Capítulo 5: Sucesos inesperados.

585 55 15
                                    

Han pasado cinco días desde que Yato y Yukine viven en mi casa.

La verdad han sido los días mas felices que puedo desear, conviviendo con mi hermano como antes.
Ocultarlos de mi madre ha sido más sencillo de lo que creí, aunque no puede verlos, de vez en cuando me pilla hablando con ellos, y de seguro cree que estoy loca, pero no me ha dicho nada.

Desde que estoy con esos dos, mi vida se ha vuelto más agitada, y siempre los acompaño a pasear, aunque claro, yo siempre me quedo atrás porque no puedo ir tan ágilmente por los tejados como ellos.
También algo cambió en Yato después de conocernos. Cuando le hablo, me sonríe inmediatamente, incluso si tuvo un mal día. En parte me alegra que ya no sea tan frío.

Cambiando de tema, hoy iríamos a conocer a alguien, estoy algo nerviosa..

*Flashback*

-(t/n)_____! Tienes algo que hacer mañana?- dijo Yato bajando del techo luego de matar un pequeño ayakashi que nos seguía.

-Creo que no.. Por qué preguntas?

-Quiero presentarte a alguien.

-Está bien.

*Fin del flashback*

Llegamos a un enorme parque, Yato caminó hacia una tienda cerca del lago y se detuvo en la entrada.

-Kofuku!! Éstas aquí? Kofuku!

No hubo respuesta.

-Creo que no est-

Fue interrumpido por una chica de pelo rosado que llegó corriendo a abrazarlo.

-Yato-chaaaaaaan!!

-Hola kofuku!

-Qué milagro que me visites! Ocurre algo?

-La verdad, acabo de adquirir un nuevo shinki, pero... me siento mal conmigo mismo. No tengo ropa decente que darle, y tampoco puedo darle de comer... -dijo como si fuera una actriz de drama. La chica se compadeció.

-Qué?! Eso es horrible!! Creo que tengo algo de dinero por aquí.. Toma!- extendió un gordo fajo de billetes a Yato y sus ojos brillaron.

-Gracias kofuku! Eres mi salvadora!- dijo contando los billetes.

-Ejem.. Yato.. quién es ella?- preguntó Yukine.

-Oh! Cierto! Ella es Kofuku...- se tomaron de las manos y posaron como divas -... mi N-O-V-I-A

Al escuchar esa palabra, sentí una opresión en mi pecho.. Pero.. por qué?

-¡¿QUÉ?!- dijimos Yukine y yo al unísono.

-Por qué no lo mencionaste antes?- dije intentando disimular la sensación provocada por esa noticia.

Estaba por responder cuando un grito que se acercaba rápido lo interrumpió.

-Imbécil!!!- un hombre alto y fornido le dio una patada voladora a Yato- No toques de esa forma a mi señora!!!

-Una aventura?!?!- volvimos a decir al mismo tiempo confundidos.

-Ay no! No se peleen por mi!- dijo Kofuku de manera juguetona.

El hombre estaba por golpear en el rostro a Yato cuando se percató de nuestra presencia y se detuvo.

-Oh, lo siento. Por culpa de este idiota no los vi. Pasen por favor!

Entramos por la puerta trasera del jardín, nos sentamos y el hombre nos sirvió té mientras Kofuku traía unas mandarinas. Comenzamos a platicar mientras Yato se recuperaba tirado en una esquina.

Mi deseo es...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora