Capítulo 3: Recordando frente a un extraño.

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Abrí los ojos poco a poco, aún confundida y con la vista nublada.

Ya estaba atardeciendo y las luces del parque ya estaban encendidas. Vi una figura de pie frente a mí, al aclararse mi vista lo reconocí de inmediato. Esa vez no pude ver su rostro, pero ese pañuelo azul claro en su cuello es inconfundible.

-Qué no eres el chico que ví hace un mes?

Él se quedó viéndome sorprendido. Y yo me quedé asombrada por esos celestiales ojos azules..

-Cómo que hace un mes me viste!? Yo no recuerdo haberte visto!

-Em... fue cuando salí de la escuela. Estaba en el autobús y te vi por la ventana.. luego de eso volví a verte en la noche, llevabas en brazos a Señor, el gatito de mi vecino.

Se quedó pensativo por unos minutos hasta que me atreví a preguntar

-Quién eres y por qué estoy aquí?

-Soy Yato, te recosté aquí porque te desmayaste.. no recuerdas qué pasó antes de eso?

Repentinamente volvió ese chico a mi mente. Intentando no llorar dije

-Vi a alguien... es algo personal.. aunque es imposible que fuera real.

-Mmhh.. de acuerdo. Te pido que intentes estar calmada. Te prensentaré a... qué ocurre?

Mis ojos estaban fijos en una de esas cosas.. era enorme y venía hacia nosotros viendo a Yato. Sólo repetía una frase con una voz horrible.

Huele bien.

Al darse cuenta de mi cara horrorizada volteó hacia donde estaba mirando. Puse ambas manos en mi boca por mi estupidez. Ahora él pensaría que estoy completamente loca.
Ya estaba inventando una excusa para cuando él me dijera: qué ves? Ahí no hay nada!
Para mi sorpresa, corrió hacia la criatura y gritó

-Ven, sekki!

Algo brillante voló hacia su mano y pude ver que era una katana rodeada por una especie de venda. Aterrada, cerré los ojos hasta que escuché un grito. Vi a Yato caminando hacia mí con un destello rojo detrás de él que desapareció.

-Que pasó?! Y el monstruo!?

-Lo maté.

-Qué?! Pero cómo!? También pudiste verlo?!!

Puso una mano en mi hombro, y mirándome muy serio dijo

-Te explicaré todo, pero hay que ir a un lugar seguro. Aquí aparecerán más de esas cosas.

De sólo imaginar encontrarme con más de esas cosas cuando ya estuviera oscuro el cielo lo seguí sin más hasta un santuario viejo y abandonado que estaba cerca. Se sentó en las escaleras, puso su katana a un lado y me senté junto a él.

-Y.. qué pasó exactamente en el parque? Qué era esa cosa que mataste?

-Esa criatura es un ayakashi. Una bola enmarañada de emociones que solo causan problemas, y por eso los elimino.

-Pero... cómo es que puedes verlos?

-La cuestión aquí es cómo es posible que tú puedas verlos. Qué edad tienes?

-16..

-Si.. es imposible que a esta edad los humanos puedan verlos.

-Espera, cómo que humanos!? Qué tu no lo eres?

-No- se levantó señalándose con aires de arrogancia- Yo soy un Dios! El dios Yato! (^u^)7

-... nunca he oido hablar sobre un dios llamado Yato.

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