Me encontraba acorralada.
Todo fue tan rápido; sentí que me seguían, corrí, el callejón, sin salida.
Cuatro ayakashis con forma de lobos cerraban mi única ruta de escape.
Estos eran diferentes a todos los que había visto. Generalmente ellos actúan por instinto, por lo que es sencillo distraerlos y aprovechar eso para huir.Tal vez estaba alucinando, pero estos parecían estar organizados, o más que eso, era como si alguien los controlara.. y tenían esas extrañas máscaras con un ojo dibujado en ellas...
El pánico comenzaba a apoderarse de mi cuerpo. No podía moverme, y mi muerte ya era inevitable.
~No te desanimes!
Un recuerdo pasó por mi mente. Fue hace poco. Yukine estaba harto de Yato por muy diversas razones y estaba planeando renunciar, por lo que acudió a mí para pedir consejo.
~No te desanimes! Si te rindes tan pronto, Yato se pondría triste.
YO me pondría triste, y no estoy dispuesta a permitir que abandones todo esto por un pequeño tropiezo. Y habrá muchos. La diferencia es que siempre estaré para apoyarte y darte fuerzas para continuar.Mi hermano me abraza con todas sus fuerzas.
~No sé que haría sin ti, (t/n)_____. Gracias.
~Siempre estaré aquí para ti, hermanito..
Siempre...
Siempre..- susurré.
La sensación que había sentido cuando Yukine tomo mi mano en la tienda de Kofuku recorrió todo mi cuerpo, era agradable.
Abrí mis ojos y sin dudarlo corrí hacia los ayakashis. Justo antes de que me atacaran salté sobre ellos, logrando salir del callejón. Corrí con todas mis fuerzas hacia el puente peatonal sin fijarme por donde iba. Mi huida se vio interrumpida por un tropiezo al bajar las escaleras, rodé un par de metros hasta que logré sostenerme del barandal, sentí un tirón mi brazo izquierdo.
-Te encuentras bien?- escuché una voz detrás de mi.
Volteé para ver si aún me seguían los ayakashis, al parecer me dejaron en paz. Le puse atención al chico que hace unos instantes me habló.
-Eso creo..- el chico de cabello marrón claro extendió su mano para ayudarme a ponerme de pie. Un insoportable dolor en mi brazo izquierdo hizo que soltara al chico, y me senté en las escaleras intentando no llorar.
-Estás bien?!
-No... me duele el brazo.
-Permiteme.- asentí ligeramente y se sentó a mi lado para revisarme -está dislocado, tendré que reacomodarlo.
-Está bien.
Mordí con fuerza la manga de mi sudadera y el chico tomó mi brazo con ambas manos.
-Lista? 1, 2... - cerré los ojos ¡crack!
Sentí mis huesos reacomodarse y el dolor disminuyó.
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Mi deseo es...
FanfictionEres una chica "normal" exepto por el pequeño detalle de que puedes ver a los habitantes de la frontera mayor... (ayakashis, shinkis y por supuesto, dioses). Tu ya complicada vida empeora cuando tu hermano menor muere luego de 8 años en el hospital...