contigo y... que tu madre lo mandó porque ella no pudo venir. Y yo, bueno... yo soy su amigo —me sonrió.

Amigo, ¿eh?

Espera... ¿dijo amigo?

Recordé los amigos que fueron cómplices de la muerte de la novia de Christian. ¿Será Peter uno de ellos? Sé que ella murió hace dos años, pero... ¿después de eso siguieron siendo amigos?

—Oye, ¿no confías en mí? —dijo ofendido. 

Había un extraño brillo en sus ojos oscuros, algo que no pude descifrar.

—Ella va pero nosotros también vamos —habló Conny. La miré y asentí.

—Solo con esa condición voy. No confío en extraños —le comenté.

Daniel y Alice se levantaron cuidadosamente. Iban al último. Conny iba a mi lado izquierdo y Peter a mi lado derecho. Íbamos todos en silencio. Caminamos por el pasillo que daba a la salida del liceo y y vimos a Derek afuera de la puerta de éste.  

—¡Al fin! —suspiró, levantando la mano.

—Oye —Conny miró al extraño—, le pasa algo a mi amiga y te mato.

Tú y mis cursis poemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora